Mis dos experiencias tras un Atril: un Cartel y un Pregón (2/2)

Tras la publicación, el sábado pasado, en IDEAL en Clase (muchas gracias como siempre querido Antonio Arenas) del artículo: “Dos Granadas de Oro para Jesús del Rescate (Sus Cofrades y sus Devotos, sobre todo los más necesitados): Presentación de los Actos del Centenario de su Cofradía”, me han llamado y escrito muchos amigos diciéndome que publicara los textos de la presentación del Cartel y del Pregón que hice en 2018 y en 2019, respectivamente, mis dos incursiones tras un Atril, de Hermandad de Gloria y Cofradía de Penitencia. Son un poco largos, pero se leen fácil…

Un cordial saludo para los lectores y lectoras de IDEAL en Clase.

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EL PREGÓN

Pregón de Semana Santa de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate, Señor de Granada y Granada de Oro de la Ciudad, a cargo de Antonio M. Alaminos López, Cofrade del Rescate, en la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena, el sábado 9 de Marzo de 2019, a las 20,30 horas.-

Y Poncio Pilato presentándolo ante el pueblo dijo ‘Ecce Homo’, ‘He aquí al Hombre’.

Manso y humilde como un cordero llevado al matadero.

Coronado de espinas y con manto púrpura.

Este Altar, magnífico trabajo de la Vocalía de Priostía, nos debe evocar, en estas fechas cuaresmales, los dos juicios que Jesús sufrió antes de subir al patíbulo de la Cruz.

El primer juicio fue, el religioso, el que tuvo lugar en la noche del Jueves Santo ante el Sanedrín, con Anás y Caifás. Allí recibió las injurias y un bastonazo en su pómulo.

El segundo juicio, fue el político, en el palacio de Poncio Pilato, al salir el sol del Viernes Santo. Allí Jesús sufrió las burlas, el escarnio y la condena a muerte.

‘Y el moratón está en tu mejilla divina, “Padre mío y Redentor”.

Y tu mansedumbre, ante las afrentas, está en tu cara serena, “dulce Jesús del Rescate”.

Y por tus manos atadas y ante tus pies descalzos, “yo te pido por Tu Amor, que ese Amor Tuyo me mate antes que serte traidor”.

Ruega por nosotros Señor de Granada.

Redímenos de nuestras cautividades, Jesús Trinitario de la Granada de Oro.

Muchas gracias querido Presentador y Cofrade Mayor, José Antonio Maroto, por tus afectuosas y sentidas palabras, que Jesús del Rescate te colme de bendiciones, junto a tu familia y a cuantas personas han venido a este Pregón.

Hace 10 días que fue presentado el Cartel de la Cofradía, en una mesa redonda de capataces de martillo plateado, y una especie de agitación, como cada año desde ese momento, se ha desatado, recorriendo calles y plazas, desde los escaparates que proclaman el contenido del Cartel anunciado.

Y así, el día 1, primer viernes de marzo, hace 8 días, los granadinos besaron con solemne veneración el pie izquierdo de Jesús del Rescate.

Tradición que se vive en toda España ese bendito viernes, con las advocaciones de los Cristos Trinitarios ‘Rescatados y Medinacelis’.

Hace tres días era Miércoles de Ceniza y los granadinos cantaron “Perdona a tu pueblo Señor” y se inició este tiempo de Cuaresma, tiempo fuerte de la Liturgia Católica, con Oraciones, Ayunos y Limosnas, que culminarán en el Día de la Pascua de Resurrección.

Y este pasado lunes, 4 de Marzo, comenzaron los días del Piadoso Quinario a Jesús del Rescate, que hemos coronado esta tarde con la solemne Función Principal de Instituto, en la que los nuevos Cofrades han recibido con emoción su Medalla.

Ayer viernes, llamado litúrgicamente “viernes después de Ceniza”, 8 de marzo, los granadinos se pusieron a los pies de San Juan de Dios, Co-Patrón de la Ciudad, cuya Reliquia se porta en el frontal de la Canastilla de nuestro Paso Procesional. Y que aquí besamos al finalizar la Misa del último día del Quinario.

