José Antonio González Alcantud, el padre de la Antropología en Granada

Nuestro paseo matutino nos ha llevado hoy a la casa molino Ángel Ganivet, en la cuesta de los Molinos. En esta calle empedrada transcurrió la infancia y adolescencia de  Ángel Ganivet en la casa que comprara su abuelo, de oficio molinero.


Y nos hemos visto asaltado, no por la nostalgia, sino por una sensación de incredulidad. Hemos fotografiado como cualquier «turista» – en esta ocasión utilizamos este término haciendo referencia a » la actitud de…» es decir,  disponiendo los sentidos  en modo descubrimiento- el relieve del pensador granadino que realizara otro ilustre «greñúo», Pablo de Loyzaga en 1900.

Seguimos en modo descubridor  y buscamos alguna referencia a la figura de José Antonio González Alcantud.
Vamos a entrar al zaguán a ver si encontramos algo.
Por ahora nada.

A esta casa, restaurada para mayor memoria del filósofo granadino, se trasladó el recién creado Centro de Estudios Etnológicos Ángel Ganivet de la Diputación de Granada. Estuvo en funcionamiento entre 1990 y 2003 dirigido por, un entonces joven José Antonio González Acantud.

Las primeras actividades del centro se habían venido desarrollando en el Palacio de los Condes de Gabia, reconvertido en aulario para una de las experiencias más innovadoras, más fructíferas, más novedosa, más culta que se han desarrollado en Granada en las postrimerías del siglo XX.
Teniendo en cuenta la extraña habilidad que se tiene en algunos lugares para acabar con todo lo que funciona, ese fue el destino del centro de estudios. El cierre.

Vamos a detener el relato. Para entender el significado de aquella experiencia, debemos recordar que… ( y para ello nos valemos del editorial de la revista Gazeta de Antropología publicado en octubre de 1996 bajo el título, Un fruto maduro: La licenciatura en antropología social y cultural) … en los años 80, la antropología como ciencia social no existía en España.

Esa misma revista de antropología, la Gazeta, y en la medida que respondió a una necesidad de estudiosos en los comportamientos humanos grupales, fue corresponsable, de que esta disciplina fuera singularizándose respecto a las demás ciencias humanas, sobre todo respecto a la filosofía, la historia y la sociología…
La licenciatura de Antropología social y cultural acabó por implantantarse en Granada en los años 90. En dicho editorial se significa el papel desempeñado por el Centro de Investigaciones Etnológicas Ángel Ganivet para que así ocurriera. Esto es, para que la Antropología se convirtiera en titulación oficial.

En el palacio de Condes de Gabia, con Julián Pitt-Rivers, Fréderic Saumade y Pedro Romero de Solís en 1992. Ciclo Toros y razón

El Centro dirigido por Alcantud supuso, para los investigadores, la vanguardia en los estudios de antropología transdisciplinar. Fue una experiencia pionera en todo el estado español.

Para los profanos fue una ventana abierta a una serie de experiencias no posibles en la universidad de entonces.
Alcantud nos aportó un léxico infinito, unas herramientas metodológicas recién afiladas contra el etnocentrismo, unos paisajes culturales inmensos.

Precedió a la universidad en el fomento de los estudios etnológicos. Trajo a la ciudad a los mejores antropólogos y antropólogas de todo el mundo para que ayudaran a entender a los granadinos -porque los cursos eran abiertos- eso, a entender el mundo.

Con tres antropólogos franceses, Luc de Heusch, Jean Cuisenier y Marc Augé, en el cincuentenario del Festival de Granada

Seguimos buscando alguna referencia del hoy catedrático de antropología social en la UGR en la casa de familiar de los Ganivet. No, no la hay.

Y eso que el padre de todo ese tinglado fue José Antonio González Alcantud.
¿Quién es este personaje? Permítannos que realicemos un esbozo de su figura.

Granadino, estudió Historia del Arte y Arqueología en la Universidad de Granada, se curtió como profesor de secundaria destinado en Cádiz.

En Jerez en el primer encuentro de antropólogos andaluces en 1982 con D. José Alcina Franch

No sé estila, ya se que no sé estila… que en tiempos de X (anteriormente llamado Twitter) que limita el número de palabras lo que pone freno al pensamiento reflexivo, la investigación…, existan personajes como José Antonio González Alcantud. Por favor, que a nadie se le ocurra limitar palabras al profesor González Alcantud.

