Los lugares que habitan en Ceferino Navarro

Ceferino está hecho de lugares y de experiencias. Es un hombre hecho a sí mismo pero en base a los lugares que lo han habitado. 

Cefe nació en Valderrubio. Pero el primer lugar que lo poseyó fue, sin lugar a dudas, el cortijo de Daimuz, la alquería de la cueva según la derivación árabe. Donde confluyen los ríos Cubillas y el Genil. Inmortalizado como uno de los espacios lorquianos.

Paraje poético y necesario también para el recuerdo de la familia Navarro que conserva, como si fuera una reliquia, unos cuantos metros del terruño. Debemos suponer que los “hombres buenos” esa figura consuetudinaria, ya en desuso, les aconsejaron que no vendieran. Todos los hombres sabios saben que esa es la manera de seguir vinculado a tus orígenes, a tus raíces.

Y él lo está. Se considera hijo de la vega profunda, sentida, melancólica.

Como si fuera un capricho del destino, el segundo de los lugares que habitan en él, es el de Baeza.

ARRIBA: Cefe con Lord. AQUI: Con su padres y hermanos en la foto para el carné de familia numerosa

José Navarro, agricultor, no entendía la vida si no era comprando y vendiendo -por eso son importantes las biografías. Ceferino es un vendedor nato. Y eso lo heredó de su padre- y recalaron a orillas del río Guadalquivir. Ese lugar fue habitado felizmente por la familia. En ese entramado artístico paseó Ceferino hasta los 12 años. Y fue el mejor de los escenarios para aprender en los libros de piedra.

En Baeza con 8 y 12 años

El tercero de sus lugares fue y sigue siendo, Íllora, cercano al Genil. Allí se trasladó su familia numerosa.

Porque…mi corazón está donde ha nacido, como dijo el poeta. 

En su entusiasmo por el relato artístico decidió dedicar tres años a otro de sus lugares, la Iglesia de la Encarnación. Deshojó, uno por uno, todos sus misterios, en un trabajo inacabado y no publicado, pero que le dotó de metodología para abordar la obra de arte en su conjunto. El continente y el contenido. Le enseñó a ser paciente y a trabajar lo artístico de forma exhaustiva.

Con Toñi a los 18 años

Con ese bagaje, acabó encontrando refugio entre el Darro y el Genil ¿Puede haber un lugar con más significado para un granadino? Entre San Matías y Mariana Pineda, entre la tradición imperial y el espíritu liberal.

El resto, ya lo traía de serie.

Ese ha sido el lugar de la Galería de Arte de Cefe Navarro durante más de 25 años. Ha permanecido tanto tiempo allí, él, que pudiera haber sido nómada de no haber tenido esos potentes anclajes sentimentales con los que cuenta, porque ha llenado ese espacio de cientos, de miles de lugares. Paisajes nevados y desérticos, terrestres y marinas. Amaneceres y atardeceres. Paisajes vividos o paisajes soñados.

Con Jesús Puerto, su hija Menchu y Francisco Carreño

Durante 300 exposiciones ha cedido su espacio a más de 100 pintores y muchos escultores. No sólo su espacio. Quienquiera que pase por San Matías, puede sorprender la charla amistosa y cercana a la confesión de parte de su público (eso nos parece. Cefe se coloca de frente a la calle. “El otro” siempre aparece de espaldas). La cristalera nos impide oír lo que dicen, así que no sabemos si forman parte de su extensa nómina de artista o de clientes. A todos los trata con el mismo respeto.

Y de eso si estamos seguros porque en el microcosmos del mundo de arte granadino todo el mundo habla bien de él. Es de fiar. No firma contrato. Solo hace falta, como si fuera parte de los hombres buenos ancestrales, un apretón de manos para sellar el trato. Pregunten a Jesús Conde, María Teresa Martín Vivaldi, Carmelo Trenado, Francisco Carreño, Nino Sánchez Bayo, Pablo García Ávila, Adrián Marmolejo, Gabi Hernández Walta, David Conde, Luis Bertos, Salvador Fábregas, Ramiro Megías, Jesús Montoya, Soledad Flores, Patricia García, José Luis Alguacil, Juan Ruiz,… Así es como funciona Cefe.

Con los artistas Jesús Conde, Francisco Carrillo, Pedro Casanova, Tuco Carrillo y la restauradora Lola Blanca

Los galeristas de arte son vendedores. No cabe duda. Pero son especiales. Es una dedicación, vocacional y desconocida. ¿Qué son? ¿Comerciantes? ¿Artistas? ¿Profetas? ¿Soñadores?

