Os aseguro que, durante muchos días, me he resistido, “como gato panza arriba” o “entre la leña”, a la tentación de escribir sobre lo que podríamos denominar “Semana Santa procesional” y sus partidarios y detractores, pero las múltiples tomas de postura de unos y otros acaecidas en estos días, con contenidos más que apreciables, han podido con mi paciencia.
A Lola Herrera –actriz– le he escuchado la siguiente “sentencia”: “Cada intérprete viaja de una manera a su personaje”. Y no os oculto que la frase me ha venido al pelo para referirme, especialmente, a las directivas de las hermandades y cofradías y a la cúpula eclesiástica que las dirige, en estos tiempos revueltos que –entiendo– nos impelen, ante todo, a ser más conscientes, comprometidos y exactos con nuestro rol social de actores eficaces.
Siento, según mantenía monseñor Méndez Asensio, algo que debemos seguir considerando como imprescindible: “(…) que las Hermandades y Cofradías actúen según los criterios propios del Evangelio y de la vida de la Iglesia. Entre estos sobresalen la necesidad de una formación cristiana coherente con el Ministerio que pasean por la calle y la vinculación, como asociaciones eclesiales, con la vida y sentir de la Iglesia, y en concreto con las actividades de las Parroquias”.
Así, con este convencimiento, considerando que, en algunos casos –demasiados–, todavía seguimos olvidando el fondo de la cuestión: las asociaciones de fieles no nacen ni se desarrollan para el único fin de pasear titulares o demostrar que, al son de la música, los “costeros” se mueven a compás.
Entended todos que veintiún siglos después, no merece la pena seguir escrutando la “Teoría del mandato divino” para retrasar la urgente transformación que necesitamos de formas y fondos: adecuación de nuestra situación en el entorno eclesiástico; afirmación del papel que ha de desempeñar la Federación de Cofradías; puesta en valor de las normas internas de cada hermandad; reconocimiento de la posición social que debemos ocupar; estudio detallado de nuestra relación con los medios de comunicación y las nuevas tecnologías…
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de
Ramón Burgos
Periodista
