En una loca carrera de éstas un pueblerino muy asustado corría de tal manera que en un zigzag mal dado trepó a una señora arrojándola al suelo. Todo maldiciones, ofensas y recuerdos para los familiares vivos o muertos de aquel que corriendo cegado le había derribado. Volcán parecía su boca, aquella que echaba maldiciones y berrinches a todo trapo. En un momento de calma, volvióse aquel que le había humillado y dirigiéndose a ella… reprocha: -Pero ¿Qué quiere señora?, si yo oí que venía el toro y lo único que quería era ponerme a salvo, que, por si no lo sabe… ¡La vida es muy amable!, y volviéndose rápido al oír ¡¡que viene el toro!!… que él creía de hueso y carne…, sin ayudar para nada a levantar a la señora, salió de nuevo pitando del escenario que poco antes él había montado.
Se apagaba El Toro Chispas, todo el mundo contando su particular aventura que la daba por la más interesante, todos hacían corros y a voces y aspavientos y aun con los nervios del momento cada cual y a la vez narraban sus angustias sus acciones de héroes o que él no se movió del primer rincón que cogió porque es lo más seguro.
“Los Z-70” reanudaron sus canciones, ahora más melodiosas y lentas para descanso del personal, todos cansados, sudorosos o quemados en carnes propias o los trapos. Cogía el ritmo la pista de baile, cogían las comandas los camareros, y todo como antes, bailones y mirones llenaban la plaza del pueblo.
Gran noche de “jarana”, gran noche de fiesta y una gran satisfacción en el director y responsables de aquellos hermosos días que nos habían revolucionado para bien.
Las tres de la madrugada, una luna llena coronaba la Cará. Agradable brisa subía de las riveras del río, que besaba el aterciopelado rostro de Mati, iluminado por la tenue luz de luna. Un finísimo aroma a mastranzo y verdor de alameda impregnaba el camino por la calle Madrid donde Mati acompañada de su Juan marchaba a su casa, era tarde. Caminaba con ellos su hermana más pequeña. Mati apenas hablaba, Juan le imitaba porque solo sus corazones hablaban. Sus furtivas miradas se entrecruzan y disfrutaban de aquel momento irrepetible sellando su amor, solo andaban muy despacio para que no terminara nunca aquel momento.
Juan detuvo sus pasos y ella se adelantó. -Adiós… Él no pudo decir nada, solo gritó en silencio ¡¡Adiós! Un último y tímido roce de manos cerró el embrujo de aquella noche.
La fiesta había terminado. Todo un éxito. Se lograron objetivos y en lo sucesivo veremos resultados y como haremos en la del año que viene. En que seguro Mati y Juan serán una pareja más de novios enamorados.
“DAR Y RECIBIR: ALEGRÍA, AMISTAD Y SINCERIDAD.
(NOTA: Ésta recordada y añorada Fiesta de La Juventud de Benalúa de las Villas qué tanto éxito tuvo y que tanto ha dado qué hablar. Se realizó gracias a la unidad, colaboración y entrega de la juventud de este pueblo que dio ejemplo de mucho y todo bueno. Gracias, chicos. Aunque ya tengamos muchos años.
LA JUNTA DIRECTIVA ERA ENTONCES:
Director: El sacerdote, Don Francisco Lombardo Valverde.
Nuestro Reconocimiento y Agradecimiento a su gran labor con la juventud de Benalúa de las Villas. Hijo adoptivo del pueblo debiera ser nombrado.
Presidente: José, Carrillo Benítez
Secretario: Gregorio, Martín García
Tesorero: Antonio, Romero Raya
Conserjería y Orden: Federico, Abril Ruiz, Alias “El Bibi” que E.P.D. A él le debe mucho el Teleclub. Una placa habría de tener en algún sitio,
que le recordara).
…/. Final
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Inspector jubilado de la Policía Local de Granada y
Autor del libro ‘El amanecer con humo’