– Le supongo muy cosmopolita, lo digo por la portada del argentino Caruso, el prólogo del mexicano Zavala, el epílogo de granadino de la Vega, Olgoso, el italiano Remorini y el compañero de mesa en la presentación el también granadino de ascendencia alemana Friebe.
– Perfectamente y haciendo un poco de antropología personal te puedo decir que yo nací en Canarias, me exilié a México y ahora vivo en Granada y, además bien rodeado, pues me siento como una princesa rescatada por los caballeros andantes que justifican este libro. La portada maravillosa de Caruso que ya hizo la última de Ángel, el maestro de la minificción y de la crítica como Lauro Zavala y el dios de las palabras que es Ángel Olgoso, aparte de la magnífica edición que ha hecho Paolo hacen que ya sea una excusa para tener este libro como objeto literario en sí.
– Y siguiendo con los proverbios señala que ha cumplido el refrán pues tiene un hijo, ha escrito un libro, pero el árbol lo plantó su padre…
– Sí, es una metáfora ecológica. Es cierto que mi padre plantó un pino de costa en pleno monte donde sobrevivió a cuya sombra nos hemos sentado mi hijo y yo a recordarle. Refrán cumplido porque tengo el libro, hay otro un par de libros, este un poco tarde porque son casi 43 relatos que por esas casualidades que me gustan lo publico cuando tengo 43 años.
– En los tiempos que corren, ¿no es un atrevimiento presentar un libro de vicios en el Ayuntamiento?
– También ha sido una casualidad aunque bien pensado es el sitio ideal pues nadie se va a dar cuenta de un pequeño vicio en el, iba a decir antro, pero digo centro, pues semánticamente tienen cierto parecido. De entrada lo que es un atrevimiento es publicar un libro teniendo en cuenta de que, según creo, se publican 110.000 libros al año, pues ya que mi padre plantó un árbol yo voy a contribuir a la desforestación de la Amazonía con este pequeño vicio que será perdonable.
– ¿De qué maldito vicio estamos hablando?
– Se refiere al maldito vicio de leer. De entrada el título ya es irónico pues puede ser maldito o bendito pues es con lo que me gano la vida.
– Afirma su insigne prologuista que una de las temáticas que se puede apreciar en cualquiera de sus relatos, que se pueden leer incluso al azar, es su “ironización del acto de leer” ¿Por qué si le da tanta satisfacción escribir, e incluso, de comer?
– Lauro Zavala comenta en su crítica algo que yo me planteo mucho y que llamo metaficción, es decir escribir sobre el propio acto de escribir o de leer. Haciendo una taxonomía del relato breve, Lauro dice que un cuento o un microrrelato o una minificción puede ser lo que el escritor cree que está escribiendo y le da ese nombre, lo que el lector o lectora está leyendo o cree que está leyendo y le da ese nombre o lo que el editor, la editorial o la prensa especializada lo consiera. Entonces dependiendo del punto de vista cómo lo escribes, cómo lo lees, cómo hablas sobre él puede ser una cosa u otra.
– Además de la ironía y el humor, ¿qué otras características propias se podrían atribuir a los microrrelatos carlosdelafedianos?
– Yo creo que las neuras de todas las personas que se dedica a escribir. Hacerlo sobre el propio acto de escribir puede reflejar incluso un pudor, miedo, ante ese ente extraño que está al otro lado el lector o la lectora. Reflexionar sobre ese tema, es exponer tus miedos, de alguna manera desnudarte ante esa persona que va a leerte y demostrar que no soy nada especial, soy alguien como tu pero que se dedica a escribir.
– ¿En que lapso de tiempo están escritos estos relatos?
– Tendría que pensarlo. Puede que haya alguno de este año, pero otros son del 2008, 2010, 2011. No es un libro que pensé escribir sobre metaficción o metaliteratura. Cuando hice una recopilación de todos mis cuentos empecé a apartarlos temáticamente y me di cuenta de que tenía casi 43 textos que, de alguna manera, giraban en torno a la literatura.
