Su nombre es Samuel Ruíz, aunque firma sus obras con el apelativo de Von, que en islandés significa esperanza. Nació en Granada el 16 de enero de 2001 y tras realizar la Secundaria en el IES Blas Infante de Ogíjares decidió estudiar el ciclo medio de Esmaltado en metales en la Escuela de Arte de Granada.
En junio de 2020 realizó su primera exposición individual, ‘Penumbra’, compuesta de 25 obras propias y tres ampliaciones en la galería de arte Arrabal&Cía. Ahora, hasta el 28 de abril, el Centro Municipal de arte joven ‘Rey Chico’ acoge la muestra ‘Campos de esperanza’ que se puede visitar en horario de mañana, de 11 a 14 horas y de 16 a 18 horas. El propio artista plástico, sobrino de Alejandro Gorafe, define esta exposición de manera un tanto enigmática, pues «todas las obras conforman un Bestiario de monstruos buenos que matan y mueren, sacrifican y son su propio sacrificio, un sacrificio que lleva a la humanización y a la verdad que les rodea, todos ellos están cerca de saber quiénes son», indica para terminar explicando que «todos mis monstruos, tanto muertos como vivos, forman campos de esperanza». Está compuesta por 28 obras y 11 ampliaciones.
En la tarjeta de la exposición, Sara Gamarra manifiesta la escasa atención que se ha prestado en el mundo del arte a la relación entre el surrealismo y el sueño. «Con lo onírico, como temática central, esta exposición se sitúa, por tanto, en un terreno ‘casi virginal’. Y esa es la verdadera motivación de Von, la de poder mostrar este significado mediante cuadros absolutamente oníricos, obsesivos por dar al público la oportunidad de ver algo tan real como imaginario». Así mismo resalta que las obras están inmersas «en una atmósfera repleta de luces y sombras, de soledad, angustia, delirio viendo así también la base de lo más bajo y sucio de la vida humana representando de una forma agresiva lo que es el hombre… sin ningún ápice de miedo a la hora de transmitir con su máxima expresión lo que abarcan los sentimientos y rompiendo con la sensibilidad estereotipada, para dar paso a emociones propias, complejas y experimentales, donde se le rinde culto a ese estado anímico que es desconocido o que está por descubrir».
Desde el punto del vista artístico explica que sus dibujos están preelaborados durante ese extraño tránsito entre la vigilia y el sueño, y que están realizados «apenas con esbozos de línea simple y cruda, el artista elabora así un bestiario de seres antropomórficos con el uso predominante de la tinta china, llenos de surrealismo entre sus trazos». Von reconoce su admiración por Goya en su época más oscura. En cuanto al cine sus preferencias van por las películas de terror psicológico, siendo David Lynch, uno de sus directores favoritos pues «tiene cortos muy macabros, aunque a decir verdad, a quien he seguido la pista desde que era muy pequeño es a Tim Burton».
