Isidro García Cigüenza: «Los ‘aburridos’ libros de texto y la Pedagogía Andariega»
Burrita: Usted perdone, señor arriero, pero no me hace ni puñetera gracia ese título con que encabeza el artículo. Arriero:
Leer másBurrita: Usted perdone, señor arriero, pero no me hace ni puñetera gracia ese título con que encabeza el artículo. Arriero:
Leer másArriero: Mucho me temo, Molinera, que la gente esté tergiversando el sentido que damos al hecho de enseñar caminando. Burrita:
Leer másArriero: Esa ocurrencia tuya de llamarnos “Culo plano” no creo que les haga ninguna gracia a nuestros lectores, Molinera. Burrita:
Leer másBurrita: ¡Ya se lo adelantaba yo, señor arriero! Entre sus lectores tienen más seguidores los cuentos, que esos escritos andariegos
Leer másBurrita: ¡Por favor…, por favor…, señor arriero… un cuentecito más! Arriero: ¡Te estás poniendo pesada, Molinera, con tanto cuento…! Lo
Leer másBurra: ¡Otro cuento, señor arriero… ¡Por favor, otro cuento! Arriero: Pero, Molinera… Esto es poco serio. ¿Qué va a decir
Leer másArriero: No sé si aborrecerles o felicitarles. Burrita: ¿De quién está usted hablando, señor arriero?
Leer másBurra: Le noto a usted como abstraído, señor arriero. Arriero: Estoy meditando mientras escribo, Molinera.
Leer másArriero: Pareces tonta, Molinera. Lo tuyo es enfermizo… ¡Mira que no gustarte el agua! Ves un arroyo y como que
Leer másArriero: ¡Vamos, Molinera, aligera…, que hoy toca irnos al campo en busca de tierras de distintos colores y texturas! Burra:
Leer más