Fran Russo, el autor de ‘Tal vez fui Saint-Exupéry’ (Esdrújula Ed.), reconoce que es bastante más conocido como fotógrafo y cantautor que como escritor, aunque su ‘Libro de los quizás’, le ha dado gran popularidad como autor y ha sido un éxito de ventas que espera repetir con su segundo libro (tiene escritos otros ocho) que presenta el viernes, 17 de noviembre, en Librería Picasso (19 h).

Cuando le preguntamos por el origen de su apellido explica que «optó por el de su mujer como un acto de amor en el que al casarse ella no perdía el apellido sino que lo perdía él» en tanto que de su libro afirma que es fruto de muchas conferencias, cursos y talleres impartidos por medio planeta. «La gente quería saber el origen de mi éxito y como no tengo miedo a hablar de esas cosas me di cuenta de que a la gente le ayudaba. He escrito toda mi vida pero nunca había creído que yo era capaz de hacer cualquier cosa que me propusiera» explica esta polifacética persona que tiene más de 140.000 seguidores en Facebook.

Lo más sorprendente viene después cuando declara que «este libro ha surgido del miedo» y que se debe al reclamo de muchas personas como fotógrafo que me pedían más de la parte mística y espiritual. Me sorprendía que la gente pagara mucho dinero por un día para hablar de técnicas de fotografía pero después quería que les hablase de reencarnación y de cómo podemos dominar nuestra psique al través del espíritu. De ahí surgió ‘El libro de los quizás’ ese libro que se publicó rápida y fugazmente y que para mi sorpresa se está vendiendo una barbaridad». En sus «discursos» una de las cosas que más repite es que si algo te da miedo tienes que enfrentarte a ello, incluso si se trata del miedo de la muerte o a perder a las personas que aman. Cuando le comentamos que nos resulta curioso que una persona que aparenta tanta seguridad haya titulado sus dos libros con adverbios de duda lo cual se nos antoja una forma de curarse en salud nos responde «es una certeza que me sirve a mi pero no con la seguridad que otros quieren, y como todo en la vida es una verdad relativa. Preferí dejar esa duda para que la gente se centrase. Lo repito muchas veces en el libro, lo importante no es si fui Saint Exupéry o no. Lo importante es que, según mi experiencia, la reencarnación, ha dado mucha paz a mucha gente».

Seguidamente le preguntamos si su conocimiento sobre el piloto y escritor francés es fruto de la investigación y lectura de sus obras a lo que responde negativamente pues «no quería contaminarme. Ahora es cuando estoy buscando y leyendo las biografías de Saint Exupéry y de su esposa Consuelo Suncín sobre la que hay bastante información». Su libro que dedica «Al Antoine que todos llevamos dentro, el buscador, el aviador, el pionero, el soñador, el aventurero y el luchador» se somete a la doble sentencia de los los que le crean, «lo cual para nada me importa» y de los que sí le crean, «y, desde ahora, vean al fantasma de Antoine en mí; cuando ya no soy él, sino Fran, como no seré Fran la próxima vez ni tú eres ahora el niño que fuiste». Respecto al tema central del libro, la reencarnación, explica que de pequeño tenía un sueño recurrente que no ubicaba hasta que se dio cuenta de que eran los últimos momentos de Saint Exupery. Para él, que en su etapa escolar llegó a odiar el libro ‘El principito’, pues el sistema educativo lo puso como libro de obligada lectura, indica que la gente se confunde muchísimo con el tema de la reencarnación pues «lo que se hereda es el alma, no es la mente ni el cuerpo. La reencarnación no es más que volver a tener otra oportunidad para ser nosotros mismos».

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