– Aunque es muy difícil seleccionar uno de los 43 ‘paridos’ en ‘Maldito vicio’ me ha parecido original el cuarto, titulado ‘Documental’, pues aborda cómo matar al lector, y encima está basado en hechos reales. Para usted ¿Cuál es su relatos predilectos? ¿Por qué?
– Aunque en la portada habla de microrrelatos no lo es pues se sale de los cánones ya que realmente combina una minificción con un cuento un poco más largo. El que más me gusta es uno largo del cual no recuerdo su nombre, menos mal que el libro tiene un índice. Hay uno en concreto que es bastante metaliterario, muy intertextual porque nombra muchos títulos. Se llama ‘The big sleep’ en alusión a la película basada en el libro de Chandler de ‘El sueño eterno’.
– ¿Hasta qué punto está de acuerdo con su epilogista, Ángel Olgoso, cuando señala que esta obra es “una metaficción refrescante, sarcástica, lúdica, interactiva?
– En todo lo que dice exagera, pues tiene que ver mucho con la amistad y que sea en Granada con una editorial granadina no es casual. No es casual que Ángel haya querido hacer el epílogo, pues para mí ha sido el mejor escritor de minificción, de relato y de literatura, en general. Alguno será reconocido, un autor de los que se estudia en el colegio. Por cierto a Ángel se le estudia en Alemania en las clases de literatura. El agradecimiento literario y personal que tengo hacia es indescriptible.
– Al tratarse de relatos cortos se puede llegar a la conclusión de que se pueden leer más deprisa, sin embargo es todo lo contrario ¿Está de acuerdo?
– Lo bueno que tiene la minificción es que, en general, al ser corta puedes leerla en cualquier momento y sitio. Igual que cualquier buen texto literario que merezca una segunda lectura. Son textos que no es que merezca es que necesitan una segunda lectura para profundizar sobre todo porque tiene muchos guiños literarios y modernos, cinematográficos, publicitarios, de la vida cotidiana que quizás se capten en una segunda lectura.
– Nos ha adelantado que ha llegado a tener hasta siete blogs, aunque fundamentalmente son dos en los que más publica.¿Puede explicarnos cual es su finalidad?
– Insula Negra es un blog más personal donde publico cosas que a veces no tienen nada que ver con la literatura, donde expreso mis opiniones o mis cabreos cotidianos sobre la actualidad. Tiene ese nombre porque nací en una isla y me gusta mucho la novela negra. El de Cuentos Chaparros tiene más relación con la minificción y con los talleres. Chaparro en México significa lo mismo que en Granada chavea o chinijos en Canarias.
– Hemos visto que hay una importante presencia de expresiones locales en sus relatos ¿Qué importancia le da al habla popular?
– Para mi es fundamental pues yo considero que nací donde estoy. Ahora me considero granadino nacido en Canarias. Como comenta Lauro en el prólogo hay muchas palabras mexicanas, también hay un cuento con una jerga limeña prácticamente inentendible,… Me importa mucho el lenguaje pues es una manera de integrarnos y lo que nos caracteriza como seres humanos y lo que nos diferencia dependiendo del sitio donde vivo. Me preguntabas el otro día si alguno se desarrollaba en Granada. Desgraciadamente no, pues son cuentos escritos antes de mi llegada a Granada. Espero ir metiendo palabras granadinas y motrileñas que darían para varios libros.
– Díganos algunos motivos por los que haya que ir a la presentación de su libro y comprar su libro
– Por el libro, como te comentaba al principio porque es una edición preciosa, muy cuidada que se preocupan de verdad por la literatura. Creo que vale la pena porque es un libro fresco, que está desgraciadamente de moda y afortunadamente también. Es un texto que se puede leer fácil. Para mí escriir es un maldito vicio pero para los lectores espero que sea bendito. Será un placer verles por allí a todo el mundo.
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Título: Maldito Vicio Autor: Carlos de la Fe Ilustración: Santiago Caruso Fecha de impresión: Noviembre 2013 Páginas: 157 PVP: 15 euros |
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