Gregorio Cámara es un hombre extraordinario. Acaba de jubilarse como catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada. A partir de ahora será profesor emérito. No se ha ido así como así. Ha prestado, con gozo y como un honor, un último servicio a la Facultad de Derecho. Ha participado en tres tribunales unos días antes de su jubilación. Tres de sus compañeros, serán, a partir de ahora, catedráticos. El departamento de Derecho constitucional en la UGR ha crecido con Francisco Balaguer, Gregorio Cámara y sus compañeros y se ha convertido en un referente nacional e internacional. Un departamento que viene dejando el listón alto.
En estos días, los tiempos andan revueltos. Y no precisamente el atmosférico –sigue sin llover-, sino el político. Gregorio Cámara está dotado del poder del análisis político. Ese es uno de sus superpoderes. El otro, es el de no dejarse llevar por el momento, por la idea, que a fuerza de repetirse, acaba – y eso lo saben los de la propaganda- por convertirse en verdad. Y haciendo uso de todos sus instrumentos, anda analizando la constitucionalidad de la amnistía. Compartió con nosotros el proceso de análisis. Estudiar cómo la constitución la permite, analizar los precedentes, utilizar el derecho comparado, precisar el ajuste constitucional del contenido de la proposición de ley orgánica de amnistía… Tendremos que ser pacientes para conocer sus conclusiones.
Son muchas las instituciones, organismos, personalidades… que necesitan de sus poderes. Acude presto.
No quisiéramos dejar de contar aquel lunes en que acudió a explicar la Constitución española a un instituto de secundaria. Lo llamaron y fue. Cuando finalizó su discurso, una alumna se levantó de entre el público – lógica respuesta. Levantarse. Respondía en el mismo idioma que había usado el conferenciante. Siempre respetuoso con el auditorio – y, palabras textuales, dijo lo siguiente…”mi madre me despertó ayer a las 12 pa que fuera a votar. Y yo pasé de ella y seguí durmiendo. Si yo fuera sabido lo que sé hoy, fuera ido a votar”.
El caso de Gregorio Cámara es curioso porque, a pesar de haber prestado tantos y tan variados servicios en pos de la consolidación del sistema democrático en España, es desconocido para gran parte de la ciudadanía.
Resulta sorprendente su aportación en materia de derechos, libertades fundamentales y garantías en la España democrática, en el estudio del Estado autonómico y en las propuestas para su reforma en sentido federal.
Desde la fe y el respeto que profesa a la Constitución española ha estudiado las posibilidades de profundizar en el derecho a la educación, el derecho a la objeción de conciencia, el derecho a la vida, a la eutanasia y el suicidio asistido, a la protección de datos… Ha realizado propuestas sobre derechos económicos, sociales y culturales, sobre derecho electoral, sobre jurisdicción constitucional, sobre derecho europeo. Destaca la cuestión sobre la reforma federal de la Constitución. Primero en Andalucía, donde coordinó el Grupo de Reflexión creado por el PSOE andaluz en 2012 y después a nivel nacional en 2016 como Coordinador del Consejo de Expertos para la Reforma constitucional formado por el secretario general del PSOE. Es miembro fundador de la AEF (Asociación por una España Federal, que preside Nicolás Sartorius, y también de la FA (Federalistas por Andalucía), presidida por la constitucionalista granadina Adoración Galera Victoria.
Preocupado de manera especial por la educación, desde hace tiempo colabora con la Liga por la Educación y la Cultura Popular y es patrono de la Fundación Cives, que trabaja y lucha por la consecución de una ciudadanía plena en un Estado social y democrático de derecho. Se siente afortunado por haber conocido en este ambiente a muchos amigos de gran valía. En Granada, Juan Santaella, modelo y ejemplo en la teoría y en la práctica, puede representarlos.
Ha compartido con Andrés Sopeña, su querido amigo y compañero desde sus inicios en la Facultad y a quien considera el intelectual más incisivo en esta materia, muchas reflexiones en la valoración crítica del estado de la educación durante el franquismo y en otros muchos temas de la sociedad de nuestros días.
