Arriero: No sé si aborrecerles o felicitarles.
Burrita: ¿De quién está usted hablando, señor arriero?
Arriero: De los legisladores, Molinera. Y más concretamente de los “técnicos” que se ven forzados a traducir las imbricadas retahílas de los políticos de turno…
B: Pues como no hable más claro, se me antoja que va a resultar usted uno de ellos…
A: Hablo de la jerga que utilizan para decir, por ejemplo, que los niños de 6 y 7 años en adelante tienen que caminar…
B: ¿Cómo lo dicen?
A: Pues lo que transcribía en el título: que los niños de Educación Primaria han de “desarrollar hábitos cotidianos de movilidad activa autónoma saludable”.
B: ¡Jesús! ¿Y toda esa parrafada para que decir que los niños tienen que mover las patas…?
A: Y no es eso lo malo. Desde esos mismos textos legislativos se está impulsando un vocabulario divergente entre la justificación idílica de los párrafos introductorios y las Competencias Clave que se desarrollan más adelante…
B: “Al pan, pan y al vino, vino” por favor … Hable claro, señor profesor…
A: Hablo del envoltorio que utilizan para acabar diciendo que los niños de Primero de Primaria (a riesgo de ser tachados de “fracasados”), tienen que saber al acabar el curso: leer, escribir, sumar, restar, hallar cinco diferencias entre un herbívoro y un carnívoro, tres entre un arbusto y un árbol y saber decir en inglés “My name is Pepe”. O, dicho como lo dicen ellos: Consolidar los conceptos matemáticos básicos sobre el número, la medida, las formas geométricas y su situación en el espacio, y sus posibilidades operatorias y de organización de la información. O, (ponte a temblar, Molinera) el disparate ese de “Iniciarse en la recogida de información de datos del entorno natural a través de las TIC.” ¿Recogida de datos del entorno por Internet? ¡Seremos idiotas! ¡Cuánto mejor salir directamente a la calle y recoger no sólo datos, sino el pulso social de los problemas candentes, de los recursos didácticos, de las necesidades más perentorias…!
B: ¡A eso se le dice, “Engáñame bien”!
A: Y lo malo es que los profesores que van de punteros y reciben premios a su gran labor educativa en Primaria, siguen los mismos derroteros lingüísticos: que si empatía, motivación, valor del esfuerzo, creatividad, emprendimiento… Y eso por no hablar, en Infantil, de todo ese repertorio de verbos melifluos: escuela que siente, que ama, que sueña…; escuela mágica, escuela abierta, escuela del corazón, escuela del juego, del humor…
B: Al fin y al cabo, más de lo mismo. A ustedes los humanos les cuesta poco adjetivar con palabras bonitas lo que resulta en la práctica poco menos que oneroso… En cambio, lo que está pasando con los niños de 7 años ¡eso sí que clama al cielo!
A: ¿Qué es lo que está pasando, si puede saberse?
B: ¿No tiene usted ojos? Los mismos niños que el año pasado estaban en Infantil y eran tratados como angelitos, ahora, en Primero de Primaria, son tratados como individuos con una obligación que cumplir, con una responsabilidad y con la coercitiva necesidad de ir superando, etapa tras etapa, toda la verborrea que les ponen por delante hasta llegar a la Universidad…, o más lejos si puede ser. Así, por arte de un tergiversado birlibirloque han pasado de vivir en un mundo pedagógicamente amoroso y feliz, a otro que les sujeta, como digo, a la triste realidad de un sistema educativo progresivo, inclusivo, equitativo, evaluativo, y un montón de palabros acabados en “ivo” más. ¡Maldito cumpleaños infeliz, este de los siete años!
A: ¡Buena observación y mejor apunte, Molinera!
B: ¿No clama al cielo lo que, diariamente, ven mis ojos y oyen mis oídos?