Y dentro de unas horas, los Cofrades oiremos con emoción el Pregón Oficial de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Granada, en el Teatro Isabel La Católica, con las palabras de un gran cofrade como es Álvaro Barea, que pregonó espléndidamente a esta Cofradía hace unos años.

Y en la Misa de mañana Primer Domingo de Cuaresma, y también en esta tarde de Vísperas, acompañamos a Jesús en las “tentaciones que sintió en el Desierto” y oímos sus respuestas: “No solo de pan vive el hombre… Está escrito, al Señor, tu Dios adorarás y a Él sólo darás culto… Y está escrito, no tentarás al Señor tu Dios”.

Y el miércoles que viene, será el 6º Aniversario de la Elección del Papa Francisco.

¡Y desde ya le pedimos, a Jesús del Rescate, como siempre, que ayude a su Santa Iglesia y a la Persona de su Vicario en la Tierra!

Porque la Iglesia es militante en sus fieles de este mundo, purgante en sus Benditas Ánimas del Purgatorio y triunfante en sus Santos del Cielo.

Y este Pregonero quiere, desde muy joven, ¡una Iglesia militante fuerte, fuerte, para con sus enemigos; y misericordiosa y madre para con las personas!

¡Faltan sólo 37 días para el Lunes Santo!

Y este Pregonero, que se asoma con sencillez por segunda vez a un Atril Cofrade, anuncia a voz en grito y con gozo:

¡Qué se acercan los días en que la Sagrada Imagen de Jesús del Rescate será portada por sus Cofrades por el Barrio de La Magdalena:

En Devoto Viacrucis, el Viernes de Dolores.

Y también en Fervorosa Estación de Penitencia a la Catedral de Granada el Lunes Santo!

¿Qué Lunes del año no lo son del Rescate?

También anuncio que, unos días antes, tendremos la Procesión Infantil, semillero de Cofrades.

Futuro de la Hermandad que se hace presente en los niños.

Con chocolatada incluida para monaguillos y roquetes el Sábado de Pasión.

El mismo día que tendrá lugar la ofrenda floral y el Acto de Subida al Paso.

Donde la penumbra, el silencio, la oración y las saetas se hacen emoción en un Cristo que parece que anda solo entre las nubes del incienso; y el pasado año portado por manos de religiosas de esta clausura y también de religiosos y religiosas de vida activa.

Pregono esta tarde que, el 15 de Abril, Lunes Santo, se abrirán las puertas de esta Parroquia un cuarto de hora antes de lo que era tradicional desde hace años.

Y esta Cofradía celebrará (Dios mediante) su Estación de Penitencia con Solemne Procesión, siendo el itinerario de:

Placeta de Jesús del Rescate, Calle Puentezuelas, Obispo Hurtado, San Miguel Alta, Cruz, Puentezuelas nuevamente, Recogidas, San Antón, calle Pino, Acera del Darro, Carrera de la Virgen, Plaza de los Campos, Plaza de Mariana Pineda, Ángel Ganivet, Puerta Real de España, Alhóndiga, Jáudenes, Marqués de Gerona, Plaza de las Pasiegas, Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Granada, Cárcel Baja, San Jerónimo, Postigo de Zárate, Málaga, Fábrica Vieja, Plaza de la Trinidad, Alhóndiga, Gracia, Placeta de Jesús del Rescate y a su Templo.

¡Qué emoción al nombrar estas granadinas calles por las que pasará Jesús para la veneración de los granadinos y visitantes!

¡En el Lunes de la Semana Mayor del Año!

Todo esto, y mucho más, es lo que grita este humilde Pregonero.

En el Evangelio de la Santa Misa de esta mañana de sábado hemos oído, del Evangelista San Lucas:

“Vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: ‘Sígueme’. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió…, pues, no necesitan médico los sanos sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan”.

Desde nuestra pobreza y debilidad queremos seguir tu ejemplo y tu doctrina, Señor.

Porque ser Cofrade de Jesús del Rescate es una Vocación. Porque ser devoto de Jesús del Rescate es una Vocación.

