V. El Sistema educativo actual
Como adelantábamos, consideramos el Sistema Educativo actual un sistema obsoleto y pernicioso, ya que, contrariamente a lo que exigen los nuevos tiempos, resulta estatalizado, cerrado y mercantilista. Lo explicamos:
–Estatalizado: Porque, además de excesivamente largo, uniformador y obligatorio, impone contenidos y metodologías sometidos a criterios partidocráticos (marcados por grupos de poder y nula participación de la sociedad afectada). Aunque en las introducciones de sus leyes se justifica con conceptos como “educación emocional”, “pensamiento crítico”, o “aprendizaje globalizado”,sabemos de sobra quelo que realmente prima son los resultados académicos y las titulaciones.
–Cerrado: La propuesta formativa insiste, año tras año, curso tras curso, en contenidos redundantes y carentes de interés (máxime desde la aparición de la Inteligencia Artificial). Además de ignorar el conocimiento y la experiencia de los profesionales, las industrias, los talleres, los comercios, los espacios culturales reniega y se olvida el entorno natural y social que rodea a niños y jóvenes, obstaculizando un aprendizaje práctico, vital y significativo.
–Mercantilista: El Sistema mueve una ingente cantidad de fondos públicos y privados que, en muchos casos, no cumplen con los objetivos educativos propuestos. Los intereses económicos de las grandes corporaciones del sector, junto a la hipocresía institucional soslayan el reconocimiento de semejante fracaso. Informes como PISA Y TIMM (por citar algunas de sus propias herramientas de evaluación) reiteran estas deficiencias año tras año.

La opacidad del aparataje educativo resulta revelador: edificios aislados por vallas y cerramientos; regímenes punitivos contra cualquier desviación de la norma; agrupamientos uniformes y masificados; contenidos impositivos y caducos en los distintos ámbitos territoriales, junto a horarios rígidos, llevan consigo una desconexión total con la imprescindible interacción entre individuos, aprendizaje y sociedad.
Así mismo, resultan desproporcionados los recursos destinados a infraestructuras, organización y personal, mientras se descuida la innovación, la investigación y los talleres formativos.
A esto se suma la constante temporalidad de los planes educativos, las competencias institucionales enfrentadas, el nepotismo burocrático y los intereses mercantiles de editoriales y empresas privadas.

De forma simplificada, compartimos las siguientes reflexiones:
Una alumna comenta:
“Tengo 16 años, soy estudiante, y desde muy joven he pensado que nunca se nos ha enseñado como se debería. Desde pequeños se nos obliga a estudiar memorizando, repitiendo como papagayos y causando mucho cansancio y nervios porque sabes que dependes de una nota. Además de saturarnos nos desmotiva al no tratarse de un aprendizaje para nuestro futuro. Estudiar para olvidar no debería ser el objetivo; el objetivo tiene que ser razonar las cosas y poder utilizarlas en el día a día…, conociendo el ámbito que te rodea y poder ayudar así a la población con la que vives.
Una profesora añade:
“Hoy en día no se enseña; se intenta, pero no se enseña. La enseñanza está enferma porque no tiene maestros que enseñen, sino burócratas que rellenamos papeles. Ello ha generado un colectivo docente con miedo a salirse del libro de texto y de la programación; con miedo a realizar actividades que se salgan de lo corriente. Docentes muchas veces desmotivados, en una sociedad que solo ve en la escuela una guardería donde aparcar a los niños mientras los padres trabajan. Ni a la sociedad ni a la administración les interesa realmente la educación.”
El “nuevo maná” con el que se intenta solventar al día de hoy las frustraciones expresadas, lleva a dicho Sistema a sustituir los métodos tradicionales por herramientas digitales. Este procedimiento, deslumbrante e hipnótico limita de forma brutal el acceso a recursos sensoriales, vitales para el desarrollo integral de niños y jóvenes.
Un ejemplo ilustra esta realidad:
Una profesora entra en clase y exclama entusiasta:
-¡Niños…, hoy vamos a navegar!
Los niños, ilusionados, ya imaginan el puerto, perciben el olor a salitre, atisban barcos, suben a cubierta, despliegan velas, surcan mares… Pero la maestra aclara rápidamente:
–¡Encended los ordenadores que vamos a navegar buscando información en internet!
Se nos asegura oficialmente que “las nuevas metodologías fomentan aprendizajes más activos y significativos”, pero estas promesas, aderezadas con tutoriales y enlaces virtuales, terminan alimentando el consumo desmedido de programas con intereses comerciales: Flipped Classroom, Gamificación, Aprendizaje basado en Problemas y Desing Thinking.
Con respecto a la digitalización de los aprendizajes, no estamos en contra, pero dejémoslo claro: todo a su debido tiempo y con los riesgos saludables, sociales y afectivos bien clarificados.
Aunque reconocemos las ventajas de la inteligencia artificial en áreas como la gestión de la información, la salud y la economía, estamos advertidos sobre su impacto negativo si ésta reemplaza experiencias educativas esenciales. A estas edades defendemos una pedagogía sensorial y comprometida, que valore el contacto humano y el aprendizaje vivencial por encima del artificio tecnológico y despersonalizado.

ÍNDICE
III . Quiénes somos
IV. De qué materiales disponemos
V. El Sistema educativo actual
VI. La calle: nuevo espacio de aprendizaje
VII. Antecedentes históricos
VIII. Los profesores: maestros en mediación
IX. Como muestra, un botón
X La Pedagogía Andariega en Décimas espinelas
XI La Pedagogía Andariega en Décimas espinelas (continuación)
XII La Pedagogía Andariega en Décimas Espinelas (Final)
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