Leandro García Casanova: «Desde Rusia, con amor»

Un amigo me contó este extraño caso, que le ocurrió hace unos trece años, cuando recibió un correo electrónico con este texto (sic): Hola. A mi queria conocera mucho. Utilizaba nunca el Internet para la comunicacion. Pero he decidido probar este modo. Me llamo Natacha. Pienso que debo enviarle la fotografia que podriais verme. Bien? Espero que le gustara mi fotografia, y recibire su respuesta. Quiero conocerle. Probablemente seremos amigos. Espero realmente conoceremos uno a otro, y cambiar las fotografias. Esperare su respuesta con la impaciencia. Con la esperanza Natacha. Este escrito venía acompañado de la foto de una chica preciosa. La respuesta de mi amigo fue decirle que le había llegado su mensaje, pero creo que le escribe a otra persona. Sin embargo, al día siguiente, recibió otro correo: Es contento recibir hoy su carta. Lo esperaba mucho de… Habéis hecho hoy mi día especialmente feliz, me habéis alegrado por la carta. Quiero decir que mí la muchacha jovial. Habitualmente no tengo el aprieto junto a la comunicación con la gente, pero ahora me inquieto. Puedo caer apenas por las manos a las teclas del teclado. Mi corazón es batido más a menudo!

La chica contaba que vivía en Kazán, capital de la República de Tartaristán (donde habitan los famosos tártaros), a 800 km de Moscú. He decidido buscar el amor fuera de los límites de Rusia, no sé por qué, pero yo era atraída con la España… Por favor, envíe las fotografías… A mí de 29 años, mi crecimiento de 173 cm, mi peso de 51 kg. Decía que había estudiado español en la universidad (aunque no decía cuál), trabajaba en una agencia por la fabricación de la publicidad y vivía sola en un apartamento alquilado… Entre sus objetivos estaban quiero encontrar al hombre de mi amor. Quiero tener las relaciones serias y amistosas, quiero crear la familia firme, en que todos los será construidos, sobre el amor, la compresión mutua, el respeto, la amistad y la confianza. Quiero encontrar al hombre, que será alegrado junto con mí en los minutos de la felicidad, y presta a mí el apoyo por minutos ardiendo. Por favor, digan a mí de sus objetivos en la vida? Y finalizaba diciendo: Quiero que tratéis mi carta con toda la seriedad y la responsabilidad. Con la impaciencia espero mañana para ver su carta, y le enviaba otra foto de una joven guapa y muy bien vestida.

Mi amigo no salía de su asombro con aquel bombón y le contestó en estos términos: ¿Cómo te has enterado de mi correo electrónico? Dime la verdad, no me voy a molestar. Veo que eres una chica de 29 años y que quieres salir de Rusia. Yo tengo 48 años, pero aquí en España puedes encontrar trabajo en los hoteles y poco más. Centenares de mujeres rusas han venido engañadas por las mafias, y están trabajando donde te puedes imaginar, hechas unas desgraciadas. Sigue en tu país, al menos estarás cerca de tu familia. Pero niporesas, como decía Larra. Al día siguiente otro correo, en un español chapurreado: Habéis hecho hoy mi día especialmente feliz, me habéis alegrado por la carta. Quiero decir que mí la muchacha jovial. Habitualmente no tengo el aprieto junto a la comunicación con la gente, pero ahora me inquieto. Puedo caer apenas por las manos a las teclas del teclado. Mi corazón es batido más a menudo”. También le contó que había tenido una relación con un hombre casado, que la engañó, y no quería tener relaciones con los hombres en Rusia. Y como siempre, una fotografía con otro peinado, pero esta chica no se parecía mucho a Natacha. Y así, cada día, mi amigo iba recibiendo extensas y cariñosas cartas, adobadas con fotos cada vez más sugestivas y comprometidas, de manera que estaba más enganchado que un buey a una carreta. Todavía no le había enviado ninguna foto, pero ella le confesaba su amor: Por favor, tenéis relación con mí es serio. Usted es la persona de mi sueño… ¿Consentiréis conmigo? Me atraéis y le atraigo…

Él estaba desorientado, hasta que se sinceró con un compañero (precisamente, casado con una rusa) y le aclaró las ideas: Las cartas son un guión y se las mandan a unas 20 personas, ellas escriben en ruso y se lo traducen automáticamente. Si llegáis a un acuerdo, le pagas el viaje a España. En Rusia hay mucha miseria… Decidió no contestar más y Natacha dejó de escribirle. Las jóvenes rusas y europeas del Este son engañadas con promesas de trabajo, pero al final acaban en locales de alterne haciendo unos 15 clientes al día y convertidas en esclavas de las mafias.

Copio dos párrafos de Las cifras de la prostitución en España, de RTVE, de mayo de 2022:

Ya en 2005, un estudio encargado por el Ministerio de Trabajo sobre el «posible impacto que tendría una posible normalización profesional de la prostitución» en el sostenimiento del sistema de pensiones cifraba en unas 113.100 mujeres las que podrían darse de alta en la Seguridad Social si se legalizara la prostitución. La autora, Graciela Malgesini, estimaba entonces que la mayoría ejercían en clubes (42.500) y pisos (41.000) mientras que 24.000 lo harían en clubes de carretera y 5.600 en la calle.

Desde 2014 y por normativa europea, el Instituto Nacional de Estadística incluye en el cálculo del PIB la estimación de lo que suponen para la economía española los flujos de las actividades ilegales. En total, las actividades ilegales suponen un 0,87% del PIB. La prostitución representa un 0,35% y el tráfico de drogas, un 0,50%», explica en su metodología. Si el PIB a precios corrientes en 2021 de España fue de 1.202.994 millones, el 0,35 % de esta cantidad es de 4.210 millones de euros.

Leandro García Casanova

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