¿O cómo creéis que habéis venido esta noche al Pregón? ¿O al Besapié? ¿O al Quinario estos días? ¿O por qué vendréis al Viacrucis o a la Estación Penitencial? ¿O por qué entráis a visitarlo al pasar por delante de esta Iglesia? ¿O por qué charláis con Él en vuestra casa, por la calle o en vuestro trabajo? ¿O por qué participáis en los Cultos mensuales de los primeros viernes de mes todo el año?

La respuesta es simple y sublime a la vez: ¡Porque respondemos a su llamada, ‘ven y sígueme’, cada uno como puede!

Porque respondemos a una llamada Vocacional Cristiana, cuyo camino nos dejó marcado su Bendita Madre y Madre nuestra, al decir: “Haced lo que Él os diga”.

Pero ¡envíanos tu Espíritu, porque solos no podemos!

Porque ser Cristiano hoy en día es comprometido, porque ser Cofrade hoy en día es estar señalado.

Sí, ¡señalados! Señalados, como poco, como, ‘capillitas trasnochados en esta acelerada sociedad’.

Pero escrito está, ¡‘Bienaventurados cuando hablen mal de vosotros por mi causa’!

Y, señalados, sobre todo, porque nuestras flaquezas de todo tipo son muchas.

¡Santa Faz de Jesús del Rescate, ten Misericordia!

-Reverendos Párrocos ‘in Solidum’ de la Parroquia de Santa María Magdalena, don Manuel Ordóñez y don Victorino Benlloch, ambos también Muy Ilustres Capellanes Reales de nuestra ciudad.

-Reverendos Padres y Religiosos de la Orden de la Santísima Trinidad, Redentora de Cautivos.

-Reverendas Madres Agustinas Recoletas de este Convento del Corpus Christi.

-Reverendas Madres Siervas de Evangelio del Convento de la calle de su fundador, el Obispo Hurtado.

-Querido Cofrade Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate.

Y su Junta de Gobierno, que tan generosamente me propusisteis para realizar este Pregón.

-Reverendo Padre, Fray Juan José Hernández, de la Orden Hospitalaria, Rector de la Basílica de San Juan de Dios, Copatrón de Granada, y Gran Maestre de sus Caballeros y Damas.

-Señor Hermano Mayor de la Archicofradía de la Virgen del Rosario Coronada, Copatrona de Granada.

-Señor Hermano Mayor de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza de esta Parroquia.

-Miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Virgen de los Dolores.

-Hermanos de las distintas Hermandades y Corporaciones que nos acompañáis esta noche.

-Hermanos y Hermanas de la Cofradía de Jesús del Rescate.

-Devotos del Rescate.

-Queridísimas Esperanza madre y Esperanza hija.

-Amigos, amigos todos, y Hermanos en Cristo:

Cuando recibí la llamada de José Antonio Maroto, nuestro Cofrade Mayor, estaba en la Catedral viendo la exposición “Tu Gracia vale más que la vida” título de la interesantísima muestra que allí se ha exhibido hasta hace poco, dedicada a la historia de la Iglesia Mártir de Granada, conmemorando especialmente el 450º aniversario del fallecimiento de los Mártires en las Alpujarras en la Navidad de 1568.

¡Porque la Iglesia siempre se ha asentado sobre la semilla de los numerosos Mártires que dieron su vida por la Fe Cristiana! ¡Y así sigue siendo en nuestros días de muy diferentes formas, más o menos cruentas, más o menos solapadas!

Como estamos en confianza junto a Nuestro Padre Jesús del Rescate os diré que me ha costado gran esfuerzo escribir este Pregón.

Que he tenido que rezar a la Corte Celestial para hacer este honroso encargo.

Que me he encomendado a mi pariente don Javier Alaminos (q.e.p.d.), párroco que fue de San José en el Albayzín, el templo que cobija al Cristo de la Misericordia, el Silencio de los Mora. Don Javier, sacerdote santo, que predicaba con la Sagrada Escritura en su corazón y con sus obras misioneras.

Y además os voy a contar, por lo bajito, seis de los más lejanos recuerdos que vienen a mi memoria sobre nuestra Cofradía.

Y otras vivencias más cercanas que también relataré.

