Rafael Bailón: «Leo, lees, leemos»

La lectura es una actividad maravillosa, piedra angular que debiera ser trabajada en todas y cada una de las materias impartidas por un docente. Dominar la comprensión de un texto, ser capaz de interpretar lo que nos quiere transmitir un profesor, nos ayudará a mejorar nuestro rendimiento académico.
Aprovechemos el fascinante mundo que nos brindan los libros. Si somos padres o enseñantes, debiéramos trabajar con las generaciones futuras. Cierto es que las nuevas tecnologías resultan muy positivas, si sabemos emplearlas. Pero, no es menos cierto que leer se convierte en una actividad completísima con numerosos beneficios para sus destinatarios.

“Leer es parte fundamental de la vida cotidiana, pese a enfrentarnos con duros obstáculos o barreras, en una sociedad que apuesta claramente por la tecnología.”

Descifrar la información contenida en un papel es el objetivo del lector, así como el primero que se marca el escritor para sus lectores. Leer es parte fundamental de la vida cotidiana, pese a enfrentarnos con duros obstáculos o barreras, en una sociedad que apuesta claramente por la tecnología.

Mejorar nuestro léxico, así como la gramática, son algunas de las consecuencias positivas que se derivan de un acto tan sencillo y a la vez tan gratificante: disfrutar de un buen libro. A pesar de resultar una actividad aburrida para muchos de nuestros menores, podemos y debemos contribuir a extender el hábito lector entre nuestros jóvenes. Cambiar la percepción que tienen nuestros/as chicos/as no es tarea imposible.

Sin duda alguna, la forma de vivir de las personas suele ir muy ligada a la lectura. Mejoremos la autoestima de nuestro alumnado e incentivemos el acercamiento a los libros con iniciativas atractivas dentro y fuera de las aulas. Un libro nos permitirá reinventarnos, así como evadirnos de nuestra monótona realidad. No olvidemos que leer ayuda también a establecer relaciones con otras personas. Recomiendo lecturas que nos resulten amenas, si somos principiantes, avanzando poco a poco en busca de libros de niveles más avanzados o los clásicos.

Padres, madres y maestros de cualquier nivel, recordemos la importancia de la actividad que nos ocupa, con estrategias diversas que logren nuestro cometido. Contribuyamos con todo lo dicho a desarrollar el pensamiento crítico en los escolares. Que mi invitación no caiga en saco roto.

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