«Nos mueve nuestro amor por la literatura, pues es un medio de comunicación entre las personas y de adquisición de la libertad de la mente. Las personas libro vamos por ahí narrando y lanzando textos al aire para quien quiera oírlos», nos comenta Mariló Valdivia, licenciada en Derecho y trabajadora del Servicio Andaluz de Empleo (SAE).
Por su parte, Eva Santamaría, presidenta de las Personas Libro de Granada, denominada oficialmente Farenheit 451, en referencia a la obra de Ray Bradbury, nos explica el origen de este movimiento y el simbolismo de los paraguas y de los pañuelos de color naranja (metáfora del fuego, porque 451º es la temperatura a la que arde el papel en la escala Fahrenheit) con los que acudieron a su última cita en la Fuente de las Batallas.
Esta traductora de francés y profesora de cursos de formación profesional ocupacional, junto con Mariló y Silvia que trabaja de administrativa, explican que fue el actor, dramaturgo y profesor de teatro, Antonio Rodríguez, quien iniciara este proyecto en Madrid hace aproximadamente seis años. Su rápida extensión por toda la geografía española, entre otras cosas porque junto con las numerosas personas que se han sumado a título individual, como es su caso, también lo han hecho diversas instituciones, como el Instituto Cervantes, el Pacto Andaluz por el Libro o el IAM.
Asimismo, cuentan que en todos los sitios siempre hay alguien que de forma espontánea se decide a narrar algún cuento o poema, tal y como ocurrió en su última visita al IES Los Neveros de Huétor Vega donde por segundo año consecutivo han realizado intervenciones para el alumnado de este centro y de los colegios de Primaria, gracias a la colaboración del ayuntamiento.
También destacan la libertad de cada una a la hora de elegir sus textos, y la disponibilidad para adaptarse a alguna efemérides u homenaje como los dedicados a Juan Ramón Jiménez, Mario Benedetti, Muñoz Rojas y Antonio Machado o la semana pasada al tema central de la Feria del Libro de Granada dedicada a música y poesía, por los que todos los textos narrados fueron poesías que han sido cantadas. «Al final se comprueba de que a todos, aunque sepamos leer, nos encanta que nos lean historias», cuenta Mariló antes de indicarnos sus preferencias por textos de Eduardo Galeano y poesía en prosa de Aurora Luque.
«A veces llegan personas muy afectadas que declaman, pero pronto le decimos que la narración tiene que ser con sencillez, sin colonizar la palabra. Esto es mucho más sencillo, se trata de contar sin florituras lo que han aprendido de memoria y mirando a los ojos», concluye.