Hasta Armilla nos lleva el ‘Vehículo singular’ de esta semana, un soberbio BMW E28 528i de 1987, pues su propietario Rubén García Cubillas, aunque nacido en Granada el 16 de octubre del 1982 reside en esta localidad desde hace más de 12 años. Aficionado a los coches desde su niñez quizás por influencia paterna, nos cuenta que siendo pequeño se perdía en las cocheras y en cuanto veía un garaje abierto allá que se colaba para ver los coches. En la actualidad posee varios vehículos clásicos, «todos en orden de funcionamiento» y señala que lo que más le gusta de este BMW es «la agresividad de la delantera que le ha valido el sobrenombre del Morro Tiburón, su fiabilidad mecánica, su potente motor, y, sobre todo, lo que transmite». Rubén que trabaja como conductor profesional desde los 21 años en Acotral, empresa de transportes que presta servicios a Mercadona, explica también que el coche lo vio por Internet hace una década y que la primera vez pagó por él dos mil euros a un vecino de Albolote.
Su predilección por la marca afirma que se debe a que «tienen algo especial que no tienen las otras marcas, también las prestaciones del motor, pues con sus 32 años tiene muchísima fuerza, aparte de ser un coche polivalente, que se puede utilizar a diario. Está dotado de cinturones traseros, aire acondicionado, elevalunas, cierre centralizado,… No echo en falta ningún extra de un coche moderno, por eso lo puedo utilizar a diario». Lo curioso del caso es que por circunstancias de la vida hace unos seis años tuvo que venderlo pues necesitaba el dinero para terminar el otro proyecto en concreto el Seat 1430 pero siempre me quedó la espina clavada pues él y su mujer que comparte afición se acordaban mucho del ‘morro tiburón’. «Siempre que he vendido un coche, no se cómo acabo haciendo amistad con la gente y al cabo de los años lo volví a recuperar, pero ya algo mejorado y con mayor cotización pues su nuevo precio era de seis euros. Si Dios quiere no volverá a salir de casa», nos cuenta de este vehículo de ida y vuelta a sus manos.
Igualmente presume de que hasta el momento no ha requerido ninguna reparación. «Lo que me gusta de esta marca es su fiabilidad mecánica. Son coches que no requieren grandes mantenimientos, aparte de lo normal: aceite, filtros y poco más. Son muy duros, sobre todo los seis cilindros que es lo que BMW saber hacer mejor», explica antes de darnos sus características técnicas: 184 CV de potencia, seis cilindros en linea y 2800 cc. Del consumo no dice que no se ha puesto a medirlo pues «lo saco para pasear y no miro si gasta mas o menos». Para el mantenimiento indica que cuenta con un mecánico de confianza, concretamente Benjamín que a sus espaldas cuenta con más de 20 años de experiencia y es otro gran apasionado de estos coches que tras haber estado varios años trabajando en Alemania abrió el taller Deloreans Service, en Huétor Vega. «Yo soy delicado para los talleres y no dejo el coche en cualquier manos. Tiene que ser alguien que le guste y que esté especializado en la mecánica antigua», añade.
En el momento de hacer la foto nos pide sacar primero la antena de la radio pues «es un detalle que me gusta ya que ha desaparecido en los vehículos modernos, también los cromados, los perfiles de las ventanas, los paragolpes que aún conservan partes metálicas, el ajuste de las puertas, (nos lo demuestra abriendo y cerrando la puerta para que percibamos el ruido limpio que hace al cerrarse). Otra característica que me gusta son sus escapes dobles descentrados que es algo típico de este modelo». De su interior destaca «su aspecto ‘vintage’ con mandos de ruleta, palancas muy rudimentarias, botones muy grandes y el típico salpicadero orientado hacia el conductor, sus grandes asientos, etc». Según la ficha técnica sus dimensiones son 4620x1700x1415 mm y su peso verificado es de 1465 kg, siendo el consumo medio de 9,3 litros a los 100 km. Se produjo entre los años 1981 y 1988.
Apasionado de los BMW
Para terminar, Rubén García nos cuenta que este coche se sacó del servicio oficial de la BMW de Granada, en el año 87, en concreto de cuando la casa Autisa SA estaba en el Jardín de la Reina. Cuando le preguntamos si tiene conocimiento de algún coche de esta marca y modelo responde que «es un coche raro y atípico. Puede que haya alguno, pero hasta la fecha de este modelo con matrícula de Granada, no me he encontrado ninguno». También comparte con nosotros el secreto para tenerlo como nuevo que no es otro que «tratarlo con respeto, darle buen uso y no darle malos ratos». A la cita acude acompañado de su hijo que también se llama Rubén y que viene vestido como el padre, con una camiseta de BMW, pues a su corta edad también es un gran aficionado y suele acompañarle a las concentraciones. Rubén, hijo, manifiesta gustarle este coche porque «es muy elegante, tiene antena y me gusta mucho el morro». Afición que ha transmitido igualmente a su mujer a la que, «después de 15 años, se le ha pegado algo», e incluso su otro hijo pequeño, Álvaro, que con tan solo un año se agarra al volante y no hay manera de que lo suelte. Junto con un grupo de amigos de Armilla suelen salir de ruta los últimos domingos de cada mes para pasar el día y conocer nuevos rincones turísticos de Granada. Su colección de vehículos se compone de cuatro con más de 30 años (Seat 131 supermirafiori, Seat 850, Seat 1.430 de 1970 que es el más antiguo de su colección y con matrícula de Granada y el BMW E28 528i), ocho de entre 25 y 30 años (BMW E30 320i, BMW E32 730i, BMW E36 325i, Fiat Regata, Ford Escort, Mercedes 300D, Mercedes CL 500 V8 y Audi 100 2.2) y cuatro de menos de 25 años (BMW E36 cabrio, BMW E46 320d, BMW E46 325TI M y Volkswagen Passat 2.8 V6).
Próxima entrega: Fidel Fernández Rodríguez y su Seat 131 Supermirafiori de 1981
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