A veces el mundo de la investigación puede resultar frustrante y otras reconfortante. Durante años se ha buscado el archivo de los marqueses de Bacares dada su relación con La Zubia; y que se daba por desaparecido tras nuestra infausta Guerra Civil (al menos así lo hacían constar algunos descendiente de esta familia). Pero recientemente la Junta de Extremadura ha dado a conocer un fondo que adquirió en 2006, el llamado fondo Clot-Manzanares, perteneciente a un matrimonio de anticuarios y bibliófilos y que se está digitalizando en la Biblioteca de Extremadura. En ese conjunto de documentos aparece parte de la documentación personal de estos marqueses y algunos documentos relacionados con nuestra localidad.
Pero ¿quiénes son los marqueses de Bacares y cuál es su interés en La Zubia? Sabemos que la relación nace del enlace entre una zubiense doña Francisca de Paula de Montes y Gómez (1821-1889) y un aristócrata madrileño, don Francisco de Paula Fernández de Córdoba Lasso de la Vega y Vera de Aragón (1817-1854), futuro marqués. La pregunta pertinente entonces es ¿cómo llegó esta vecina de la villa a casarse con un marqués? Aquí entramos en el terreno de las hipótesis, y todavía hay que investigar más sobre esta circunstancia. Se sabe que el novio vivía en Granada antes de su casamiento, concretamente en la carrera de la Virgen, probablemente administrando aquí parte de su patrimonio andaluz.
Este joven heredero debió relacionarse en Granada con otras familias de su entorno. Los padres de ambos cónyuges eran caballeros de Carlos III y gentilhombres de cámara del rey. La novia pertenecía a una familia local, los Montes, conocidos por ser los dueños de la Huerta Grande, pero auténticos potentados locales. Don Andrés de Montes Vela (1776-1852), se llamaba el padre de la novia, y había ascendido en la escala social desde La Zubia hasta conseguir cargos en la corte, aunque siempre residió entre la capital granadina y la villa. A su muerte acumulaba entre otras propiedades el Cortijo Parejo, el de la Matanza, el de la Inquisición, el de Zafra, Corbalillos, el cortijo Colorín o de la Tiña, Calderón, el de la Casilla, o las Hazas de Peralta, del Galeón y de Haro; además de una importante hacienda en Cázulas. Una herencia valorada sólo en tierras en más de medio millón de reales; para comparar podemos considerar la fortuna de otra potentada de la época, doña Teresa Acosta, viuda de Rodríguez, fundadora de la Banca Rodríguez Acosta, que a su muerte “sólo” dejó 426.615 reales.
Por su parte el novio pertenecía a una importante casa, la de los condes de la Puebla del Maestre. Su padre, don Francisco de Paula Fernández de Córdoba y Fernández de Córdoba (1785-1858), era X marqués de Bacares (hasta que cedió el título a su hijo), XIX conde de la Puebla del Maestre, VI marqués de la Torre de las Sirgadas, VI marqués del Vado del Maestre, Grande de España, Caballero de la Orden de Santiago y también de la de Carlos III. Fue además senador del reino, gentilhombre de cámara (como ya se ha dicho) desde 1812 y Alférez Mayor y Regidor Perpetuo de Jerez de los Caballeros (Badajoz). Su esposa y madre del novio era doña María Manuela Vera de Aragón y Nin de Zatrillas (1799-1839), marquesa de Peñafuente (1799-1839), y camarera mayor de palacio (desde 1816). Figura cercana al poder, estaba relacionado con los duques de Híjar, o el marqués de Alcañices; además como Grande de España, don Francisco tenía acceso a la corte y así lo expresaba frecuentemente en su correspondencia a su hijo, dándole traslado de las novedades de Madrid. Por ejemplo la que se reproduce más abajo que indica (sic): “el Duque de Híjar está mejor. A la comida que dio la Reina el otro día no asistió el Rey, se a dicho que por que estaba indispuesto pero otros dicen que fue por pique, lo cierto es que se encerró en su cuarto y no quiso recibir a nadie. Me alegro mucho que el mapita de camino de Madrid a Granada te aya gustado. Mañana estoy de guardia de Reyna y el Domingo estube de Rey y ves que amenudean”
En otra, de 20 de junio comentaba las últimas novedades (sic): “Ayer, como te decía, estube de guardia de Rey, por la noche fuimos al Liceo que se a buelto a abrir y era la sección de abertura, estubo bueno. Anoche también se encendió por primera vez la farola que han puesto en medio de la Puerta del Sol, aguardaron a encenderla a cuando pasara la Reina de vuelta del Liceo, por lo que estuvimos parados un rato para verla encender”.
