La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, a través del Centro Andaluz de las Letras, organiza la presentación del libro de poesía `Mundo fantasma´ (Colección Juancaballos de Poesía, núm.15), de Mónica Doña. Esta cita literaria, enmarcada dentro del ciclo Letras Capitales, contará con la presencia de la autora, que estará acompañada por la también poeta, Teresa Gómez y el pintor Juan Vida. El acto será el martes 11 de mayo a las 19:00 horas, en la sala Val del Omar de las bibliotecas de Andalucía y Pública Provincial de Granada. Para asistir al evento es imprescindible solicitar asistencia a la dirección de correo electrónico reservascal.granada.aaiicc@juntadeandalucia.es y esperar confirmación.
Mónica Doña es poeta, cantante y compositora. Nacida en Jaén y residente en Granada, fue incluida en la Primera antología de cantautores andaluces (L.P. doble, Junta de Andalucía, 1986) donde, entre otros, figura junto a Joaquín Sabina, Carlos Cano y Javier Ruibal.
Ha publicado los libros de poesía ‘Nueve lunas’ (Cuadernos del Vigía, 2000), ‘La cuadratura del plato’ (El Páramo, 2011) con el que obtuvo por unanimidad el X Premio de Poesía Vicente Núñez, ‘Adiós al mañana’ (Dauro, 2014), ‘¿Quién teme a Thelma & Louise?’ (2017) que fue finalista del Premio Andalucía de la Crítica y ‘Mundo fantasma’ (Colección Juancaballos de Poesía núm. 15, 2020).
Asimismo, es coautora junto a Josefina Martos Peregrín, Sol Nieto y Paco Espínola, del Librisco ‘La caja de música de Erik Satie’ (2018). Es recogida en el Diccionario-Antología Plumas femeninas en la literatura de Granada de Amelina Correa (Universidad de Granada, 2002). Con motivo del VII Encuentro Internacional de Mujeres poetas, fue incluida en el libro ‘Palabras cruzadas’ (Universidad de Granada- Asociación Verso Libre, 2003). Figura en el libro colectivo ‘Todo es poesía en Granada’ (Esdrújula, 2015). En la actualidad vive alejada de la escena musical y se dedica exclusivamente a la poesía.
‘Mundo fantasma’ aborda el desamor, la falsificación del lenguaje, la muerte prematura, la problemática del yo, el viaje como búsqueda del lugar perdido y un horizonte distópico. Dividido en seis secciones bien definidas, cada una señala un síntoma que “nos afecta como personas o como sociedad”. Y a la vez, “una gélida soledad poblada de fantasmas, atraviesa todo el libro de forma explícita o soterrada. Soledad que se disfraza y niega dado que, en el confuso mundo actual, se ha convertido en una realidad que nos estigmatiza”, explica la autora.
