El pasado 10 de noviembre, y dentro de las visitas programas en el programa “Vivir y Sentir el Patrimonio” el alumnado del colegio de Sierra Nevada visitó el Albergue de San Francisco, el más antiguo de nuestra montaña.
Desde el CEIP Esquí-Escuela de Sierra Nevada nos hace mucha ilusión continuar nuestra andadura periodística en IDEAL EN CLASE. A través de estos pequeños artículos iremos contando nuestras experiencias y vivencias en este entorno tan particular para un colegio, como es Sierra Nevada.
En esta ocasión explicaremos nuestra visita al Albergue de San Francisco. Antes de contar nuestra visita al albergue de San Francisco parece oportuno situar al lector sobre la importancia de este singular edificio. El Albergue San Francisco es el primer edificio estable construido en Sierra Nevada destinado a su primitivo aprovechamiento para el ocio. Fue refugio de montañeros y estación base de las primeras pistas de esquí, y del primer remonte de la Sierra. Se levantó hace poco más de cien años en los denominados Campos de Otero, hacia la cara norte de los Peñones de San Francisco, sobre la cota de los 2.250m., en la margen izquierda del valle del rio San Juan, término municipal de Güéjar Sierra.
Las obras del Refugio se inician en abril de 1913, un año después de la creación de la Sociedad Sierra Nevada, aprovechando materiales del lugar, según una ingeniosa y Figura Esta obra se da por concluida en Diciembre de 1915. En 1938, durante la Guerra Civil una acción de sabotaje destruye una parte importante del albergue, lo que tras muchos años de abandono y duras condiciones climatológicas, acabarían llevando al albergue a un lamentable estado. A pesar de ello, toda la zona izquierda se mantendría firme al paso de los años. Del singular edificio inicial, tras esta azarosa historia y un prolongado olvido, hoy solo queda una parte, algo modificada sobre su estado original, bien conservada tras las recientes reformas, pero aún significativa, y de alto valor patrimonial. Desde este verano se encarga de su conservación y puesta en valor Fernando Rivera, amigo del colegio y propietario de Telekabina Ski, un negocio familiar con mucha historia en Pradollano. Además de un gran montañero y amante del Telemark, Fernando sigue los pasos familiares en su pasión por esta montaña y el mundo de los deportes de invierno.
El alumnado del colegio visitó en anteriores excursiones algunos refugios de la estación, pero nos quedaba pendiente el albergue más importante, el de San Francisco, decano de todos ellos y recientemente restaurado por la Sociedad Sierra Nevada que se constituye en 1912 , primer club montañero de Andalucía y tercero de España, (aunque segundo en activo), que promueve y sufraga la construcción del Albergue. El Albergue San Francisco, no sólo es uno de los edificios más significativos del patrimonio arquitectónico de Sierra Nevada, sino que es un fiel testigo de la memoria histórica y cultural del macizo. Un verdadero símbolo. Es el germen de todo lo que hoy es Sierra Nevada: un gran activo natural, deportivo, cultural y económico de Granada, que goza de un gran reconocimiento nacional e internacional. Algo que un grupo de visionarios granadinos ya supieron anticipar hace algo más de un siglo. Personas, ideas y piedras se han ganado un respeto, que hay que conocer, valorar, proteger y trasmitir.
Nuestra excursión
La excursión empezó temprano en la carretera de acceso a la Hoya de la Mora,al inicio del denominado “Collado del Diablo” sobre las 10h. El acceso al albergue con vehículos privados está prohibido ya que se encuentra en pleno Parque Nacional, por lo que hay que ir caminando unos 2km. La ruta discurre en sentido descendente por un carril ancho y bien mantenido, por lo que no es de gran dificultad. Esta ruta pudieron realizarla hasta alumnos de infantil de 3 a 5 años sin problema.
A la entrada del camino nos esperaba Fernando que sería nuestro guía y mecenas en esta ruta.
Durante todo el recorrido fue mostrando su gran conocimiento del macizo, mostrando al alumnado del colegio cada pico, cada cerro, cada planta que nos íbamos encontrando. Respondía paciente la infinidad de preguntas que nuestros niños hacían y seguía su paso tranquilo. Después de una bonita caminata donde nos acompañaron unas espectaculares nubes lenticulares llegamos por fin al Albergue. Decir que la simple visión del edificio allí plantado al final del camino es espectacular.
Una vez que llegamos y después de un merecido desayuno y descanso entramos al edificio, donde descubrimos un acogedor salón con chimenea, una pequeña cocina y en la parte superior un dormitorio común donde, bajo reserva, los montañeros que así lo deseen pueden pernoctar.
Reponiendo fuerzas
Llegaba el momento de descubrir los alrededores, así que nos dirigimos a un pequeño sendero que nos conduce al Valle de San Juan. Allí pudimos ver el Arroyo de San Juan y disfrutar del silencio de la montaña. Una vez volvimos al Albergue nos encontramos con uno de los atractivos de este lugar; su gastronomía, puesto que bajo reserva se puede comer en él comida casera, echa con cariño y a fuego lento. En esta ocasión nuestro colegio decidió comer un delicioso plato Alpujarreño, con pisto casero, patatas a lo pobre y una ensalada de tomate y pepino que hizo las delicias de pequeños y mayores. Para la comida tuvimos la suerte de contar con la presencia de algunas familias del colegio, con los que compartimos animadas conversaciones y anécdotas sobre el lugar.
Autoría texto u fotos:
Joaquín Castellano Luque, tutor del tercer ciclo de Primaria-
Alumnado de tercer ciclo de Primaria del CEIP Esquí-Escuela:
Mauro- Sofia-Enoc-Danna y Daniel)
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