El espacio de coworking ‘La Variable’, localizado en el número 40 de la calle Buensuceso, quiere irradiar cultura. Por eso, al uso habitual como lugar donde desarrollar una actividad profesional, han añadido también la posibilidad de acoger desde recitales de poesía, actuaciones musicales, sesiones de fotografía o exposiciones de arte como ‘Esquinita’ de Carmen Casas Úbeda que se podrá contemplar hasta finales de mes.
«Aunque a primera vista pudiera pensarse en un conjunto de obras, en realidad es una sola obra, que comenzó porque estaba trabajando con mi amiga francesa, Rolande Labesse, en un proyecto de exposición sobre distintas ideas de muros. La muestro aquí porque está en la linea con la idea que estamos trabajando y porque queremos hacerla en Francia en una sala parecida», nos explica la artista plástica, barcelonesa de nacimiento que estudió en la Facultad de Bellas Artes de Granada donde se doctoró en 2003 y que ejerece de profesora en el IES ‘Escultor Sánchez Mesa’ de Otura.
«Al principio era bastante complicado porque, cómo no caer en hacer un muro convencional. Entonces me dediqué a ir haciendo fotos por las calles, en mi casa, de sombras, rincones interesantes donde no se puede identificar una forma para a partir de ahí desarrollar mi trabajo. Lo que muestro aquí es un detalle que vi en casa, una puerta entreabierta. Idea que decidí desarrollar utilizando distitnas texturas y colores», continua Carmen, quien, tras 25 años dedicada al arte, cuenta en su curriculum con once exposiciones individuales y una veintena de colectivas.
Sobre la última señala que «la idea de hacer un muro con puertas abiertas era muy interesante y en la pasada Semana Santa empecé a trabajarlo por partes. El motivo de la exposición era ver cómo quedaba la composición y comprobar que realmente funciona». Carmen considera que «la vida está llena de muchos rincones que van conformando nuestra realidad» y aprovecha su condición de profesora para transmitir sus inquietudes a sus alumno mediante proyectos de este tipo.
Se ha dicjo de sus obras que suelen destacar por su intenso colorido, formas contundentes, expresivas, barrocas que paulatinamente han evolucionado hacia el silencio y la simplicidad actual, pues como reconoce la artista al principio era muy expresionista, por lo que probaba distintos tipos de materiales en los que trataba, sin éxito, de expresar lo que llevaba dentro. En este sentido indica que «siempre he seguido trabajando, dejándome un poco llevar. Fui depurando las formas y de pronto, sin proponérmelo, ahora con esta geometría, veo claramente lo que quiero hacer y me siento muy cómoda. Creo sinceramente que tiene muchas posibilidades. Me gusta mucho todo lo que es la vanguardia y la pintura constructivista».
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