-El primer recuerdo es el de los sonidos de los tambores y las cornetas que se acercaban por la Plaza de la Trinidad y retumbaban en el silencio de la noche de nuestro Barrio de La Magdalena.

“Entonces era un silencio profundo,

el más profundo que imaginarme pudiera.

A esas horas no había casi ruidos,

y si alguno había era conocido,

ni ruidos de coches,

ni de televisiones,

ni de nada.

Sólo el sonido lejano de las locomotoras de la Renfe haciendo las maniobras de enganche y desenganche de vagones para la composición de los trenes de mercancías y de viajeros en la Estación de Andaluces, rumor que hasta aquí llegaba, traído por el aire nocturno de Granada.

Así era el silencio en las noches de Granada en la Semana Santa.

¡Sólo silencio!

A intervalos roto por tambores y cornetas.

Era este Pregonero muy,

muy, pequeño.

Y estaba ya en la cama en un duerme vela,

como el que se tiene al inicio de la noche de los Reyes Magos.

Y recuerdo ver entrar a mi madre en el cuarto de la calle Puentezuelas y decir: ¡Ya viene el Señor!

¡Voy a vestirte rápido y bajamos con papá al portal a verlo!

Y los 69 escalones de blanco mármol, bien conocidos por mí,

eran la escalera celestial,

que a Jesús nos acercaban.

Y los vecinos, todos, hasta con Manuel el Sereno, en la acera esperaban, a que Jesús del Rescate llegara,

al filo de la madrugada.

Camino de su Convento.

andando hacia su morada”.

“El enorme estandarte,

era vela de barco,

que frente al Palacio de las Columnas navegaba.

Allí paraba también el de Navas Parejo,

el del Rostro de Plata,

y hacia la puerta del Fundador,

la que fuera casa de don Ramón Contreras,

una inclinación iniciaba”.

“Los faroles de cristal iban sobre largas varas de madera que,

algunos nazarenos,

ya en horizontal sobre los hombros,

por el cansancio,

así los portaban”.

“Y los cirios encendidos,

los adoquines iluminaban,

en las calles de tenues farolas,

de tiempos recios,

de tiempos duros”.

“Y por fin, llegaba,

la imponente imagen de Jesús del Rescate,

la de cola larga bordada,

de escapulario de plata,

de amarillo topacio,

de soga dorada, que amarraban las manos más preciosas, y la cintura más quebrada”.

“De corona de espinas, la cabeza rematada, con potencias de gloria, que dejaban ver la cara más bella, golpeada y serenada.

Iluminada por focos eléctricos,

que ningún detalle ocultaban,

en su paso de claveles rojos,

rodeado de 32 candeleros de cera encendida,

con peana labrada,

todo ello de plata,

y ángeles en las esquinas,

que a Dios adoraban”.

Absolutamente imponente para un pequeño niño como era este Pregonero que, en la puerta de su casa, rodeado de sus padres y vecinos, que al Señor de La Magdalena rezaban”.

“Y le seguíamos hasta la Parroquia que, a todos con sonidos de campanas convocaba. En un recorrido conocido,

En un recorrido de comercios

y lugares familiares, a un lado y a otro de la calle Puentezuelas”.

Desde los palacetes del Conde y el de los Contreras,

estaban:

La tienda de Miguel y de Trini,

la de Alaminos,

con miel de abeja y caña,

la barbería de Ramón,

la fábrica de terrazos de los Enguix,

la imprenta de don Mariano,

la mercería de Encarnita,

la carpintería de Antonio,

la bodega de Natalio,

la residencia de universitarias de las Misioneras del Sagrado Corazón,

la droguería de Juan,

los luminosos de Velilla,

las Aliadas de Jesús por María,

la pastelería del Buen Gusto,

la cochera de los cosarios y los taxistas de los pueblos,

la lechería de Emilio,

la fotografía de Vergara,

la zapatería de los Escudero,

las especias de Barranco,

el estanco de los sellos,

y la esquina de los Goya,

con su cine,

y el sonido de las tazas de café sobre el mármol”.

Y el corazón de este Pregonero se estremece al recordar a tantos y tantos vecinos, devotos del Rescate.

