Isidro García Cigüenza: «’La Neurodidáctica’ y la Pedagogía Andariega»

Arriero: ¡Los tenemos, Molinera…! ¡Los tenemos!

Burra:¿Qué tenemos, señor arriero, si puede saberse?

Arriero: ¡Chiquilla! ¡Los resultados del estudio Neurodidáctico que un equipo de especialistas ha llevado a cabo en varios colegios e institutos de España! ¿Pero es que no lo sabes? Se trataba contrastar los resultados que, de cara al aprendizaje, obtenía el profesorado en sus clases, siguiendo la metodología actual y comparándola con la eficacia de pedagogías emergentes como la nuestra….

Burra: ¿Y…?

A:¿Pero es que no te das cuenta de que el análisis y la consiguiente crítica de de aquellos métodos pueden venir a fundamentar científicamente la bondad de nuestras prácticas docentes, basadas en la Pedagogía Andariega?

B: Pueden venir…., dice usted. Pero ¿reconocen realmente tal fundamentación?

A: ¡No! Explícitamente no lo mencionan, pero según el estudio Neurodidáctico realizado, el 46´2% del tiempo de las clases que se imparten en Primaria se invierte en transmitir información a los estudiantes de forma leída, digital o verbal y, sobre todo, sentados. Otro 28´4% se echa en la asimilación de contenidos, a partir de actividades escritas, fichas, deberes, exámenes… En los Institutos de Secundaria la suma de porcentajes se acerca al 78´6%… Y al 85´3 % en Bachillerato.

B: ¿Y…?

A: ¡Me está fastidiando tu parsimonia, Molinera! Tienes que saber que esa misma investigación concluye que, para la adquisición de información novedosa, el cerebro tiende a procesar datos desde el hemisferio derecho –más relacionado con la intuición, la movilidad, la creatividad y las imágenes… En estos casos el procesamiento lingüístico no es precisamente el protagonista, lo que quiere decir que la lectura de la información que aportan los libros de texto, la charla explicativa del profesor, los deberes, etc. ¡no funcionan! Tampoco funcionan las clases magistrales, la memorización, el aprendizaje sedentario y los exámenes escritos. En definitiva, que el modelo pedagógico basado en el alumno como receptor pasivo (sentado y acomodado, añadiría yo) ¡no funciona!

 

B: Y como si se tratara de un gran descubrimiento, ahora vendrá el añadir al susodicho informe aquello de: El cerebro necesita emocionarse para aprender… ”, así como que “los gestos faciales, corporales y el contexto desempeñan un papel muy importante…”

A:¿Y no es cierto, acaso, Molinera?

B: Para aprender, señor profesor, lo que hace falta es sentir necesidad. Necesidad de comida, de techo, de aventura, de mejorar las condiciones de vida, ¡necesidad de aprender y de saber…! ¡Necesidad! Necesidad del tipo que sea, pero necesidad…. ¡Y echar a andar para conseguir satisfacerla! Que ya me lo decía mi abuela Jorasquina, cuando yo era chica: “¡Para buscarte la vida, Moli, eres más lista que el hambre!”

A: Tienes razón, pero en el nivel intelectual y neuropsíquico en el que yo me muevo, esa reflexión no deja de ser una simpleza, Molinera… Porque esa afirmación de tu abuela, no estaba neurocontrastada, sino que resulta puramente intranscendental e intuitiva. Ahora trabajamos con ordenadores en los que sus neuroimágenes nos muestran la actividad cerebral de los alumnos, en el mismo momento en que estos llevan a cabo su aprendizaje…

B: ¿Y…?

A: ¡No volvamos a las andadas con tus anodinos “¿Y…?”, señora burra! El estudio concluye con que el método idóneo de enseñanza es el que respeta el proceso por el que el cerebro aprende: primero con la motivación, luego con la motricidad, después con la atención y, por fin, con la memoria…, en ese orden.

 

B:¡Eureka!” Llegado a este punto, señor profesor, estoy en disposición de ejercer de adivina… Porque, dígame; ¿hay alguna Fundación, algún Banco, alguna Entidad empresarial Educativa, Congregación religiosa o Patronal… patrocinando dicha investigación?

A:¡Mujer! Los aparatos utilizados para tamaño trabajo valen un perraje…! No creerás que tales centros públicos universitarios disponen de semejante dineral. Pero… ¿qué querías insinuar tú con lo de ejercer de adivina?

B:Pues eso…, que estoy por apostar que en las conclusiones de dicho estudio hay gato encerrado. ¿Verdad señor arriero que la solución a semejante, contrastada e ínclita averiguación está en utilizar, a saber: Canales de You Tube específicos y patrocinado por ellos; Vídeos con formato de trailer cinematográfico financiado por ellos; Gamificación y uso de Plataformas digitales como Kahoot, Neurok, Mooc, Niuco, etc., etc. apadrinados por ellos; Formatos educativos en Twiter y Facebook sostenido por ellos ; Hashtags con menciones y notificaciones en el móvil dirigidos por ellos; Tontolabas (profesores que reciben premios al mejor “educador del año” y que encima se lo creen) elogiados por ellos¿Sigo, señor arriero?

A: ¡Joder, Molinera! ¡No sabía que estuvieras tan puesta en esto de las Pedagogías Alternativas “ad hoc”!

B: “¡Engáñame bien!” -que decía también mi abuela Jorasquina, cuando hablaba de lo que se mascaba en las Ferias y Mercados de su época-. Del arte de tener entretenido al personal, al tiempo que se le sustrae su inteligencia y la verdad de los hechos. Absortos por la novedad y con la cabeza atolondrada mirando a las pantallitas de los cojones –con perdón-…estos nuevos charlatanes de Feria te venden lo que no necesitas, y lo pagas al precio real que desconoces…

A: ¿Entonces no ves en el Informe un espaldarazo a nuestra Pedagogía Andariega, cuyos principios se basan precisamente de los valores de la movilidad, la emoción, el conocimiento directo, el compromiso social con el barrio, el pueblo o la ciudad…, además de un profesorado conocedor y difusor de los recursos científicos y productivos del entorno…?

B: ¡Pues claro que lo veo! ¡Pero no de la mano de esos informes suavones y trastocados que no tratan sino de vender la moto: la moto que ellos mismos fabrican y que vienen con fecha de caducidad programada…! Una cosa le aconsejaría a usted, señor arriero, y es que, a la hora de predicar su encarecido evangelio pedagógico, no tratara de convencer al profesorado de la bondad de su artículo, poniendo a parir dichas motos…, pues sería como predicar en el desierto, embobados como están con semejantes artilugios. Que tampoco se lo sugiera usted a las autoridades académicas, políticas, sociales o religiosas de turno porque sería como anunciarles la muerte de su “gallina de los huevos de oro” . Que no pretenda difundir su Pedagogía tampoco, yendo del ronzal de una burra que, aunque observadora e intuitiva como soy yo, jamás entenderán ¡zopencos como son! el trasfondo de semejante metáfora….

A: ¡No me dejas opciones, Molinera! ¿Qué debo hacer entonces?

B: ¿Qué debe hacer? ¡Levantar el culo de esa piedra, cogerme de la jáquima y, con las mismas, llevarme debajo del puente donde, al par que escuchamos el sonido del agua correr rio abajo, dar cuenta yo de la verde, sabrosa y tonificante hierba que por allí tanto abunda. ¡Y hablen otros del gobierno, del mundo y sus pedagogías….! ¡Y ande yo caliente, y ríase usted de la estulticia de cierta gente!

 

Isidro García Cigüenza

Blog personal ARRE BURRITA

 

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