Tengo claro que una de las claves del éxito personal, entendiendo por éste el nivel de satisfacción personal o momentos de felicidad que experimentamos, es el grado de conocimiento de nuestras emociones, saber discernir qué nos pasa por dentro.
Aprender qué emoción es la que nos está apresando y llevando con ella, es fácil y como todo requiere de práctica y empeño. He hablado muchas veces de la neuroplasticidad de nuestro cerebro y como si queremos, podemos hacernos expertos en abrir nuevas vías neuronales.
Saber qué te pasa por dentro supone detenerse y evaluar qué sientes; ponerles nombre a las emociones es un paso fundamental para poder llegar a gestionarlas, y date cuenta que digo gestionarlas y no controlarlas. Ahí va otro dato interesante: las emociones se aceptan, no se intentan dominar, extirpar o hacerlas desaparecer.
Una de las frases que me recuerdo con frecuencia es “todo pasará, esto también”. Por muy desagradable e intensa que sientas una emoción, debes saber que pasarán como las páginas de un libro, como hojas que se mecen a merced del viento. Sí, se van, y llegan otras.
También me recuerdo que esa emoción no me define, no te define, si sientes ira no significa que seas una persona airosa, solamente estás sintiendo en tu cuerpo esa emoción en ese instante, ¡sólo eso!
“Aferrarse a la ira es como agarrar un carbón caliente con la intención de tirarlo a otra persona; tú eres el que se quema”. Buda.
Un buen ejercicio para empezar en este apasionante mundo de las emociones, es preguntarte qué sientes y dónde lo sientes dentro de tu cuerpo. Si sientes ira; ¿dónde está, en tu mandíbula (mira si está tensa), en tu estómago, en tu garganta? Podemos seguir preguntándonos; ¿qué forma tendría, sería redonda cuadrada, qué color tendría? También podemos enumerarla en intensidad del 1 al 10.
Intenta hacer este ejercicio cuando sientas una emoción intensa que te esté afectando y cuando lo hagas, observa qué estabas pensando. No sé si sabes que nuestros pensamientos son los instigadores de las emociones, así que si seguro estabas pensando en algo desagradable el resultado fue la emoción también en el mismo tono. En otra ocasión hablé de la técnica STOP, también puede ser una buena forma de empezar a educarse emocionalmente.
La clave está en querer saber más de ti y sentir curiosidad por saber qué es lo que te pasa por dentro. Puedes empezar poco a poco, hacer los ejercicios expuestos, muchos más que la psicología pone a tu disposición. Piensa si estás siendo incendiado por alguna emoción que te pueda estar destruyendo, y si es así, busca ayuda profesional.
“La educación emocional es la habilidad de escuchar casi cualquier cosa sin perder tus estribos y tu autoestima”. Robert Frost
Porque saber lo que te pasa por dentro es aprender a escucharte, es un síntoma de amor a ti mismo, es una señal de respeto y tolerancia. Significa que estás para ti y que te prestas toda la atención que mereces.
“Los investigadores han encontrado que incluso más que el cociente intelectual, la conciencia emocional y habilidades para controlar sentimientos, determinarán nuestro éxito y felicidad en todos los ámbitos de la vida”. John Gottman
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Psicóloga especializada en Mindfulness y
Terapia de Aceptación y Compromiso
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