Desde párvulos al IES

A la misma Orden religiosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl pertenecía el siguiente colegio del que guarda memoria, el llamado Colegio Calderón, al que asistió aproximadamente a partir de 1914/1915, cuando ya su familia estaba domiciliada en la cercana calle de San Miguel Bajo (hoy, Afán de Ribera).

Fugaz fue su paso por el Colegio de los Padres Escolapios, donde debió de matricularse probablemente para el curso 1916/1917, aunque no llegó a completarlo debido a que sus padres no se encontraban demasiado satisfechos.

Por último, Francisco Ayala llevó a cabo sus estudios de Bachillerato en el Instituto Padre Suárez, probablemente a partir del curso 1917/1918, una vez que el futuro escritor terminó en una academia privada el curso que sus padres no quisieron que finalizara en el colegio de los Escolapios.

Los dos primeros colegios en los que Ayala estuvo muy de niño, Niñas Nobles y Calderón, estaban regentados casualmente, como ya se ha expuesto, por idéntica Orden religiosa. Se trataba, en concreto, de las Hijas de la Caridad, una Orden fundada durante el siglo XVII en Francia por San Vicente de Paúl en colaboración con Luisa de Marillac. Desde sus orígenes tuvieron como principales objetivos el cuidado de los enfermos y desvalidos, por un lado, y la instrucción de niños, por otro… El denominado Colegio de Niñas Nobles había sido fundado en el siglo XVII con el objetivo de ofrecer una educación adecuada a las hijas de la nobleza local, tal y como su nombre indica. Se puede señalar que en dicho centro estudió, entre otras, la heroína de la libertad, Mariana Pineda, cuya figura luego inspiraría a escritores granadinos como Federico García Lorca o José Martín Recuerda…

La jornada escolar se prolongaba desde las 8.15 de la mañana hasta la hora del almuerzo que era a las 12.00. Tras una hora de recreo al aire libre, si es que el tiempo lo permitía, a la 1.30 se reanudaba la sesión. El tiempo de la tarde se repartía entre clases, estudio, rezo del rosario, labores y merienda. A las 8.15 se pasaba al comedor para cenar. Se desconoce si dicho horario se aproximaría al que se vio obligado a cumplir el pequeño Francisco Ayala, que permanecería en el citado colegio poco tiempo y al que asistió en compañía de uno de sus hermanos menores, José Luis…

En cuanto al Colegio Calderón, Francisco Ayala no parece conservar muy buenos recuerdos del tiempo que pasó allí, ni tampoco de las religiosas responsables de dicho centro educativo. Como ya se ha adelantado, asistió aproximadamente a partir de 1914/15, cuando ya su familia estaba domiciliada en la vecina calle de San Miguel Bajo (hoy, Afán de Ribera)…

Francisco Ayala explica que dicho colegio, al igual que el de Niñas Nobles, era exclusivamente femenino, aunque admitían niños en los primeros niveles. Allí tuvo algunas desagradables experiencias con una monja tiránica y de destemplado carácter llamada Sor Filomena, además de perder la fe religiosa, con ocasión de un episodio de vómitos que lo asaltó después de comulgar en misa…

En cuanto al Colegio de los Padres Escolapios, que lleva instalado en Granada desde 1860, habiendo acogido en sus aulas a lo largo de su historia a numerosas personalidades de la vida publica granadina de todos los ámbitos, el paso de Francisco Ayala por sus estancias fue, como ya ha quedado expuesto, fugaz, puesto que sus padres no se mostraban del todo satisfechos del nivel de vigilancia que los profesores tenían hacia los alumnos.

En cuanto al último de los centros educativos granadinos donde estudiara Francisco Ayala, el Instituto de Bachillerato Padre Suárez, y varias de cuyas enseñanzas resultaron «estimulantes en alto grado» para el futuro escritor, su expediente académico completo se encuentra editado en versión facsímil dentro de la carpeta titulada ‘Instituto padre Suárez. Expedientes Académicos de alumnos ilustres’, por lo que puede consultarse con todo detalle».

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