Benalúa de la Villas
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Gregorio Martín García: «La onomástica y su regalo»
– ¡Cristóbal!… a los güenos días que mus dé Dios… – Güenos días compae Rafael. Le contestó su vecino que frente a la puerta de su cortijo laboraba afanosamente para terminar de regar sus remolachas antes de que terminara su torna de agua.
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Gregorio Martín García: «Nueva juventud para unos nuevos tiempos»
El humo saturaba todo el habitáculo. Un grupo de jóvenes de no más de diecisiete años, formando un semicírculo junto a la barra, jugaba a los “chinos”. Se apostaban una de aquellas invitaciones que sobre el mostrador había servida en cuatro vasos de vino blanco peleón, con las tapas de costumbre. Una actitud apática e…
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Gregorio Martín García: «Un cactus prendido»
Al tirar de la pesada cancela de hierro para cerrarla, detrás de sí, ésta emite un seco y áspero chirrido, consecuencia del oxidado hierro de sus viejas bisagras… Al tiempo que advertía, a su amiga, que le precedía. -Espera Mari Ángeles… para… ¿Qué es eso…? Espera… prendido llevas algo. Dijo, Feliciana. -¿Dónde?, preguntó, Mari Ángeles,…




