Su actividad al frente de la Biblioteca del Paciente y del Carrito de la Cultura con los que intenta suavizar y hacer más pasable la vida de pacientes, sobre todo quienes están solos, y familiares hospitalarios del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, no ha hecho olvidar su actividad artística a Juan Zívico (1958).
Este artista plástico cordobés, residente en Granada a donde llegó por amor hace un cuarto de siglo expone 25 de sus obras creadas en la última década en el Carmen de los Geranios, también conocido como Casa de Max Moreau que se puede visitar durante el mes de julio y primera semana de septiembre, en horario de visitas de martes a sábado, de 10:30 a 13:30 h y tardes de 18 a 20 horas. En este magnífico emplazamiento que el artista belga Max Moreau donara a la ciudad y que acoge un museo a su figura, posibilita ahora asistir al ‘Sexto Renacimiento’ -por las seis décadas de vida- de Juan Zívico, que así es como ha denominado la muestra y justifica con un panel situado justo enfrente de la entrada. En el interior dos expositores y el amplio abanico de obras realizadas con diversas técnicas mixtas a partir de cretas, carboncillos, acuarelas, acrílicos, óleos, collages,…
Mientras nos va explicando la génesis de las obras el artista reconoce la necesidad vital de crear y traspasar al lienzo lo que se lo ocurre para lo que aprovecha especialmente los fines de semana y puentes. En la primera vitrina se muestran las carpetas de su proyecto ‘Sembrando color’ y los dibujos por él realizados para dar a conocer a los más pequeño el patrimonio artístico de
Granada. Junto a las vitrinas unas miniaturas enmarcadas referentes al agua a la que considera regeneradora realizadas con restos de marcos. Al lado, otra de sus simbólicas creaciones, un olivo cuyo tronco está realizado con trozos de sacos y el ramaje con estropajos y todo ello pintado al óleo.
Le siguen unos acrílicos que igualmente son un canto al agua. En la parte de la derecha están sus obras dedicadas «a nuestras raíces árabes» y dos a temas taurinos que aclara son lo que le quedan de 72 cuadros que realizó para el Museo Taurino de Córdoba en las que «intenté representar el tema taurino pero sin violencia, fijándome en el color y en el movimiento». En la primera se ve un torero sin manos y sin cara, y en la otra dos abanicos abiertos que representan una plaza de toros. En la pared del fondo, la obra de mayor formato ‘Para agua’ realizada al óleo, con cuerdas y pliegues del mismo lienzo y al lado otra que representa un pentagrama con la partitura musical del Ave María, mezclada con la representación gráficas de las pistas de sonido. En el segundo expositor, lleno de recuerdos y recortes de prensa, incluye una fotografía junto a su amiga Ouka Lele y otra de Juan Zívico tomada en el Circulo de Bellas Artes de Madrid después de la asamblea de socios de VEGAP (Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos Españoles) tras su nombramiento como presidente del Órgano de Control Interno (OCI) de este colectivo.
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