Pero no, ¡fuera tristezas, están con Él y eso basta!

Que, ¡‘Granada es del Rescate y que el Rescate es de Granada’!

Me Bautizó, un 2 de Octubre Festividad de los Santos Ángeles Custodios, don Fernando Mendoza Ruiz, entonces Coadjutor de esta Parroquia de Santa María Magdalena y en la actualidad Canónigo Penitenciario Emérito del Pilar de Zaragoza.

A quien este Pregonero visitaba en la Catedral cuando el Servicio Militar en esa ciudad aragonesa realizaba.

Mi devoción a Jesús del Rescate podíamos decir que nació ese día de mi Bautismo en esta Parroquia, porque la Pila Bautismal estaba entonces en la primera Capilla de la izquierda, y los nuevos Cristianos éramos ofrecidos con el rezo de una Salve a la Virgen Trinitaria, conocida como “Nuestra Señora del Buen Parto”, que preside el altar de esa Capilla, con sus padres San Joaquín y Santa Ana a los lados.

Y además, me contaron que, luego fui llevado a la Capilla de Jesús del Rescate para rezar un Padrenuestro, pues mis abuelos maternos eran devotos de Jesús llamado ‘El Pobre’, que está en la madrileña Parroquia de San Pedro el Viejo, en la calle del Nuncio, en el Madrid de los Austrias.

Allí acudían muchos viernes mi abuela Dolores, mi madre Juana y mi tía Loli. Y hoy lo hace mi prima Lola, abogada delSagrado Tribunal de la Rota de Madrid.

-Un segundo recuerdo es de altura.

A la altura que me subió mi abuela paterna, Remedios, que más bien me lanzó al toldo de una camioneta que repartía bebidas y estaba parada al final de la calle Alhóndiga, desde donde, tumbado, pude ver discurrir la Procesión del Rescate y ver salir a la Virgen de los Dolores desde San Antón, siguiendo tras Jesús del Rescate.

Posición casi irreverente, pero muy cómoda y de una excelente visión para un chiquillo que no había hecho todavía su Primera Comunión.

-Un tercer recuerdo se refiere al día en que recibí el Pan Eucarístico por primera vez.

Fue en 1967, en esta Parroquia, y de manos de su recordado Párroco don Alberto Gómez Matarín (q.e.p.d.) que, además, fue Arcediano de la Catedral de Granada.

Y recité el Credo en voz alta, de memoria, en nombre de todos los niños que hicimos la Primera Comunión.

Ese día una oración de súplica salió del pensamiento de toda la familia hacia Jesús del Rescate por mi padre, aquejado de tres hernias de disco en la columna.

A los pocos meses, ya en 1968, fue operado con éxito.

Entró en el quirófano con una estampa en blanco y negro del Rescate que aún conservo con gran aprecio.

Fue la primera operación de esa envergadura que se hizo entonces en Granada, pues las anteriores se realizaban en el Hospital de La Paz en Madrid. ‘De Madrid al cielo y una escalera para verlo’, que dice un castizo refrán.

-Un cuarto recuerdo es, el ver cómo se escogían los ‘cargadores’, entonces eran así llamados los costaleros pagados, para llevar el paso de Jesús del Rescate.

El capataz subido en el poyete o banco de piedra, de la fachada de la Parroquia, decía:

Tú sí, tú también, aquel otro que venga…

Y luego, el Cofrade Mayor o alguna persona de su Junta de Gobierno, sacaba del bolsillo el dinero en billetes, que muchas necesidades paliaban.

Y otros, una garrafa de vino arrimaban.

“Y los cargadores,

hombres como castillos,

se admiraban de la peana,

de los 32 hacheros,

y del estandarte.

Todo ello de plata.

De los respiraderos de clavel rojo,

de la vela agigantada,

de los cuatro angelotes que faroles portaban,

de la túnica de cola bordada,

de las sogas entrelazadas,

pero al llegar a ver Tu cara,

las lágrimas brotaban,

en esos hombres como castillos,

como en las mejillas de chiquillos de vidas intrincadas.

Y a portarte en sus hombros,

así se apresuraban”.

