De izquierda a derecha Julia Bermúdez, Pepe Barcelona y Julio Roca ::P. Silvente.

Jose Justicia: «Contándonos recuerdos para construir una experiencia literaria»

Personas que empezaron a llegar bastante antes de la hora en la que debía iniciarse el acto que nos había convocado, portando consigo sensaciones muy variadas que iban sumándose en el hall del museo. Saludos y abrazos emocionados por reencuentros esperados e inesperados, en algunos casos tras varias décadas, reconocimientos llenos de sorpresa de tal o cual persona a la que se le había perdido la pista, etc.

Asistíamos a un acto organizado por la Sede Permanente de la Universidad de Murcia en La Unión y la Asociación Cultural Ciudad de La Unión, con la participación del escritor unionense afincado durante décadas en Granada José Federico Barcelona, conocido en su pueblo como Pepe Barcelona, de quien surgió esta idea de hacer un encuentro para contarse recuerdos y convertirlos en literatura, y en el que colaboraron también el Club de Lectura La lectura nos une, el Centro Social de Personas Mayores de La Unión, el grupo de teatro Badar Kablar, y el Ayuntamiento de La Unión.

Cartel del acto

Contándonos recuerdos para construir una experiencia literaria. Este era el motivo que nos reunía aquella tarde. Previamente, para la difusión del acto y animar a participar en el mismo, el autor, en colaboración con los organizadores, había realizado un vídeo animando a asistir y compartir recuerdos propios. Pero lo cierto es que no creo que se esperaran una respuesta tan entusiasta ni tan masiva.

En las semanas previas, se pidió a quienes quisieran compartir sus recuerdos, que lo comunicaran a los organizadores y los llevaran por escrito. Y que fueran breves, que no excedieran de los tres minutos. Sin embargo, debido a la gran respuesta y a la alta participación que desde muy pronto se empezó a vislumbrar, se pidió que fueran aún más breves.

Queremos agradeceros vivamente el interés que habéis mostrado por participar en esta convocatoria, así como vuestra colaboración y cooperación solidaria para reducir vuestros tiempos de lectura de forma que todas y todos podáis leer, iniciaba así el acto Julia Bermúdez Muñoz, coordinadora de la Asociación Cultural Ciudad de La Unión, explicando a continuación cómo habían ideado la organización del mismo.

Siempre se ha dicho que la infancia es una etapa fundamental en la formación de un escritor, y como Pepe nació en 1957, vivió su infancia en la calle, como muchos de quienes estamos aquí. Aunque en La Unión por aquel entonces casi todo estaba viejo y manga por hombro debido al cierre de las minas y de la falta de trabajo, para nosotros, los chiquillos que teníamos 8, 9, 10 años, casi todo olía a nuevo. Y es que, después de los decimales y los quebrados que nos traían de cabeza en la escuela, salíamos cada tarde a la calle con el pan y el chocolate. Y ese salir era un entrar, entrar en un mundo sin adultos. Eran las palabras iniciales de Julio Roca, miembro de la Sede Permanente de la Universidad de Murcia, continuando con un bello fragmento de aquellos recuerdos de infancia, para pasar a presentar con gran admiración a su paisano, el escritor Pepe Barcelona, sus publicaciones y premios, nacionales e internacionales.

Pepe, en tu libro “Transterrados y durmientes” hay una serie de relatos en los que te inspiras en tus experiencias infantiles, de adolescencia y de primera juventud en La Unión, para verterlos en forma literaria. ¿Qué queremos decir cuando afirmamos que los recuerdos pueden constituirse en materia literaria? Preguntaba Julio Roca al autor.

Tras los agradecimientos pertinentes al público asistente, al enorme trabajo y buen hacer de los organizadores, antes de responder a esta cuestión, afirmaba el autor que los protagonistas iban a ser las propias personas allí presentes. Los recuerdos son y han sido siempre materia literaria y de muy diferentes formas. Por ejemplo, desde finales de la década de los 70, hay una literatura que se ha llamado de autoficción, que consiste en usar la propia vida y los recuerdos como materia para crear literatura de ficción. Algo así es lo que yo hago en el libro “Transterrados y durmientes”, en los relatos “El pico del minero”, “El pico-esquina”, “El pico del Águila”, “El pico de los ochenta” y “El quinto pico”. Hablo de mí mismo, de mi infancia y primera juventud, pero lo que se cuenta está cubierto por una capa de ficción y no todo es verdad. Pero esta tarde, traeremos al presente recuerdos que nos hablan realmente de La Unión que cada cual vivió. En tres pequeños textos de ese mismo libro, titulados “La sirena”, “Tiña” y “El niño y los libros”, sí cuento recuerdos verdaderos, no ficcionados. Algo parecido a lo que en 1978 hizo un autor francés en su libro “Me acuerdo”, George Perec, que juntó 480 recuerdos muy breves, de temas muy variados, con los que construyó una mirada personal de la Francia de mitad del siglo pasado. Esto es lo que nos trae aquí hoy. Modestamente, hacer un viaje por los recuerdos personales para crear un pequeño tapiz de memoria colectiva de nuestro pueblo, concluyó así su exposición Pepe Barcelona.

