Las cadencias musicales
creadas por Manuel de Falla
son hermosas melodías
que nos laceran y sanan,
cicatrizando aflicciones
y arraigándose en el alma.
Si don Manuel nació en Cádiz,
su hogar estuvo en Granada,
bajo la Cruz de los Mártires
al socaire de la Alhambra,
y aunque murió en Argentina
por las tierras de Alta Gracia,
en su corazón bullían
los latidos de la patria
vibrando en sus partituras
la pura esencia de España.
De joven marchó a Madrid,
donde solo interesaban
operetas y zarzuelas,
tendencias en las que Falla
no logró sobresalir
aunque en ello se esforzara,
pues su obra “La vida breve”
fue por todos rechazada.
Tras ello, eligió París,
la metrópolis soñada,
donde jóvenes artistas
con ahínco se afanaban
por despuntar en las artes
para conseguir la fama.
En la ciudad parisina
con Albéniz se encontrara,
otro de los grandes músicos
de nascencia catalana
que tan bien supo expresar
los sentimientos de España.
Asimismo, conoció
a un músico de Granada,
el guitarrista Ángel Barrios,
cuyo padre regentaba
una taberna-ateneo
en el centro de la Alhambra,
donde los cantes flamencos
eran liturgia sagrada.
Su pieza, “La vida breve”,
que en Madrid le rechazaran,
con laureles la ofrendaron
en la capital de Francia,
lo que supuso un consuelo
para don Manuel de Falla.
Pero pronto la Gran Guerra
en Europa explosionara,
lo que impulsó al artista
retornar de nuevo a España
y, tras un tiempo en Madrid,
vino a asentarse en Granada
ciudad que lo enamoró
y donde encontró la calma,
siendo la familia Barrios
quien con mimo lo arropara.
Si su cuna estuvo en Cádiz,
su destino fue Granada
habitando veinte años
por la Antequeruela Alta;
su casa, santa santorum
de música y de palabras
donde artistas y poetas
se reunían y platicaban
frente al manto inmaculado
que envuelve Sierra Nevada.
En el carmen alhambreño,
compartido con su hermana,
la austeridad se imponía
en torno a la fe cristiana
marcando siempre el camino
de una vida moderada,
donde el arte musical
era la estrella invitada.
Las “Canciones populares”,
armonizadas por Falla,
que con el paso del tiempo
casi habían sido olvidadas,
las actualizó con ritmo
y maneras delicadas,
rememorando un acervo
de indiscutible importancia.
Ya había compuesto “Las noches
en los jardines de España”,
luciendo el Generalife
como icono de metáforas
y las notas del piano
acunándose en el agua.
En su obra de “El amor brujo”,
el éxtasis nos embarga
despertando sentimientos
ardientes como las ascuas
y el corazón, desbocado,
baja y sube a la garganta
donde se anuda el hechizo
de Andalucía y de España
cuando “La danza del fuego”
nos apresa entre sus llamas.
La música y la poesía,
el sonido y la palabra
inmolándose en el fuego
hipnótico de sus brasas,
que los vientos embravece
y domeña las borrascas
cuando la orquesta nos brinda
la cantata de “La Atlántida”.
Es un manantial la música
que nace en Manuel de Falla,
donde las hondas raíces
de lo más puro de España
se funden con lo andaluz,
en mímesis agraciada
y al escucharla reviven
los duendes de la nostalgia.
Cuando la Guerra Civil
se anubla Manuel de Falla
pues maldades y violencias
no podía soportarlas
y se marchó a la Argentina,
donde en tierras de Alta Gracia
fallece el insigne músico,
tan lejos de su Granada.
Falla murió en Argentina,
mas lo trajeron a España
para sepultar sus restos
en la seo gaditana,
junto a las olas del mar
que vienen desde La Habana,
meciendo las habaneras
en el vaivén de sus aguas.
Próximo romance: MANUEL BENÍTEZ CARRASCO
Anteriores entregas:
II. Ángel Ganivet García (Granada, 1865 – Riga, 1899)
III. Ibn Zamrak (Granada, 1333 – 1394)
IV. Isabel de Solís, Soraya (Martos, Jaén, – ¿Sevilla? S. XV, 2ª mitad)
V. Mira de Amescua (Guadix, 1577 – 1644)
VI. Francisco Alonso (Granada, 1887 – Madrid, 1948)
VII. Juan Latino (Cabra o Etiopía, 1518 – Granada, 1597)
VIII. Chorrojumo (Ítrabo, 1824 – Granada, 1906)
IX. San Juan de Dios (Montemor: Portugal, 1495 – Granada, 1550)
X. Boabdil (Granada, 1460 – Fez, 1533)
XI. Doña Juana I de Castilla (Toledo, 1479 – Tordesillas, 1555)
XII. Alonso Cano (Granada, 1601 – 1667)
XIII. Elena/Eleno De Céspedes (Alhama de Granada, 1545 – Yepes ¿1588?)
XIV. Hermanos fosores de Guadix (Comunidad fundada en 1953)
XV. Mencía de Mendoza (Jadraque, Guadalajara, 1508 – Valencia, 1554)
XVI. Fray Leopoldo (Alpandeire, 1864–Granada, 1956)
Comentarios
10 respuestas a «Romancero de personajes granadinos, XVII: «Manuel de Falla (Cádiz, 1878 – Alta Gracia, Argentina, 1946)»»
Preciso, precioso, entrañable, emotivo, caudaloso de imájenes y de recuerdos sentidos.
Enhorabuena Profesor, catedrático ROMANCISTA, ebanista de los versos, escultor de la palabra, arquitecto de armonía para disfrute del alma
Gracias amigo Juan Jose
Muchas gracias, querido amigo, por tus generosísimas palabras. La música de Falla se entronca con los latidos más arraigados de las esencias de España. Un abrazo.
Muy interesante e ilustrativa la semblanza de Don Manuel, como él mismo y su música… ¡Qué lustre da este personaje a la excelsa Granada a partir de una ambientación recíproca!
Granada fue un bálsamo para Manuel de Falla y sus mejores creaciones llevan por bandera el hálito de Granada y lo más profundo de España. Un abrazo.
Te superas en cada uno de tus romances. En el de hoy rememorando a Manuel de Falla, con tus versos nos haces oír y saborear sus magníficas composiciones musicales. Gracias. Enhorabuena.
Un músico excelso que supo plasmar toda la belleza y la fuerza de las esencias españolas. Tú conoces bien sus obras. Un abrazo.
👏👏👏👏👏
Gracias, José Carlos. Tú sabrás apreciar mejor que muchos la música tan española de Manuel de Falla.Un abrazo.
Los pasteles los compraba en pastelería Lopez-mezquita y visitó la Alpujarra y guadix con Garcia lorca
Sí. También hay unas fotografías muy interesantes en el castillo de La Calahorra Con G. Lorca y otros personajes. Un abrazo, Leandro.