Demócrata convencido. Su compromiso con la “arquitectura política” en la Transición le llevó a la militancia poética. Tiene algo de poesía que el “maestro” en el Departamento de derecho político, el profesor Juan José Ruiz-Rico y el discípulo tomaron conciencia de su responsabilidad social y decidieran juntos el ingreso en el PSOE. Había mucho trabajo por hacer.
El curioso caso de Gregorio Cámara nos está haciendo remover el pasado. Levantar el “nuevo” edificio democrático no estuvo exento de amenazas. El atentado terrorista de ETA en octubre del 2000, que acabó con la vida del Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luis Portero, además de dolor, repulsa y rabia (que aún perdura en su mirada) reafirmó en Gregorio Cámara la convicción de seguir en la lucha democrática.
Y se preparó para el siguiente compromiso, representar a Granada como Diputado nacional en la onceava y doceava legislatura. Desde el 2015 al 2019. Ahí, trabajó con intensidad… y sus manos siguieron trabajando por la Justicia como portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión Constitucional y como miembro de las comisiones de Justicia, de Calidad democrática, de Educación y Deporte, de Política Territorial y Función Pública, de Estudio para la Evaluación y Modernización del Estado autonómico, de Estudio del Modelo policial del Siglo XXI y, asimismo, de las Subcomisiones para la Reforma electoral y del Régimen y Financiación de los partidos políticos.
Tiene algo de héroe ateniense. No sólo por su respeto por el sistema democrático sino por la concepción del adversario tan griega. No es tu enemigo. Es tu igual, ha sido elegido por el pueblo y por eso se le debe respeto.
Ha trabajado desde el convencimiento de la sacralidad del Parlamento porque su composición está decidida por el pueblo. Lo considera centro del funcionamiento de la democracia. El lugar de integración de todos los españoles. Y cree sagradas sus funciones, la representativa, de pacto, la de compromiso, la deliberativa, la legislativa, la de control del ejecutivo, la de orientación política, que en muchas ocasiones no se ven adecuadamente satisfechas por la acción de partidos y grupos. A lo mejor, no se siente cómodo con la comparación griega y refiera la deuda que tiene con Fernando de los Ríos. Considera tan necesario el talante dialogante del pensador en el siglo XXI que le impulsó a promover la creación de una cátedra con su nombre en la Universidad de Granada, de la que fue su primer director entre 1999 y 2015.
En el Parlamento, como en el Departamento de Derecho constitucional de la UGR, ha dejado alto el listón. Nos gustaría que hubiera creado escuela en la política porque contar con representantes políticos con estas cualidades, nos tranquilizaría.
Su etapa como parlamentario ha sido pública. No así, su etapa como miembro del Consejo Consultivo de Andalucía.
El de Gregorio Cámara, es un caso curioso porque resultan didácticas hasta sus obras.
Gracias a su retrato conocemos también la biografía de la comunidad autónoma andaluza. Hemos pecado de ingenuos. Por lo general desconocemos el andamiaje sobre el que descansa nuestras construcciones políticas.
Gregorio Cámara forma parte del patrimonio humano granadino.
El Consejo Consultivo de Andalucía reside y es parte de nuestro patrimonio. Debemos publicitar que la institución es el superior órgano consultivo del Consejo de Gobierno y de la Administración de la Junta de Andalucía, de sus organismos y entes de derecho público. Que se dedica también al asesoramiento de las entidades locales y de otras entidades y corporaciones y que goza de autonomía orgánica y funcional, y tiene su sede en el palacio de Bibataubin.
Y que Gregorio Cámara ha sido consejero desde su creación en 1994 hasta 2005, tiempos en los que estaba al frente de este órgano una gran Presidenta, Elisa Pérez Vera, y que en su transcurso ha intervenido como ponente en más de 300 dictámenes. Conoce la fontanería de la autonomía andaluza.
Todo lo demás en la vida de Gregorio es historia de España y de Gregorio Cámara
Sus inicios como profesor coincidió con la muerte del dictador. Su departamento se llamaba entonces derecho político y lo primero que había que hacer era desmontar las estructuras franquistas y contribuir a la fundación de un nuevo sistema político democrático con una Constitución avanzada. Por eso son tan importantes, los periodos históricos de transición, esos que se adoptan por consenso, esos que no se imponen.