El 30 de junio de 1848 le comentaba más chismes de palacio (sic): “la hija del Ynfante Don Francisco se a casado con Guell y de sus resultas la han quitado los honores de Ynfanta”. En otra misiva de 15 de julio le cuenta a su hijo que el día 24 siguiente (sic) “hay besamanos en La Granja y oy soaré en Palacio, abía de aber sido baile pero dicen que no será baile por estar la Reina en estado interesante”.
Volviendo a La Zubia, el matrimonio entre el marqués de Bacares y la zubiense se celebró, en el pueblo de la novia el día 17 de septiembre de 1841. En realidad se trató de una ceremonia doble porque el padre de la novia casaba a otra hija doña María del Mar de Montes y Gómez (1825-1887) con don José Marín Saavedra (m. 1896), otro rico hacendado local, nacido en Armilla, pero con tierras en La Zubia, Cájar y Armilla. De esta manera se festejaban dos enlaces, y se ahorraban costes.
Los jóvenes novios (él con 23 años y ella con 20) vivieron entre Granada y la corte madrileña. Tras su matrimonio el contrayente empezó a recibir cargos y honores de la casa, ya que era el futuro e inmediato sucesor de su padre (tenía eso sí, otros ocho hermanos). Fue nombrado Senador del reino por decreto de la reina Isabel II, de 1849, aunque parece que nunca llegó a ejercer el cargo. En 1850 su padre compró el edificio que construyó el primer marqués de Matallana en 1776 en la c/ San Mateo, 13 de Madrid; y que en la actualidad es la sede del Museo Romántico, adecuándolo como palacio principal. Ese mismo año se le dio formalmente posesión como XI Marqués de Bacares, el título de los primogénitos de la casa. Su padre gestionó igualmente para él el cargo de Gentilhombre de cámara de la reina Isabel II.
La correspondencia mantenida entre el Conde de la Puebla y su hijo, el marqués de Bacares, uno en Madrid y el otro en Granada permite conocer aspectos tanto de la vida granadina, como de la corte madrileña, y nos acerca a las aspiraciones del padre para conseguir un buen puesto para su hijo, y por otro lado tener noticias por ambas partes de lo que sucedía en cada ciudad, para muestra una carta del 12 de junio de 1848: “ayer por la tarde en Chamberí hubo agunos golpezillos por efecto de borracheras pero sin que tuviera parte la política y fue cosa que no llegó a la población de Madrid. Ayer estuve de guardia de Rey, me preguntó si abia tenido noticias tuyas y le dije que sí y lo que me dices del temblor de tierra, por la mañana tubimos capilla…”
En los siguientes años el matrimonio tuvo cuatro hijos: Francisca, nacida en Granada en 1845, Manuel igualmente engendrado en la capital de la Alhambra en 1845, Gonzalo nacido en La Zubia en abril de 1849 y el último don Francisco de Paula, nacido también en Granada en noviembre de 1850. A la postre éste fue el único superviviente porque el 18 y 19 de abril de 1849 murieron primero Manuel y luego la primogénita Francisca seguramente de alguna enfermedad infecciosa. Dos años más tarde fallecía el padre de doña Francisca, don Andrés de Montes, que fue enterrado en la capilla de la iglesia del antiguo convento de San Luis, ya exclaustrado y que había adquirido la familia en la desamortización. Allí sus hijos colocaron una lápida en su recuerdo, que ha susbsistido a los estragos que ha sufrido el inmueble en los últimos doscientos años. Así, reza la lápida:
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EN MEMORIA
DEL S. D. ANDRÉS DE MONTES
A CUYAS EXPENSAS FUE CONSERVADO Y REPARADO
ESTE TEMPLO, EDIFICADOS Y ADORNADOS SUS ALTARES
FALLECIÓ
A LOS 77 AÑOS DE EDAD EL DÍA 22 DE FEBRERO DE
1852
R.I.P.