Hace unos 25 años, vino a ampliar una oferta ya existente en Granada. Importante papel jugaron las galerías de Jesús Puerto, Cartel, Laberinto… Estos galeristas trabajaban con artistas granadinos. Ceferino asumió el reto y expandió la visión plástica hacia otras geografías, el levante, el centro, el sur… y nos presentó obras nuevas. Nos enseñó otros horizontes. Incomprendido y criticado, ganó el pulso. Granada amplió sus horizontes estéticos. 

Ahora… como cantaran los Celtas Cortos ya no queda casi nadie de los de antes y los que quedan, entre ellos él, han cambiado porque también ha cambiado la demanda. Los granadinos y granadinas se han acercado a las galerías porque han necesitado del arte. Han gustado de realizar colecciones.

Cefe tiene instinto, analiza constantemente el mercado. Sabe que los jóvenes ahora tienen dificultad para adquirir vivienda propia, que prefieren llevar la obra artística tatuada en su cuerpo. Intuye que el público maduro prefiere coleccionar experiencias: viajes exóticos, estrellas Michelin…

Galería Cefe Navarro y Galería Blue Ant (Madrid) que se mantuvo hasta la pandemia

Cefe sueña. Con ofrecer experiencias artísticas inmersivas, mientras tanto explora e investiga otras fórmulas, a fin de evitar la monotonía y sorprender al espectador. Y fantasea con adquirir otro espacio que se lo permita, un secadero de tabaco. Él, el hijo de la vega.

Cefe sabe construir relatos. Lo hemos dicho. La culpa la tienen los lugares que lo habitan. Pero también el talento que le ha rodeado desde hace tanto tiempo. La obra plástica es el resultado de discursos narrativos de los artistas. Todos ellos defienden un corpus poético muy fuerte y vívido. Es imposible no aprender de ellos. Y crecer con ellos. Ceferino, el editor, ha ido construyendo una importante bibliografía con todos esos retazos. Él es artista. Y ha creado una bibliografía preciosista y en algún caso, objeto de colección. Apperley, el último romántico inglés (2002), Rafael Catalá (2005), Jesús Conde: La melancolía en el arte (2006), La Naturaleza Muerta en España (2006), G. Wynne ( 2007), Carlos Fernández Cara (2007), Francisco Carrillo (2008), El Viajero romántico ( 2008), Apperley: Cuaderno de Italia (2009), D.E.P.arte: Recopilación de artículos (2017), Meditaciones sobre un Infante (2013).

Hay otro lugar que conforma a Ceferino Navarro desde 2017, la Cartuja de Granada. “En Aynadamar, nunca un desierto se concibió más bello”. Se le ha otorgado el privilegio de ser el conservador del Monasterio. Es como un sueño para un historiador de arte. Ser responsable de una de las obras barrocas más bellas y más desconocidas de Granada. Se ha arremangado y se ha puesto a hacer lo que él sabe hacer. A ver, para hacer de este complejo artístico un lugar más conocido, más visitado, ¿qué tenemos qué hacer? Lo primero reescribir su historia desde una óptica actual, diseñar itinerarios, focalizar puntos de interés, crear imágenes atractivas, incorporar nueva documentación ¡Hecho! ¿Analizamos ahora si estamos rentabilizando todo el potencial? Quizás deberíamos ¿mejorar la iluminación?, ¿abrir nuevas salas?, ¿restaurar algunas piezas para que luzcan bellas? ¿Y si hacemos un documental y que lo dirija el también granadino, Óscar Parada? Su impronta se deja notar y escribió también el guión, La Cartuja de Granada, un viaje a través del tiempo. Él vive por y para el arte.

Con las restauradoras de la Diócesis, tras la restauración del Nazareno de Alonso de Mena

En justa correspondencia la Academia de Bellas Artes de Granada le ha concedido la Medalla al Mérito artístico, no a Ceferino, sino a uno de sus lugares, a la Galería de Arte, como consta en el Acta del Pleno con fecha de 9 de junio de 2022.

El día de la entrega de la distinción con Toñi, Marta y Julia

Cefe es hijo de José Navarro Jiménez, de Valderubio y de Carmen Navarrete Macías, de Íllora, al que hacemos responsable de moldear nuestro referente estético al presentarnos tantas y tan variadas propuestas artísticas.

Ningún artista contemporáneo le es desconocido.

Ningún artista andaluz le ha pasado desapercibido.

Ahora, ningún lugar le es ajeno ¡Es lo que tiene el arte!.

¿Qué lugar te estará soñando?

Ceferino en San Sebastián

Serie ‘La Historia sirve’ :

Próximas entregas:

  • El extraño caso de Gregorio Cámara

Carmen Gómez Letrán

Profesora de Geografía e Historia

IES Padre Suárez

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