-Un quinto recuerdo se refiere a ver pasar por la calle Reyes Católicos, haciendo esquina con la calle del Corral del Carbón, algunas Hermandades desde el balcón de los abuelos de la familia Martínez Garzón, a la que Javier, compañero de los Maristas, a los amigos allí nos llevaba, cuando aún a la baranda casi no llegábamos y por los barrotes asomábamos las caras.

-Y por último, el sexto recuerdo.

Salir con la túnica de don José Campos (q.e.p.d.)

Cuando era muy joven, diría que pequeño, don José me ofreció su túnica de Cofrade del Rescate para salir en la Estación de Penitencia.

Vivíamos frente por frente en la calle Puentezuelas.

Hubo que adaptarla, metiéndole por todos lados, pero sin cortar nada de terciopelo.

Todo fue alegría e ilusión y, como no, agradecimiento a don José.

Así estuve saliendo varios años.

Llevaba su papeleta de sitio en mis manos con guantes apretada.

Luego, llegó el momento de devolverle la Túnica.

Y tiempo después don José falleció y con ella fue amortajado.

¡Desde entonces, siempre he vivido la suma importancia de nuestro Hábito Penitencial!

Y cada Lunes Santo recuerdo a don José y a tantos Cofrades que con Él están.

Y escucho por la mañana el mismo Evangelio de San Juan, porque la lectura es fija, fija, cada año, y así sé que verdaderamente, ¡es Lunes Santo!:

‘Seis días antes de la Pascua (es decir, el Lunes Santo) Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos. Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume. Dijo Judas Iscariote, el que lo había de entregar: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres? Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón. Y Jesús dijo: «Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura. Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre me tendréis». Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús’.

¡Y así, definitivamente, aquí en La Magdalena ya es Lunes Santo!

Y nosotros, ¿quiénes somos en este pasaje evangélico para meditarlo por la tarde como cada año en la Estación de Penitencia?:

‘¿Somos Marta, o somos María, o Judas Iscariote, o Lázaro, o los curiosos que van a verlo, o los discípulos, o los invitados, o somos los vecinos del pueblo, o los pobres, o los enfermos, o los sumos sacerdotes, o los que se les iban, o los que creían, o los resucitados, o los muertos?

¿Somos olor, o nardo, o perfume puro, o mesa bien servida, o sagrados pies, o suaves cabellos, o trescientos denarios, o sepultura, o cena, o Pascua, o simple bolsa de dineros?’

Cuántos personajes y cosas en un pequeño pasaje del Evangelio. ¡Pero el más importante eres Tú Jesús, Jesús y Rescate nuestro!

Y, dando un salto en el tiempo, llegamos a las vivencias de periodos más recientes:

-Mi única experiencia como Costalero se remonta a 1979.

Fue con el Palio de Nuestra Señora de la Paz de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, La Borriquilla.

Porté el Palio, como patero derecho, desde la estatua de Isabel La Católica y Colón hasta entrarlo en su templo de la Parroquia de San Andrés.

No puedo olvidar la forma de fajarme, los sentimientos bajo el Palio, la voz del Capataz, la unión con los demás Costaleros, la dificultosa entrada en San Andrés, las oraciones, la alegría y los comentarios mientras comíamos el bocadillo en la calle Elvira tras el esfuerzo.

Excuso decir cómo tenía al día siguiente los hombros.

Pero me sentí fenomenal, junto con todos los amigos del Grupo Scout San Jorge que estuvimos en las trabajaderas.

Ser Costalero del Rescate tiene su dificultad, y de muchos jóvenes es su anhelo, para llevar a Jesús Rescatado al compás de los sones del acompañamiento de la Agrupación Musical de Santa María Magdalena, de la sevillana localidad del Arahal.

Agrupación madre y maestra del estilo de música cofrade heredado en su origen, en la década de los sesenta, de varias bandas de la época, especialmente de la antigua Banda de la Guardia Civil de Sevilla.

“Hermano Costalero,

hazme un sitio en tu trabajadera,

que quiero llevar a Jesús manso y humilde,

por plazas y callejuelas,

donde suenen las campanas,

de las Siervas,

de San Antón

y de La Magdalena.

