A continuación reproducimos el texto en prosa poética que la polifacética Marijose Muñoz Rubio le dedicó al pintor hiperrealista, Diego Canca, compuesto a partir de los títulos de sus obras y lo que cada una de ellas simboliza.
| Anoche en mi balcón, cuando las estrellas titilaban a lo lejos, yo soñaba y contemplaba arte, recreándome en todas tus obras y en sus títulos ha nacido esta prosa poética, llena de palabras escogidas sutilmente del alma de Diego, sí, tu alma creadora, tu alma teñida de lapizlázuli, ese color maravilloso que endulza tus pinceles con la magia, del sabor a mar…
Siempre… paletas, pigmentos, mezclas, hambre …“savia añil” que descorres pasados ocultos, “añoranzas salitres” que visitan tus lienzos y tiñen “nostalgia” con músicas lejanas. “Carcelero… carcelero” en los iris de quienes buscan tu “complejidad” entre las cañas, oculto cual “romance prohibido, mírame” mírame a las hojas, hallarás “albor”, “sutileza” y “audacia” ese mágico brebaje que nos baña de “fresca niñez” y casi el retroceso me lleva hasta “el día que yo nací” letras, caras ancianas, pergaminos antiguos y tú, ese lápiz que me acompaña siempre, ¿cuántos habré devorado?</> Podría llenar con ellos otros setenta de mi “soledad la caracola”, y así va pasando la vida, entre el “tatuaje” del “zorongo”, el “asidero leal” de mi pincel, con los “tres puñales” ocres que clavó la duna ceutí en mi “memory” donde todo está desordenado bajo el “añil recuerdo”… a través de mi brújula que sólo marca el camino al “bosque desnudo o en neblina”, todas las llaves me llevan al mismo lugar, sin “expectativa” de cambio que no sea soñar, sin otra “jerarquía” que la “vida de una vida” in “tempora tempori” para seguir creando pasiones infinitas y sueños que sólo aquel que respira “los otoños” podría convertirse en otro “violinista en el tejado”. Marijose Muñoz Rubio, |
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