Benalúa de las Villas
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (X-B)
Capítulo X-B De los primeros televisores, las “sordás” de verano, el Día de la Virgen… En la temprana mañana, en aguardiente, como ellos decían, se tornaba su consumición, y del fuerte fuerte, querían en su copa; que dos veces o más llenaban y bebían, rascando su garganta, nada más, romper el alba; venir el día.…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (IX-C)
Alguien le informó al Sr. Pepe García la forma de evitar tal problema y así vimos como se colocaron en las paredes una especie de alfombras de grueso tejido que, amén de resultar ornamentales, evitaban el eco de los altavoces y se pudo disfrutar de un sonido que sin ser estéreo (que no existía), ni…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (IX-A)
Capítulo IX De los pedimentos, desmote, el ajuar, las invitaciones y las bodas. Del río Parrales subían. Sus grandes canastas de mimbre llevadas con arte, en su cadera; colmadas de trapos, limpios. Lavados, tendidos y secados en el lavadero, acondicionado en el tramo de río existente a la salida de la villa, a la altura…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VIII-D)
Decíamos que la presa de la “Jondonada”, partiendo de dicho lugar, regaba tierras de la familia Carrillo Benítez que gozaban del privilegio de no aportar gastos ni peonadas, ya que el trazado de la acequia, permitieron pasar por el centro de sus colindantes y próximas tierras. El movimiento de las aguas por gravedad les hacía…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VIII-B)
[…] En un trozo de tierra se cultivaba de todo. Destacando los hermosos melones de clase Leyva, rayados o de piel de sapo, y sandías rojas o blancas, igual daba que, sembradas en secano, bien labradas y cuidadas y con el rastrillo trabajadas con destreza y gana, se lograba que tuvieran un buen y dulce…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VII-B)
[Viene del capítulo anterior] Después de postre y tabaco, a trabajar otra vez llama el manijero. Que, reloj en mano, mira la hora y se dirige hacia el tajo, a recomenzar la tarea, dar las dos últimas horas finales, cargar las acémilas e ir hacia la almazara. Después de haber cribado la aceituna recogida en…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VII-A)
VII. Del final de la campaña, almazara, “cagarraches” y el Día las Banderas… Los carámbanos -”carámbalos” decíamos nosotros -, colgaban de los tejados en puntiagudas lanzas, los caminos escarchados, se mostraba un bello aspecto blanco en senderos, veredas y agros, las hojas de la hierba aprisionadas, por agujas cristalinas del hielo albo y una tenue…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VI-E)
La sede cristiana quedó preciosa, el amor puesto en ello por aquellas mujeres era el motivo que lo causó, hasta los ornamentos blancos Benalúa de las Villas Hijos Dulces de Dios que habría de revestir el celebrante y acólitos, quedaron dispuestos sobre la cómoda que había en la sacristía. Dieron un último toque al orden…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VI-C)
A las prendas o al corro, al “tú la llevas”… y muchos más…¡¡y no había televisión!!.. ¡¡y no teníamos consolas!!…¡¡ni falta que nos hacía!!, Ni las conocíamos, ni existían. Teníamos un gran campo de acción, ¡todo el pueblo era nuestro!, y un gran parque con sus laberintos: la calles y plazas, que eran tomadas por…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VI-A)
Capítulo VI De la Alsina, la “aduana”, su paseo, Semana Santa, sus procesiones, comidas… Apenas, la penumbra del alba iba invadiendo las calles, iba conquistando espacio a la noche; ya caminaban por la calle Paseo, hacia la calle Granada y puerta de “la posá”; ella envuelta en su toquilla de lana, apretada con la mano…




