En el frontispicio de su poemario incluye una enigmática dedicatorio “A 23, a Karenina y a todas las personas que me han ayudado de una forma u otra a que estos poemas vean la luz a todos ellos les estoy agradecido”. Según aclara la cifra corresponde a un código simple de coordenadas que se inventé, y es la “L”, inicial del nombre a quien le dedica las primeras tres decenas de poemas, “porque están escritos por inspiración suya”. Así mismo, Karenina es el pseudónimo de una amiga a la que aprecia bastante por lo que creía que debía incluirla. Pablo Cecilio Morales considera que la vida se puede concebir perfectamente sin escritura “si nos atenemos sólo al acto de escribir pero es inevitable tomar de nuestras sensaciones y pensamientos otra visión extrapolada de una forma poética, es esto lo que no puedo evitar, es algo natural, si bien es cierto que también una vez creado en la mente, se siente una necesidad imperante de guardarlo, de atesorarlo, y como la memoria es traicionera para estas cosas, lo escribimos, en tal sentido, no creo que pueda resignarme a no poder llevar a cabo esta actividad”.
Madurez poética
Consciente de la enorme importancia que la poesía tiene en su vida aclara que “más que vivir para la poesía me gusta convivir con ella. Aunque no escriba diariamente es algo que está presente en mi vida.. Perfeccionista, no para de darle vueltas a los poema hasta que consigue expresar con exactitud lo que desea. Por ello, interogado acerca de su secreto para alcanzar la madurez poética que demuestra en cada uno de sus verso que “sólo lo tengo en cuenta una vez creado el poema inicial, con el que luego voy trabajando y puliéndolo. También las lecturas ayudan mucho, quiero decir que enriquecen tanto el lenguaje como la forma, así como el punto de vista con el que se afronta la construcción del poema. Entre sus lecturas de ahora y hace tiempo los principales simbolistas franceses. “Leí a Verlaine hace tiempo y otros simbolistas franceses. Quizá Baudelaire, me gusta mucho por su forma de expresión. Me he empapado de sus ideas”.
En referencia al título extraído de un poema reconoce que personalmente huye de “la inexistencia, del vacío interior, de encontrarse vacío o sinsentido de las cosas”. En cuanto a la presencia del amor en sus composiciones puntualiza que “la poesía trata de los sentimientos y sensaciones del poeta, que los traslada al poema como la sublimación en éstos de sus pensamientos, por lo que si el poeta está triste por estar lejos de su tierra, ello al final descenderá al terreno poético”. Este joven poeta granadino reconoce que comenzó estudiando la carrera de Físicas que ha cambiado a la de Literaturas Comparadas al sentirse “más a gusto”, reclama más atención para la poesía “pues es algo que quizá alguna gente tenga por descubrir y les ayude en algo”.
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LXXIII Querría amarte sin versos,
querría amarte sin pensarte,
querría amarte sin el mundo,
querría amarte, sólo amarte,
sólo adornar tu cuello íntimamente, sólo hablar enredados en voz muy baja. |
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