Es posible que él, toque el ala de su sombrero para saludar porque siempre lleva cubierta la cabeza. Eterna perilla. Sonrisa franca. Perfecto indumento destinado a hacer crecer la leyenda.  En los corrillos universitarios se creía que su estancia en Harvard, en Princenton (ha sido profesor visitante en otras muchas universidades y centros de estudios en todo el mundo) formaban parte de eso, de la leyenda urbana construida en torno a la figura de Alcantud. Pero son ciertas.

Su estado natural es ante un auditorio, porque él, que tiene un verbo y una inteligencia ágil, nos permite navegar en un océano de propuestas reflexivas.

Tiene un discurso moderado en las formas, a veces afrancesado, pero poderoso en los fondos que intenta remover. Algo de quijotesco porque el carácter crítico de la antropología le ha llevado a arremeter contra toda aquella institución de funcionamiento ralo, la Diputación de Granada, el clientelismo, la universidad, los personajes creados…

Eso crea enemigos.

Pues claro.

Pero quién reconoce el valor del debate social, económico, filosófico, político y jurídico supo de la necesidad de que formara parte como académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (RACMYP) formado por personalidades de gran significación en la vida política, social y económica española de los dos últimos siglos.

Quién sabe de su trabajo por la música, como la federación italiana de folklore y las universidades de Messina, Catania y Palermo, le premió en 2018 por toda su trayectoria con el Premio Internacional Giusseppe Cocchiara.

Reviviendo el premio Cocchiara con estudiantes de Messina

Y quién sabe lo que él ha significado para la antropología lo ha hecho saber en Antropología y orientalismo. Homenaje a José Antonio González Alcantud. (Ed. UGR, 2021) Más de una veintena de investigadores de diversas geografías reconociendo su figura.

El Centro de Estudios Etnológicos Ángel Ganivet fue cerrado incomprensiblemente y de manera abrupta. Las pruebas de su existencia, silenciadas. Queda la historia oral, José Antonio, la que te empeñaste en enseñarnos desde aquella sala vigilada por la pintura de Guillermo Pérez Villalta, metáfora del hombre solitario que naufraga en las instituciones.

El cierre del centro no perjudicó la carrera del profesor y del investigador.

Ya verán ustedes. Hasta el 2005 fue presidente de la Comisión de Etnología de la Junta de Andalucía. Vicesecretario de de la Fundación Euroárabe de Altos Estudios entre 2003 y 2004. Director del grupo de investigación “Observatorio de Prospectiva Cultural”) de la UGR. Investigador principal de varios proyectos de excelencia, proyectos I+D+i y proyectos Aecid, siempre sobre el Magreb. Director de las colecciones “Antropología” de EUGR y “Viento Plural” de la Editorial Anthropos. Presidente del comité científico de “Música Oral del Sur” y del consejo científico de la revista “Anthropos”, así como de “Archivio Antropologico Mediterraneo”, de la Universidad de Palermo.

En la Casa de los Tiros con antropólogos magrebíes, brasileños y norteamericanos siendo presidente de la comisión de etnología de la Junta de Andalucía

Entre sus líneas de investigación se encuentran las del exotismo, la antropología política, el patrimonio cultural, la antropología del arte y la antropología del juego que están recogidas en multitud de publicaciones porque es prolífica su obra escrita..

Haciendo trabajo de campo en Marruecos

Quién salió perjudicada fue la ciudad de Granada y fuimos nosotros, los curiosos, los necesitados de ideas y de propuestas sobre el funcionamiento de las sociedades.

José Antonio, hijo de José González y de Josefa Alcantud, de Granada, padre de la antropología en Granada y  uno de los antropólogos más completo, transdisciplinar e internacional del mundo mediterráneo.

Serie ‘La Historia sirve’ :

Próximas entregas:

    • Alejandro Corral Sánchez. Titiritero
    • Wilma Puentes Linares. Dancer granadina
    • Ángel Asenjo Fenoy. Imaginero, continuador y último discípulo de la Escuela Granadina

 

 

Carmen Gómez Letrán

Profesora de Geografía e Historia

IES Padre Suárez

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