¡Cuántas veces nos han hecho esta pregunta! Yo de mayor quiero ser municipal, pescador, taxista, frutero para vender fruta, y sobre todo portero del cine, para poder ver todas las películas gratis y sin pasar por la taquilla.
En una ocasión Doña Nati, nos hizo la dichosa pregunta allí en el salón cocina que tenía en la escuela, y entre ollas y cazuela de fideos, aún recuerdo el olor penetrante de su cazuela, no supe qué contestar. Le preguntó a Gonzalo, Gerardo y Julio Martín, al final solo supe decirle… Doña Nati, yo solo quiero ser mayor!!
¿En qué quieres trabajar cuando seas mayor? Ésta es una de las preguntas típicas y recurrentes que los adultos formulan a los niños. Con frecuencia, las respuestas son de lo más variado, divertido y sorprendente; los niños quieren ser futbolistas y las niñas maestras, pero todos eligen profesiones con reconocimiento social.
En mi época no había televisión, deportistas a quien imitar, y casi todo pasaba por seguir modelos sociales como el de papá o mamá; también hay que reconocer la gran conciliación familiar que había, se desayunaba, almorzaba y cenaba en casa los padres con los hijos y no como ahora que apenas se ven durante la semana.
Todas las respuestas infantiles están basadas en una lógica regida por la fantasía y la experiencia. Una experiencia más bien escasa de la realidad hace que no sepan muy bien qué es un trabajo o una profesión. ¿Cómo habrían de saberlo con sólo tres o cuatro años? Y su fantasía está regida por la ley del deseo. Siempre quise ser mayor como mi padre y poder subirme en “Campeón”, ese caballo blanco y fuerte que estuvo con nosotros hasta que murió de viejo.
«Con los años vas cambiando de deseos y aspiraciones, tantas películas de Joselito veía que al final quise ser “el pequeño ruiseñor de las cumbres” y algo de parecido tenía con él, sobre todo por el tamaño de la cabeza» |
Más tarde con los años vas cambiando de deseos y aspiraciones, tantas películas de Joselito veía que al final quise ser “el pequeño ruiseñor de las cumbres” y algo de parecido tenía con él, sobre todo por el tamaño de la cabeza.
¿A quién no le gustaría ser Juan Vaina (John Wayne) o Roberto Taylor (Robert Taylor)? como decíamos los niños de entonces pero un no poder ser, es un peldaño más en el camino que permitirá que seguir aprendiendo de uno mismo y que abrirá un abanico de posibilidades hacia donde enfocarse para llegar a la meta. Porque hay muchas sendas que aparentemente pueden llevar a esa meta, sin embargo, el camino más efectivo es el del trabajo constante que al final conducirá a ser un gran profesional, haciendo que todo lo pasado haya merecido la pena.
La elección de una actividad u otra está influida también de manera directa por las pocas o muchas posibilidades que te ofrezca la vida. Sin embargo hoy día todo ha cambiado La labor socializadora de los medios de comunicación, tiene mucho que ver con el hecho de que un elevado porcentaje de los niños deseen ser deportistas, mientras que muchas niñas centran su atención en profesiones como cantante o actriz.
Los niños quieren ser adultos por la sencilla razón, que los adultos no tenemos que rendir cuentas y podemos entrar y salir de casa a la hora que sea y cuando sea y gozamos de muchos más beneficios que ellos pero no saben que con la edad o mejor dicho con crecer adquieres nuevos compromisos y nuevos retos que te llevan desear el volver a ser niño nuevamente ahí es donde nace la contradicción.
Y al final te das cuenta de que toda tu vida está encaminaba a conseguir un trabajo que te permita subsistir y si encima tienes la suerte que te guste, podrías contestar a la pregunta de Doña Nati y responder… “cuando sea mayor quiero ser feliz”.
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