«Yo tengo un Renault 4, pero como tengo tres niños pequeños para las salidas con el Club se me había quedado pequeño. Quería un coche más grande y aunque mi primera opción fue un Mercedes Colas, se salía de mi presupuesto y como quería algo más español busqué éste que compré en 2013», nos cuenta. A continuación explica que era propiedad de un muchacho de Montejícar, y que tras localizarlo por Internet, se desplazó con toda la familia para verlo y probarlo con la idea de regresar circulando con él y ajeno a lo que le esperaba ya que durante el trayecto, a la altura de Guadix, comenzó a calentarse y tuvieron que detenerse. Corría el mes de octubre y se les hizo de noche con el agravante de que a la altura de Hernán Valle comenzó a fallar la dinamo y se fue quedando sin luces poco a poco. El resultado fue que «llegamos casi por los pelos a Baza y con una sanción de la Guardia Civil».
De ahí que la entrada del coche fuese con visita el taller y que el ánimo de Manuel Cecilio estuviera por los suelos, pese a lo cual pidió le dieran un buen repaso de mecánica, con cambio de radiador incluido lo que se llevó casi dos meses, más otros seis por el taller de chapa y pintura de Miguel Requena en Caniles, siendo en septiembre de 2014 cuando por fin estuvo totalmente reparado y listo para participar en la tradicional concentración del Club con motivos de la fiestas canileras y, afortunadamente «desde entonces hasta hoy». De hecho la última salida en la que ha participado esta familia ha sido el pasado puente de mayo al Cabo de Gata (Almería) en la que no se calentó pese a circular por carretera de sierra y circular con los cinco integrantes más el maletero a tope. «Aguantó hecho un campeón y eso que, entre la ida y la vuelta y las excursiones fueron más de 400 km con 30 euros de gasoil», comenta ufano. Llegado a este punto nos desvela otro secreto y es que «el coche fue un regalo mi mujer, luego las reparaciones corrieron de mi cuenta». Esto nos despertó la curiosidad por lo que le preguntamos por el precio de ambas operaciones, siendo 3.000 euros lo que desembolsó Teresa por el vehículo y 8.000 euros el coste de la puesta a punto que abonó Manuel Cecilio.
Del interior llama la atención que todo guarda su sabor antiguo. Así, en el salpicadero está el aparato original de radio Marconi y la palanca de cambio en el volante, el limpiaparabrisas que se puede accionar con una palanca de mano o con el pie, también la incómoda localización del freno de mano, en especial para gente alta como es el caso de este propietario. «Lo único que no es original es el motor pues el de gasolina que traía de fábrica lo cambió el dueño en 1978 para ponerle un motor diésel», indica. También que con el actual no pasa de los 7 litros a los cien y cómo gracias «al grupo súper largo es capaz de alcanzar los 100-110 km/h».
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El taxi español por excelencia Nos cuenta Manuel Cecilio que el Seat 1500 apareció como sustituto del 1400 que comenzó a fabricarse con licencia Fiat italiana en la zona franca de Barcelona. Este modelo era muy parecido en sus formas a la versión 1400C, hasta el punto de que ambos compartían la misma carrocería, aunque con algunos cambios. Su comercialización se inició en 1963, estando homologado para 6 plazas. Su precio rondaba las 134.000 ptas. la versión normal y 139.000 ptas. la de lujo. Con una cilindrada de 1.481cm3 y 72 cv. de potencia, hizo que el gremio del taxi se fijara en este modelo por su elegancia y confort, unido a la durabilidad del mismo debido a su gran calidad de fabricación. De este vehículo se fabricarían hasta 1968 tres modelos monofaro. Ese año aparecería el primer ‘bifaro’, que conservaba las cualidades técnicas y ofrecía esa doble óptica anterior aparte de algunas modificaciones estéticas en la parte delantera. Durante el tiempo que estuvo en el mercado se llegaron a comercializar 134.766 unidades. Prueba de su aceptación son los numerosas vehículos que se ven en fotografías y películas rodadas en las capitales españolas en los años 70 pues «casi todos los taxis eran de este modelo». Próxima entrega: Francisco Mercado y su Simca Barreiros de 1967 |
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