A: Llevas toda la razón. Abundando en tu comentario…, cuando explico por ahí que nuestra Pedagogía Andariega se basa en sacar precisamente a los niños de las aulas y ponerles en relación directa con la vida de sus calles, ciudades, campos, bosques o playas, me llaman loco. “¿Y los peligros?” –me inquieren-. “¿Y la responsabilidad?” -argumentan en mi contra-. “¿Y la lluvia?” “¿Y el frío?” “¿Y el cansancio en unos niños tan pequeños?” –siguen martilleando mis oídos… “¿Y los contenidos?” –acaban por sincerarse…. Con los Talleres, otro pilar fundamental en que también se basa nuestra Pedagogía Andariega me sucede una cosa curiosa… En Infantil, ahí sí que parece que me toman un poquito más en serio. Comienzo a hablar de los famosos “Rincones”, y no les cuesta a las maestras interesarse por el asunto de los Talleres Integrados. Pero en Primaria, ¡qué locura! ¡qué desorden! ¡qué pérdida de tiempo! Aquí parece que lo primordial es eso: contenidos y más contenidos; cuadernos de actividades y más cuadernos de actividades… “¿Actividades?” –les reprocho yo. “¡PA-SI-VI-DA-DES es lo que son!”
B: ¿Y cuándo nos va a explicar usted la panacea que va a suponer para la Educación del Futuro, la puesta en práctica de sus famosos “Talleres Integrados”?
A: Integrados en el entorno en el que viven los niños, Molinera. Tranquila que, como sucede con nuestros recorridos, todo se andará. Me estoy acordando ahora de nuestro vecinito José, que por cierto ha venido todo voluntarioso a ayudarme a levantar el nuevo cobertizo que te estamos haciendo, a ti precisamente. ¡Me ha dado una pena la carita de tristeza que ha puesto cuando le he preguntado si le gustaba la escuela… “Fíjate, Isidro –me ha dicho todo alarmado- que la maestra me ha regañado en clase porque he hecho dos cabriolas, enseñando a Luis cómo hacen los caballos cuando se encabritan…”
B: ¿Y por qué no se lo ha explicado también a ella? Seguro que le hubiera interesado…
A: Eso mismo le he preguntado yo… Y ¿sabes lo que me ha respondido el mocoso? “¿A ella? ¡Pero si no sabe ni tan siquiera que los mulos son estériles y que Molinera, con lo chica que es, ha dado a luz a cuatro de los mejores ejemplares que hay por estos contornos…!”
Isidro García Cigüenza
Blog personal ARRE BURRITA
EN CAPÍTULOS ANTERIORES
Capítulo 01: «Pedagogía caminera. Mi mejor maestra: una burra andariega»
Capítulo 02: «Aprendemos caminando… del ronzal de mi burrita Molinera»
Capítulo 03: «Por unas Matemáticas andariegas. Diálogo entre el arriero y su burra»
Capítulo 04: «A vueltas con las “Matracas”. Diálogos de un arriero con su burra»
Capítulo 05: «Clase de Lengua. Cervantes: ‘Persona Non grata’. Diálogos de un arriero con su burra»
Capítulo 06: «La clase de Música en la Pedagogía Itinerante»
Capítulo 07: «Los olores… en la Pedagogía Andariega»
Capítulo 08: «La asignatura de Valores Sociales y Cívicos en la Pedagogía Andariega»
Capítulo 09: Los Poetas Modernistas en la Pedagogía Andariega
Capítulo 10: Las maquetas de adobe en la Pedagogía Andariega
Capítulo 11: La asignatura de Química en la Pedagogía Andariega
Capítulo 12: Los juguetes en la Pedagogía Andariega
Capítulo 13: Cómo fabricar luz… en la Pedagogía Andariega
Capítulo 14: La ‘Puta calle’ en la Pedagogía Andariega
Capítulo 15: Los abuelos en la Pedagogía Andariega
Capítulo 16: El agua en la Pedagogía Andariega
Capítulo 17: Los derechos animales en la Pedagogía Andariega
Capítulo 18: Lapsus romántico en la Pedagogía Andariega
Capítulo 19: Los hábitos cotidianos de movilidad activa autónoma saludable… en la Pedagogía Andariega