El pasado 11 de diciembre el Ateneo de Granada celebró, dentro del ciclo ‘Cincuenta años de libertad y democracia (1975-2025)’, la mesa redonda: “Enseñar y aprender la Historia de España del último siglo”, con participación de profesorado y alumnado de institutos de la provincia de Granada y estudiantes de la Universidad de Granada. El propósito de la actividad fue abrir una conversación abierta, franca, plural y rigurosa sobre la historia como conocimiento, la escuela como espacio de formación cívica y los retos de la cultura digital.
La enseñanza de la Historia afronta un momento decisivo. El currículo la concibe como una herramienta esencial para formar ciudadanos críticos capaces de interpretar el mundo, comprender la complejidad del pasado y orientarse en una realidad saturada de información, imágenes, discursos e intereses contrapuestos. Donde las redes sociales, convertidas en espacios de enorme influencia, han introducido nuevas dinámicas: desinformación, simplificación, discursos polarizados y lecturas emocionales del pasado.

En este contexto, reunir en una misma mesa a profesorado y estudiantes permitió un diálogo imprescindible en torno a qué Historia enseñamos, cómo la enseñamos y cómo la reciben quienes hoy se están formando. Todo ello articulado en cuatro ejes de debate:
1. ¿Sabemos menos Historia? Percepciones, datos y experiencias
2. Redes sociales y desinformación: entre la curiosidad y el ruido
3. Enseñar Historia en Secundaria: límites, presiones y realidades
4. Memoria democrática y ciudadanía: cómo trabajarla hoy
En los últimos años se repite un tópico sobre los jóvenes: que conocen menos Historia que nunca, especialmente del último siglo (guerra civil, dictadura franquista, transición a la democracia y etapa democrática). Algunos estudios, más o menos fiables, sugieren que entre un 70 y 75 % de alumnado termina la enseñanza obligatoria con conocimientos muy limitados sobre la Historia de España de la última centuria. Habría que preguntarse si estamos ante un hipotético “desconocimiento generacional” o se trata más bien de cambios en qué y cómo se aprende.
Las redes sociales son hoy una fuente masiva de contenidos históricos plagados de bulos, relatos simplificados y lecturas interesadas del pasado. La escuela intenta promover un pensamiento histórico, pero compite con un ecosistema mediático muy poderoso. La mesa redonda planteó hasta qué punto condicionan estas enormes autopistas de información la percepción del pasado entre el alumnado y cómo se puede contrarrestar aquella que es constatada como desinformación histórica. Con un mensaje unánime por parte de los miembros: la necesidad de utilizar herramientas que favorezcan el pensamiento crítico ante los mensajes que circulan fuera del aula.

En el tercer bloque se abordó la enseñanza hoy de la Historia, a sabiendas que el profesorado ha de afrontar retos muy concretos: carga lectiva, contenidos extensos, sensibilidad social ante periodos recientes o, en 2.º de Bachillerato, la presión de la prueba de acceso a la Universidad.
Finalmente, la memoria democrática ocupó la parte final del debate, en un momento en que la democracia está sometida a tensiones internas y externas. El currículo actual enfatiza la memoria democrática como elemento clave para la formación ciudadana, lo cual suscitó el intercambio de ideas en torno a la discusión de que cada sociedad alberga en su seno memorias plurales y no se puede imponer una sola memoria, o sobre los métodos que mejor ayudan a abordar la memoria democrática de forma plural, rigurosa y pedagógica. Y algo esencial: cómo equilibrar narrativa histórica, emociones y valores cívicos sin caer en partidismos.

La voz de los profesionales de la educación, historiadores, dejó patente su experiencia como docentes, pero fue esencial escuchar la palabra de los jóvenes hablando de una realidad que viven y experimentan en primera persona.
El profesorado participante en esta mesa redonda fue Juan Francisco Arenas (IES Aricel de Albolote), Silvia Canalejo Alonso (IES Aricel de Albolote), Francisca Piedad Ruiz García (IES Nazarí de Salobreña) y Javier García Benítez (IES Generalife de Granada), en tanto que los estudiantes fueron Beatriz Velasco, Alicia Goyanes, Aida Navarro, Aparicio Ramos, Julio Aijony Cristina Crespo.
Antonio Lara Ramos
Vicepresidente del Ateneo






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