Lectura de La sirena por parte de Pepe Barcelona ::P. S.

A continuación, para iniciar este desfile de recuerdos colectivo, leyó uno de estos textos:

La sirena

[Pasarela 1]

A menudo oigo la sirena tan vivamente como surgida de un sueño.

Al final de una leve cuesta que partía de la calle principal, estaba La Maquinista en su trono negruzco. En el camino, una fábrica de gaseosas ofrecía respiro y un refresco a los trabajadores. Cerca se levantaba el mercado público, grande y bello como la Gare du Nord de París.

El pueblo era sencillo, con pocos ricos ya. Antaño, la codicia y a crueldad perforaron montes y entrañas humanas. Sobrevivió a la plaga una fraternal cultura obrera suspendida en bares y a la salida del cine, tras una película de romanos, y en las fiestas patronales, cabalgados sobre un caballito de montaña rusa con una manzana de caramelo en la mano.

Pasaban a diario ellos y su orgullo por las calles como humildes hormigas con fiambrera. Subían y atravesaban las altas puertas enrejadas que, al cerrarse, abrían el misterio del tiempo. Los padres hacían aprendices a sus hijos, confiando en que nada tendría final.

Concluyó la niñez. Dejé de escuchar la sirena, se hizo un silencio rotundo que lo desvaneció todo. Una neblina triste ascendió desde el suelo y un año incierto, cuando regresé, el pueblo ya no estaba. Desde entonces lo sueño.

Lo conmovedor de volver a la infancia es recordar vivos a los muertos.

La sirena, conocida también como el pito de la maquinista en el pueblo, despertó durante décadas a la población unionense, y señalaba el inicio o el fin del trabajo de los obreros en La maquinista de Levante, antiguos talleres de fundición y fábrica de maquinaria pesada.

La lectura de un recuerdo tan personal como este, despertó sin embargo la memoria de muchas de las personas presentes que, con gestos de asentimiento o nostalgia en algunos casos, evocaban el sonido de la misma, y quién sabe a qué otros lugares de la memoria y los recuerdos transportó el texto a quienes lo escucharon. Sonido intenso que al inicio del acto habíamos podido oír en la sala.

Asistentes al acto. En primer plano, un grupo del Centro Social de Personas Mayores de La Unión ::P.S.

El formato, cuya acogida fue tan estimulante, reunió a personas de varias generaciones, a habitantes de La Unión y a gentes oriundas de La Unión que ya no viven allí pero que regresaron expresamente para participar. Pudimos escuchar recuerdos de personas más jóvenes hasta octogenarias. Recuerdos muy personales, que aún siéndolo, eran compartidos, reconociéndose en las gesticulaciones, asentimientos de cabezas, en las risas o en las emociones contenidas que se percibían. Lo cual generaba la conciencia de que lo vivido no había sido exclusivo, sino que se trataba en muchos casos de recuerdos compartidos, vividos seguramente de modos muy diferentes, pero colectivos y únicos para quienes los habían experimentado.

Lo cierto es que aquí radica la principal diferencia entre lo que ocurrió el 30 de mayo en el Museo Minero de La Unión y el libro de Perec, inspirado a su vez en I remember, obra del escritor estadounidense Joe Brainard publicada en 1970. En ambos libros, los autores, de modo muy breve narran o enumeran sus propios recuerdos. Lo entrañable y original de este hermoso acto es que los recuerdos individuales fueron en muchos casos compartidos en una afinidad intergeneracional en la que muchas de las personas asistentes se sintieron envueltas.

Y yo, que no soy oriunda de La Unión, tengo un vínculo muy fuerte y especial por motivos que se desvelan en este vídeo, en el que podréis escuchar todos los recuerdos que se leyeron y se contaron. Al final del mismo, hay una galería de fotografías de Paco Silvente, en la que aparecen las personas que leyeron o contaron sus recuerdos.

Un acto que dejó un magnífico sabor de boca, y un deseo palpable de volver a repetir una nueva edición en el futuro, y la aspiración de realizar una publicación con los cerca de cuarenta recuerdos que se compartieron. Un acto entrañable que con seguridad contribuirá de algún modo a la unión de La Unión.

Jose Justicia leyendo su recuerdo ::P.S.
Jose Justicia

Ver todos los artículos de


Comentarios

Una respuesta a «Jose Justicia: «Contándonos recuerdos para construir una experiencia literaria»»

  1. María Abril Anes

    ¡Que acto tan interesante y tan bonito! Enhorabuena por tener este tipo de iniciativas que crean comunidad y que han debido hacer disfrutar a los participantes de manera muy significativa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

IDEAL En Clase

© CMA Comunicación. Responsable Legal: Corporación de Medios de Andalucía S.A.. C.I.F.: A78865458. Dirección: C/ Huelva 2, Polígono de ASEGRA 18210 Peligros (Granada). Contacto: idealdigital@ideal.es . Tlf: +34 958 809 809. Datos Registrales: Registro Mercantil de Granada, folio 117, tomo 304 general, libro 204, sección 3ª sociedades, inscripción 4