– ¿Qué es ‘Ítaca en crisis’?
– ‘Ítaca en crisis’ lo que me gusta denominar como “Tragedia contemporánea”, lo cual no significa necesariamente que la novela cristalice en tragedia. Se trata más bien de una crítica al sistema globalizado imperante que, al mismo tiempo, entretiene y ofrece soluciones. Debo señalar que, pese al trasfondo político, ‘Ítaca en Crisis’ es una novela muy consciente de serlo, que pretende la atención y la complicidad del lector, y las historias personales que en ella se narran rebosan pasión.
– ¿Qué puntos tienen en común ‘El hijo del carnicero’ e ‘Ítaca en crisis’?
– Las dos novelas están muy influidas por lo que soy, mi pensamiento y mis preocupaciones sobre la sociedad que nos envuelve. He estudiado Ciencias Políticas, y eso se nota. Ambas novelas, creo, invitan a la reflexión. Y en cuanto al estilo, ambas son explosivas. No concedo al lector ni un segundo de tregua.
– En su novela aborda la corrupción política, situación de países endeudados, manipulación mediática, virus desconocido,… ¿la realidad supera la ficción?
– Desafortunadamente, sí. Asumo que mi imaginación nunca concebirá la existencia de tanta corrupción e indecencia, y no se imagina cuánto lo lamento. Durante muchos años pensé que estábamos gobernados por inútiles, pero ya he comprendido mi error: no tienen nada de incompetentes, simplemente gobiernan para sus bolsillos y para sus propias élites. Espero que esto cambie pronto porque, sino lo hace, todo saltará por los aires.
– En la nota previa del autor pone en aviso «al paciente lector» indicando que su doble objetivo es entretener y fomentar el pensamiento ¿Cree que lo ha conseguido?
– Eso espero, sinceramente. Mis dos pasiones son la literatura y el análisis político, de modo que he depositado todo mi esfuerzo en conjugar ambos factores. Ha sido un auténtico placer.
– ¿Cómo ve a Pablo Iglesias, líder de Podemos? ¿Es cierto eso de que no cree en salvadores del mundo y de que las revoluciones se fabrican desde abajo?
– No me esperaba esa pregunta… Mire, veré a Pablo Iglesias en función de con quién se rodee cuando llegué al poder, ahí está la clave. Por otro lado, estoy de acuerdo con muchas cuestiones que plantea, pues son de sentido común… pero es necesario concretar. Me explico, soy Técnico de Hacienda, y todavía no les he escuchado prácticamente ninguna medida fiscal concreta, y este asunto es esencial para salir del pozo en el que estamos inmersos. ¿Acabar con los paraísos fiscales? Magnífico. ¿Pero cómo? Es algo extraordinariamente complejo y que requiere soluciones globales.
En cuanto a Podemos como organización, aplaudo la democracia interna pero, más que a Pablo Iglesias, confiaría mi voto a Íñigo Errejón o a Pablo Echenique, menos agresivos y más concretos. Pero insisto, veremos cómo evoluciona el asunto, también cómo reaccionan el resto de partidos a este fenómeno. En cualquier caso, estoy de acuerdo con Iglesias en una cuestión fundamental: las cosas tienen que cambiar. Y desde abajo, como comentaba en la obra… los líderes solo son una cara.
– Pese a la complejidad de la época que nos ha tocado vivir, ¿es usted optimista?
– Si pensara fríamente, no lo sería, porque la historia está llena de desengaños. Sin embargo, sí que lo soy. Ahora más que nunca. De hecho ‘Ítaca en crisis’ tiene algo de canto a la esperanza, confío en la inteligencia del lector para darse cuenta. Espero que la disfruten.
– Uno de sus personajes afirma «una sociedad instruida e informada se convierte en una sociedad menos manejable» ¿Es la educación la única alternativa?
– Desde luego. Hay muchas cosas que mejorar, pero educación es la clave. Le cuento un detalle, que va en la línea del fracaso escolar y el descrédito que sufren los profesores en nuestra sociedad a nivel político y social: ninguna universidad de España está entre las 100 mejores del mundo. Lamentable. Esto se traduce en que nuestros alumnos pueden salir de la universidad con un nivel intelectual muy bajo (además de sin empleo, pero eso otro tema), y así no podemos sacar la sociedad adelante.
– ¿En qué obras literarias y cinematográficas podríamos rastrear los antecedentes de su novela? ¿1984 por aquello del control, película ‘Babel’ por el tema de que todo está interconectado?
– Va usted por buen camino, pero concretaré un poco más. El estilo de mis novelas tiene algo de Frederyck Forsyth (salvando las distancias, entiéndame), muy centradas en la intensidad. También me parece digna de admirar la obra de Jaume Cabré, su estilo es magnífico. A nivel social, el Saramago más crítico quizás sea mi más destacado referente.Y si me pregunta por una película, le hablaré de la más inspiradora que he visto en muchos años: V de Vendetta.
-¿En que está trabajando ahora?
– Estoy en período de reflexión, que no creo que dure demasiado. Aspiro a reinventarme literariamente.
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