El relato del domingo
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El relato del domingo, por Pedro Ruiz-Cabello (42): Simón, el otro discípulo
Me llamo Simón. Yo soy uno de los setenta y dos discípulos a los que envió el Maestro para predicar el evangelio. Nos había dado una serie de instrucciones; nos dijo, entre otras cosas, que no lleváramos alforjas y que nos alojáramos en las casas donde hubiéramos sido bien recibidos. Pero yo no voy a…
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El relato del domingo, por Pedro Ruiz-Cabello (41): Caminante
He andado muchos caminos y he abierto, a fuerza de andar, muchas veredas. A partir de cierta edad no he hecho otra cosa. Quizá sea esta la condición con la que había nacido, con la que había venido a este mundo. Uno no se da cuenta verdaderamente de sus virtudes hasta que no las ejercita,…
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El relato del domingo, por Pedro Ruiz-Cabello (40): Fantasía de un hombre afortunado
Yo soy un hombre con suerte: me puedo considerar afortunado desde que tuve una experiencia reveladora, desde que me convertí en portador de un secreto. No se trata de nada material, de un tesoro con el que mi vida haya cambiado: si hubiera sido por eso, tal vez no estaría diciendo lo que digo, porque…
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El relato del domingo, por Pedro Ruiz-Cabello (39): «Resignación»
Octubre era el mes que a ella más le gustaba, quizá porque era en el que había nacido. Le gustaban sus cielos de azul turquesa, manchados en ocasiones por leves nubecillas. Desde el patio, sentada en un sillón de mimbre, se quedaba a veces mirándolos; se relajaba haciéndolo, sus pensamientos fluían por un lecho blando,…
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El relato del domingo, por Pedro Ruiz-Cabello (16): Noches de invierno
En invierno anochecía muy pronto; a partir de las seis o las seis y media de la tarde estaban ya las calles del pueblo anegadas de sombras, algunos días recorridas por un viento frío que acuchillaba los rostros y las manos. Para los niños, sin embargo, no suponía ningún inconveniente la invasión de las sombras…
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El relato del domingo, por Pedro Ruiz-Cabello (15): La cámara
Si había un lugar en la casa de los abuelos que lo atraía especialmente, ese era sin duda lo que se conocía en la familia como la cámara, junto a la que se hallaban una especie de tabuco, una troj muy estrecha y dos graneros amplios que estaban situados a diferente altura. A todo aquel…
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El relato del domingo, por Pedro Ruiz-Cabello (13): El poema perfecto
Dámaso tenía treinta y dos años. Su producción poética era, a pesar de su edad, muy extensa, pues llevaba ya más de media vida dedicado a la poesía. Había renunciado a proyectos de trabajo y a condiciones más cómodas por no salir de su órbita; aunque más de una vez se había enamorado, no había…