Virtudes Montoro: «La tiranía del positivismo»

Vivimos en plena expansión de un positivismo absurdo, mensajes más artificiales que unas extensiones, abundan como chinches. Inundan tazas, calendarios, agendas, ropa interior, mecheros, camisetas, mascarillas…

Empresas como Mr. Wonderful, se están llenando bien los bolsillos con nuestra ingenuidad con frases como: “¡Tú puedes, eres la más guapa del mundo!”, “Tú eres tu mejor sonrisa”. “Hoy eres una superwoman”.“Puedes ser feliz en un entierro” (de autoría sarcástica propia y que no descarto que exista). Mr. Puterful, crea una ácida e irónica versión a esta corriente tóxica. ). No dejemos de mencionar, el “Don´t worry, be happy” que tanto daño ha hecho.

Las redes sociales son las plataformas más dañinas para promover los tres principios universales del pensamiento positivo: sé optimista, no te rindas nunca y sé positivo. A eso hay que añadir «demuestra constantemente lo feliz que eres, aunque sea mentira».

Los sabios hablan porque tienen algo que decir; los tontos porque tienen que decir algo. Platón

Ante esta situación, ¿Quién quiere sufrir? Si tenemos que estar alegres, pase lo que pase, si la felicidad es un requisito, si la tristeza es una lacra, si el sufrimiento debe ser evitado sea como fuese. ¿Qué estamos creando?: personas incapaces de sufrir, de gestionar los problemas, personas frágiles, que huyen del sufrimiento, que huyen de los demás, personas egoístas, falsas, mediocres, ignorantes, incapaces de autorregular sus emociones, su conducta. Personas vacías, carentes de sentido vital, de conciencia e inteligencia emocional inter e intrapersonal, es decir: nosotros. Sí, eso están creando estas industrias, esta compra venta de la felicidad.

Si quieres ser bueno, cree primero que eres malo”. Epicteto

No deben instigarnos a rechazar el sufrimiento, a camuflarlo, huir de él. Esto de vivir se trata de ser/estar sereno, de ser capaz de reflexionar con y desde el sufrimiento, se trata de afrontar la vida con determinación, con una actitud responsable y real de nuestras circunstancias, de conocernos, aprender a amarnos, de vivir lucidamente lo que nos quede. 

La Ataraxia, o «ausencia de turbación» propuesta por Demócrito, para los estoicos (véase el artículo sobre éstos), consistía en aprender a diferenciar las cosas que dependen de la propia persona de las que son independientes de ella.

Aquí llegamos, no siempre que queramos algo lo podremos conseguir, hay cosas no podremos tener, hay pérdidas que no podremos olvidar.

Encontrar la belleza y el aprendizaje en el sufrimiento podría ser la conquista sobre uno mismo, la última hoja que podríamos escribir, la de una vida llena de sentido.

“No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba” Séneca.

 

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Virtudes Montoro López

Psicóloga especializada en Mindfulness y
Terapia de Aceptación y Compromiso

Correo E:
aceptayrespira@gmail.com

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