EPITAFIO
PERPETUA EN LA TIERRA SEA SU MEMORIA
ABRIGO DEL POBRE SU MORADA FUÉ
DISCRETO CRISTIANO, DE FAMA NOTORIA
RECOJA EN EL CIELO PREMIO DE SU FÉ
EL LLANTO QUE CUNDE, AL DEJAR EL MUNDO
MUESTRA SERLA GRATO DEÍFICA FÁZ,
IMPLORAD, VIADORES CON ROGAR FECUNDO,
OBTENGA GLORIOSO SANTA ETERNA PAZ.
No acabaron las desdichas para doña Francisca, porque al poco tiempo de morir su padre, su esposo también falleció en 1854, con tan sólo 37 años, dejándola viuda al cargo de dos hijos pequeños. Uno de ellos, Gonzalo fue nombrado en 1855, XII Marqués de Bacares. Tras la muerte de su padre se había convertido en el heredero de su casa, pero tampoco disfrutó mucho de sus títulos porque murió antes de cumplir los ocho años en Granada en enero de 1857. Hoy está enterrado en el cementerio de La Zubia.
Al año siguiente (1858) fallecería el abuelo, el Conde de la Puebla del Maestre por lo que quedó como único hijo y heredero el benjamín, llamado como su padre y abuelo, don Francisco de Paula Fernández de Córdoba, que también sin cumplir ocho años en 1859 fue nombrado por Isabel II, XX Conde de la Puebla del Maestre con su grandeza de España aneja de segunda clase, sucediendo a su abuelo paterno, y XIII Marqués de Bacares, sucediendo a su hermano Gonzalo.
Estos últimos nombramientos fueron instados por su madre, nuestra paisana doña Francisca de Paula de Montes, que quedó desde entonces al frente de los estados de la Casa de la Puebla del Maestre, que tuvo que gobernar durante la minoría de edad de su único hijo superviviente. Usó desde entonces el título de marquesa viuda de Bacares con el que se la conocerá el resto de su vida. También intentó, en 1864 que su hijo fuese nombrado senador del reino, privilegio que tenían los Grandes de España, pero problemas burocráticos lo impidieron entonces.
(continuará con la Marquesa de Bacares)
AROMAS DEL LAUREL:
Un recorrido por la
historia de La Zubia.
Alberto
Martín Quirantes
Miembro del CEI Al-Zawiya
VER CAPÍTULOS ANTERIORES:
01 La Inquisición en La Zubia
02 Antonio Gala y los Sonetos de La Zubia
03 La Infanta de La Zubia
04 Los cementerios de La Zubia (1ª parte)
05 El órgano de la Iglesia de La Zubia
06 Los cementerios de La Zubia (2º parte)
07 La Huerta Iberos
08 Los cementerios de La Zubia (3ª parte)
09 La ocupación francesa en La Zubia
10 Los cementerios de La Zubia ( y 4º parte)
11 Trogloditas en La Zubia
12 Los mozárabes en La Zubia
13 Una escritora desconocida de origen zubiense: Doña Carmen Espejo Valverde
14 La llegada de la guardia civil a La Zubia (1ª parte)
15 La llegada de la guardia civil a La Zubia ( y 2)
16 El campo de Tiro de La Zubia
17 Los falsos señores de La Zubia y sus casas principales (1ª parte)
18 Los falsos señores de La Zubia y sus casas principales (2ª parte)
19 Los verdaderos señores de La Zubia
20 Francisco Fernández Navarrete (c. 1680-1742), un médico en la corte de Felipe V
21 Los marqueses de Bacares. (Parte 1ª)