Tras pasar por el espacio Art Unity de La Zubia los hermanos gemelos ucranianos Nikita e Igor Zigura, han ocupado su lugar las esculturas y dibujos sobre cerámica del sirio nacido en Argentina y afincado en Granada desde 1991, Assem Al Bacha (Buenos Aires, 1948). La sala localizada en la calle Churriana de la Vega muestra ahora unas originales obras escultóricas (16 en la sala y una exterior) realizadas en hierro pertenecientes a la última etapa de este artista licenciado en Artes Plásticas por el Instituto Superior de Surikok (Moscú) que tras vivir cuatro años en las afueras de Madrid decidió fijar su residencia en Purchil donde tiene su taller en un antiguo secadero de tabaco. «Mi preparación fue muy académica, muy clásica, y he pasado por varios periodos. Estos trabajos en hierro vienen después de hacer casi lo mismo con la madera que surgió por casualidad pues tenía una estufa de madera para la que recogía las sobras de los carpinteros».
Luego comenta que al ir quemándolas se dio cuenta que algunas formas le invitaban a juntarlas con otras y comenzó a hacer composiciones con madera. «Luego pasé al hierro porque en una ocasión me faltó la leña y entonces empecé a quemar las composiciones que había hecho y que se convertían en ceniza. Decidí pasar al hierro para lo que trabajo con desechos pues para mi es una forma de decir que en la naturaleza no existe la basura, pues se le pueda dar una nueva posibilidad, un segundo tercer o cuarto uso», nos cuenta acerca del curioso origen de esta exposición que se podrá visitar hasta finales de enero próximo.
Por su parte, la directora de la sala, Natalya Riensen, nos pide que observemos la dos series de 12 dibujos sobre las que su autor informa que han sido realizados en 2012 con esmalte sobre cerámica cocidos al horno a lo que añade que«la idea de dibujar sobre las baldosas me vino tras trabajar con el barro refractario para lo que tengo un horno en casa. La temática es diversa aunque predominan los retratos y autorretratos que recogen estados de ánimo. Habré hecho un par de centenares de estos dibujos». Por su parte, el marido de Natalya y también artista, Willy L’Eplattenier, nos informa que conoció a Assem desde hace más de 14 años y que le fue presentado por un amigo común que le comentó que conocía a «un tío que hace escultura en un secadero de Purchil. Me encantó su trabajo, pero nos perdimos de vista, hasta que un día le dije que quería verte pero resultó que estaba en Kiev». Ahora ha sido Nikita Zigura quien ha propiciado el reencuentro pues quiso aprovechar su paso por Granada para conocer a Assem del que se considera un gran admirador.
«Al preparar la exposición junto con unos jóvenes estudiantes de periodismo que me preguntaron cómo se llamaba la exposición. Les dije que ‘Gritos de hierro’, me salió así y creo que es bastante apropiado pues en sus obras puedes imaginar el ruido de las soldaduras, de la radial que corta», nos explica Willy al tiempo que bromea al decir que ha pretendido sacara a Assem, «un poco mas lejos del contenedor de basura». Tampoco las obras tienen título, las que no son hombre o mujer, simplemente se le llama figura, entre otras cosas, porque el artista quiere que sean sus esculturas las que hablen a las personas que las contemplan.
Para terminar el artista nos aclara que con sus obras pretende «mostrar el estado de animo, dar movimiento a la materia. Al principio no se lo que voy a hacer y es la materia la que me va guiando». De esta forma ha conseguido un estilo personal reconocible por su sobriedad e intensidad expresiva. Las obras de Assem se han podido ver en 26 países, de cuatro continentes, siendo sus últimas exposiciones hace tres años en Suiza y París. Antes de marcharnos Natalya nos cuenta que están inmersos en la organización de un simposio internacional de escultores, en Granada, durante el próximo año.
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