Becado en Yale para estudiar la Presidencia de EEUU. No pudo terminar el proyecto, y no porque el tema no fuera interesante sino porque una grave enfermedad le golpeó, aunque decidió, con ayuda del cuidado de Manuela, de los amigos de allí y de un fármaco experimental, que no había llegado la hora de morirse, que lo iba a dejar para otra ocasión.
Amor juvenil por Manuela, hija de Diego Moreno y Manolita Moreno, abogada e insuperable compañera de vida desde entonces, madre de sus dos hijos, Javi y Grego. Todavía más grande desde que pueden compartir el amor por su querida nieta, Sara.
Un universitario de primera generación que vivió como una responsabilidad el obtener buenas notas para poder seguir disfrutando de la entonces, beca salario que le permitió estudiar la carrera.
Unido entrañablemente a los toxirianos y toxirianas- le gusta utilizar el gentilicio antiguo-, compañeros de juegos de infancia, Paco, Felipe, Joselín, Juanito, Paquillo, Octavio – este último autostopista como él, para poder desplazarse al Instituto Virgen del Carmen de Jaén,- otro Felipe, sus compañeros del club Alazán, sus familiares.
Privilegiado por haber nacido y vivido hasta el final de su adolescencia en Torredonjimeno.
Deudor con su padre Gregorio Cámara, sillero de porte elegante, su madre guapísima, Rosario. Sus hermanos, María, Juana y Antonio. Todos ellos, por amor, aportaron su esfuerzo y sus honorarios como jornaleros, como asistentes domésticos y – lo que es más importante, renunciaron a la aportación económica de Gregorio a la unidad doméstica- para que Gregorio, el hermano dotado de facultades, continuase sus estudios, primero en Jaén y más tarde, en Granada.
Gregorio Cámara profesor, investigador, catedrático de universidad, consejero del Consejo Consultivo andaluz, diputado nacional, director de tesis, conferenciante, compañero de departamento, fiel a su compromiso social y político desde la socialdemocracia…
Se nos antoja que queremos conocer a la persona porque cuando uno cumple su misión, tan bien cumplida, tan prolífica, tan llena de gente y de experiencias creemos tener derecho a hablar sobre lo que lo que ha sido la vida de los personajes con los que hemos compartido nuestro tiempo histórico.
Gregorio, por favor, ya que te tenemos delante… necesitamos, con la insistencia que nos caracteriza -lo reconocemos, cuando nos da por algo, nos da fuerte- una definición de Constitución. Y eso es porque nos preocupa que usemos conceptos sin conocer su significado. Este es un término que siempre está en nuestra boca, que es usada tanto como como arma arrojadiza como soporte para justificarnos.
Gregorio, usa uno de sus superpoderes. Pide respeto para la Constitución española, porque una constitución democrática es el producto de la soberanía del pueblo, la ley fundamental del Estado, con valor normativo superior a todas las demás normas jurídicas, que establece las instituciones, delimita los poderes de la organización política con arreglo al principio de su separación y reconoce y garantiza los derechos y libertades fundamentales de todos.
Derechos y libertades que él ha luchado por ampliar y desarrollar. Amén.
El día que vea la luz este retrato será el día de nuestro señor del 8 de diciembre de 2023.
La Constitución española cumple 45 años.
De eso sabe, y mucho, Gregorio Cámara. Ha sido testigo del decurso de la transición política y del proceso constituyente tan apasionante de la historia de España.
De Torredonjimeno, hijo de Gregorio y Rosario.
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- El extraño caso de Gregorio Cámara
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Profesora de Geografía e Historia
IES Padre Suárez
Comentarios
2 respuestas a «El extraño caso de Gregorio Cámara»
Los que conocemos a Gregorio Cámara encontramos muy justificado todo lo que se dice de él en este artículo.
Los que nos consideramos federalistas tenemos en él a un referente.
Emilio, gracias por aportar más información al retrato de Gregorio Cámara.
Sin lugar a dudas, es un referente para muchas personas.
Gracias