Lección de ‘mauraca’

La delegada provincial de Educación de la Junta de Andalucía, Ana Gámez, el inspector, Rafael López, y la inspectora, Antonia Salan, asistieron a este evento. Las autoridades educativas estuvieron acompañadas por un grupo importantes de profesores integrados por Ángel, José, Paco, José Carlos, Antonio… Los docentes se encargaron de asar un centenar de kilos de castañas donadas por el Ayuntamiento del pueblo de Capileira.

El director del colegio Barranco de Poqueira, Antonio Luna, explicó que «en los centros educativos de la Alpujarra alta occidental como ‘Nuestra Señora de las Nieves’ (Trevélez), ‘Los Castaños’ (Busquístar, Pórtugos y La Tahá de Pitres) y en el colegio que yo dirijo, formado por los centros de Capileira, Bubión y Pampaneira, imparten sus enseñanzas con casi 60 profesores y profesoras, a más de 400 alumnos». La primera fiesta de la castaña se celebró en 1983 en el paraje de las Minas del Conjuro, situadas en el término de Busquístar. Y desde el año 1985 las «celebramos en una gigantesca finca de Bubión cercana a Capileira que pertenece a los hermanos Pérez, dedicados a la hostelería», puntualizó.

«Cada año -siguió diciendo el entrañable Antonio Luna- suelen venir andando a esta fiesta un grupo de alumnos mayores de Pitres, Pórtugos y Busquístar. Y éste, por primera vez, los alumnos de Secundaria de Trevélez, acompañados por José Carlos y otros dos maestros, han querido andar veinte kilómetros para acudir al lugar de la fiesta situado a 1.600 metros de altitud. Diré también que estamos deseando todos y todas que lleguen el día de la fiesta de la castaña y el Día de Andalucía que se celebra en Pitres, para juntarnos y para que los niños y niñas de los centros se conozcan», terminó diciendo.

La delegada de Educación, acompañada por un alumno de nueve años de Pampaneira llamado José Gallegos, manifestó que «en la Alpujarra todavía se vive con mucha naturalidad el campo. Y cuando hablamos a veces de promocionar los valores medioambientales, esta es una zona que no necesita promoverlos, porque ya forman parte de la vida de cualquier niño o niña. Esta actividad, en torno a la castaña y el medio ambiente, me ha parecido muy bonita y educativa porque, y entre otras cosas, los alumnos se dan a conocer y comparten muchas experiencias en plena naturaleza», opinó.

Una lección un año más fuera de clase, pero en la que todos aprendieron un poco más.

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