Hermano Costalero,

hazme un sitio en tu trabajadera,

que quiero llevar al Rescate

por el barrio y la calle Puentezuelas, al son de los toques, de una agrupación,

madre y maestra”.

Recuerdo, igualmente con emoción, el primer Pregón de la Semana que escuché.

Fue el de don José Gómez Sánchez Reina en 1982.

Todo en verso.

Una poesía con otra.

Dedicadas a cada una de las Cofradías granadinas.

Y con el Salón de Plenos del Ayuntamiento lleno.

De pie pegado a una cortina roja de adamascados.

Viendo pasar con emoción toda la Semana Santa de Granada en mi imaginación, gracias a las palabras de don José.

Y aplaudiendo sin parar, a la vez que todos los que estábamos en el Salón Consistorial.

Durante varios años salí de representante del Rescate en otras Cofradías cuando sólo iba una persona por Hermandad.

Unas veces con Túnica y otras, pasados unos años, con traje oscuro.

En el Silencio, en las Penas, en la Santa Cena, en el Rosario, en la Soledad de San Jerónimo y muchas más.

Siempre con la Carta de Presentación y el Báculo que el Cofrade Mayor me entregaba para tal cometido.

Eran los tiempos de Luis Quesada. (Que el Rescate te cuide y e.p.d.)

De la renovación casi total en la Cofradía.

El patrimonio, los Cultos, la música, las bullas… Toda una ilusión para los Hermanos.

Fue cuando compré mi Túnica de terciopelo traído de Portugal.

Y eran los tiempos en que Emilio Velilla, decía: ‘Para un Viacrucis sereno, y una Procesión excelsa… los cantos de Alaminos, y la Banda de Marchena…’

Y llegamos del ‘viaje de novios’ a Granada un Lunes Santo.

Con tiempo para que mi mujer Esperanza se inscribiera esa mañana como Cofrade del Rescate y yo pudiera salir en la Estación de Penitencia esa tarde.

Y así, Esperanza, la niña, salió Cofrade sin más remedio.

Y porque fue Bautizada, cuando Jesús del Rescate estaba aquí, en el Altar Mayor de la Parroquia, en sus Cultos del Quinario.

Y bautizada, con el agua del río Jordán, por don Antonio Peinado (q.e.p.d.) que había estado con nosotros en Tierra Santa cuando nos conocimos…

‘Casamiento y mortaja del Cielo baja’, dice nuestro sabio refranero.

Estrené los ‘Faroles de la Cruz Guía’ y los llevé varios años.

También las ‘Bocinas’ y las he llevado muchos años más.

Un secreto, me hubiera gustado estrenar el ‘Senatus’.

Era una insignia que llevaba tiempo pidiendo.

Resultó una obra estupenda, pero pesaba mucho para mi.

Hasta que hace tres años pasé nuevamente al Cirio.

El tiempo no pasa en balde.

“Nazareno hazme sitio,

que contigo quiero rezar,

alumbrando con pálida cera,

por donde ha de pisar,

la misericordia más serena,

de esta Granada insondable.

Entre las saetas de Curro,

y los cantares del Comprade.

Y desatar esas sogas,

que aprietan las divinas manos,

y ahogan tu sacra cintura.

Nazareno hazme sitio,

que contigo quiero rezar,

yendo y volviendo de la Catedral”.

Que conste que el Escapulario de Plata de Navas Parejo es una joya.

Pero me pasé años pidiendo un Escapulario Trinitario, de fondo blanco y cruz roja y azul, para el Rescate.

Y lo hice escribiendo en nuestro boletín “Christi Passio” y también en la revista “Gólgota” de la Real Federación de Cofradías.

Por cierto, que, en el Gólgota del pasado mes Junio del 2018, Jesús del Rescate, fue la portada… ¡Una espléndida portada que resaltaba en blanco y negro!

También pedí el Escapulario desde las páginas del diario IDEAL.

¡Y hay que reconocer que, este pasado año, el diario, estuvo lleno de noticias de nuestra Hermandad!

Y llegó el Escapulario con motivo del 75 Aniversario donado por los Trinitarios.

Antonio Alaminos López

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