Así, este curso en la Formación Profesional Específica se han matriculado 11.590 alumnos y alumnas, que son los que cursan ciclos formativos. Las novedades para el curso 2009/2010 se centran, entre otros aspectos, en que se amplía el número de ciclos formativos autorizados. Entre ellos figura el ciclo formativo de grado superior de Infantil en el instituto Jiménez Montoya de la localidad de Baza; y el ciclo formativo de grado superior de Emergencia Sanitaria en el instituto La Zafra de Motril.
Con esta ampliación, en la provincia de Granada se imparten 124 ciclos formativos de grado medio y 91 de grado superior. En total 21 familias profesionales son las que se pueden cursar en la provincia de Granada en este curso 2009/2010. En conjunto en Andalucía el número de plazas ofertadas se eleva a 63.333. En la comunidad autónoma los ciclos ofertados ascienden a 2.043. Se reparten en grado medio (1.218) y en grado superior (825).
En lo que respecta no sólo a los número, la Junta de Andalucía se ha planteado este curso reorganizar la Formación Profesional para el Empleo con el fin de implantar un modelo más flexible, ajustado a las demandas de las empresas y coordinado con el sistema educativo. Así se recoge en el decreto, elaborado por la Consejería de Empleo y aprobado en septiembre por el Consejo de Gobierno, que integra las actuales FP Ocupacional (para desempleados) y Continua (para trabajadores en activo), además de mejorar su coordinación con la FP Inicial o Reglada (la del sistema educativo).
Junto a esta media, y a iniciativa de la Consejería de Educación, el Gobierno andaluz también dio luz verde al decreto regulador de los denominados centros integrados de Formación Profesional, donde se pueden impartir las dos modalidades. Han comenzado a funcionar este curso.
La primera de estas normas sustituye a la vigente desde 1997 y, además de fusionar las modalidades ocupacional y continua, incorpora dos novedades relevantes: la adaptación de la planificación de cursos a las necesidades del tejido productivo de cada territorio y la introducción de los certificados de profesionalidad, que reforzarán el reconocimiento de estas acciones formativas con la posibilidad de su convalidación por módulos de la FP reglada, según informó la Junta.
Respecto a la planificación, el nuevo modelo sustituye el actual sistema de convocatoria anual de cursos (en el que las entidades colaboradoras presentaban sus propuestas) por otro de varias convocatorias al año en las que la Consejería de Empleo detallará qué especialidades pueden promoverse en cada territorio para el desarrollo de los cursos. Estas especialidades serán fijadas por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) a través de su Sistema Argos de Prospección Permanente del Mercado de Trabajo, dependiendo del tipo de oferta laboral existente en cada una de las 45 áreas territoriales que componen la red de servicios de Empleo.
La otra novedad destacada es la regulación de los certificados de profesionalidad, figura creada recientemente por la legislación estatal. Estas titulaciones acreditan con carácter oficial las competencias adquiridas en los cursos, se incluyen en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales y pueden ser homologadas con módulos de la FP reglada del sistema educativo. La norma aprobada mantiene las actuales becas en concepto de transporte, manutención y alojamiento para desempleados.