Fue Martínez de la Rosa
un granadino escritor,
controvertido político,
utópico y soñador,
que vivió en el XIX,
periodo de convulsión
como tantos otros tiempos
lo fueron, serán y son
pareciendo que esto es
substancial a lo español.
Por su quehacer literario
nunca alcanzó mucha fama
siendo incluso escarnecido
por el inclemente Larra,
que criticó sus escritos
con dureza extraordinaria,
llegando incluso a excederse
en su actitud lapidaria.
Un político idealista
de actitudes mesuradas
en tiempos ingobernables
en que España era acosada,
primero, Napoleón,
cuyas fuerzas esquilmaban
destruyendo y saqueando
cada rincón de la patria
cual depravados ladrones
de maldad desmesurada.
Luego con Fernando VII
que tanto daño hizo a España
por sus cambios de chaqueta
y crudelísima insania
en la Década Ominosa
que duele hasta mencionarla.
Tras la muerte del tirano,
rigiendo María Cristina,
se encadenaron conflictos
hasta las guerras carlistas
donde miles de españoles
lo pagaron con sus vidas
sin saber cómo y por qué
ni a cuento de qué morían.
Fue Martínez de la Rosa
personaje incomprendido,
que en actitud tolerante
defendió el liberalismo
alejado de violencias
o de cualquier extremismo,
lo que se volvió en su contra
por la culpa del destino
sufriendo encierro en la cárcel
y obligado a irse al exilio.
Diputado en las Cortes
y embajador en Roma
también presidió el Gobierno,
promoviendo las reformas
en la Ley de Educación
y otras leyes españolas,
desde la moderación
siempre en pro de la concordia.
El político escritor,
esclavo de su utopía
y de todos los problemas
que aquello le suponía,
dedicaba todo el tiempo
a las diatribas políticas
dejando lo literario,
esperando que algún día
coger la pluma pudiera
y escribir, como él quería.
El romántico político,
enclaustrado en la prisión
fue el lugar donde iniciara,
con denodado fervor,
una tragedia: “Moraima”,
que apenas entusiasmó
pues su quehacer literario
nunca el éxito alcanzó.
En el exilio compuso
varios dramas y novelas
como “Isabel de Solís”,
la historia de “Abén Humeya”
y la más reconocida
“Conjuración de Venecia”
perteneciendo ésta al género
teatral de la tragedia.
Isabel de Solís fue
una cautiva cristiana,
que, raptada por los moros,
consiguió ser la sultana
disfrutando los placeres
de la corte musulmana
al casarse con Muley
bajo el nombre de Soraya;
pero nunca fue querida
en el reino de Granada,
aunque aún se le recuerda
por una torre en la Alhambra
que mira el Generalife
escuchando cómo el agua
borbotea por las fuentes
con sus tintineos de plata.
No fue una mujer dichosa
la bellísima Soraya
pues todos la despreciaron
dentro y fuera de Granada:
para el islam, una infiel,
en Castilla, renegada.
El morisco Abén Humeya,
cuyo nombre de cristiano
era el muy reconocido
como Fernando de Válor,
se levantó en rebelión,
mas pronto fue asesinado
por su primo Abén Abó
en pleno conflicto armado
y los moriscos rebeldes
acabaron derrotados
una vez que Juan de Austria
tomó las riendas del mando.
En el otro drama histórico
sobre la Conjuración
de la ciudad de Venecia,
se representa el guion
del movimiento romántico
literario y español,
donde Bécquer y Espronceda
son la máxima expresión
aunque el “Don Juan” de Zorrilla
fuese el drama triunfador.
En la obra y en la vida
de Martínez de la Rosa
se aprecia con claridad
la incertidumbre española,
cuando los cambios políticos
se batían como las olas
y las guerras golpeaban
con crueldad desoladora.
Próximo romance: DON EMILIO OROZCO
Anteriores entregas
II. Ángel Ganivet García (Granada, 1865 – Riga, 1899)
III. Ibn Zamrak (Granada, 1333 – 1394)
IV. Isabel de Solís, Soraya (Martos, Jaén, – ¿Sevilla? S. XV, 2ª mitad)
V. Mira de Amescua (Guadix, 1577 – 1644)
VI. Francisco Alonso (Granada, 1887 – Madrid, 1948)
VII. Juan Latino (Cabra o Etiopía, 1518 – Granada, 1597)
VIII. Chorrojumo (Ítrabo, 1824 – Granada, 1906)
IX. San Juan de Dios (Montemor: Portugal, 1495 – Granada, 1550)
X. Boabdil (Granada, 1460 – Fez, 1533)
XI. Doña Juana I de Castilla (Toledo, 1479 – Tordesillas, 1555)
XII. Alonso Cano (Granada, 1601 – 1667)
XIII. Elena/Eleno De Céspedes (Alhama de Granada, 1545 – Yepes ¿1588?)
XIV. Hermanos fosores de Guadix (Comunidad fundada en 1953)
XV. Mencía de Mendoza (Jadraque, Guadalajara, 1508 – Valencia, 1554)
XVI. Fray Leopoldo (Alpandeire, 1864–Granada, 1956)
XVII. Manuel de Falla (Cádiz, 1878–Alta Gracia, Argentina, 1946)
XVIII. Eugenia de Montijo (Granada, 1826– Madrid, 1920)
XIX. Manuel Benítez Carrasco (Granada, 1922–1999)
XX. Fray Luis de Granada (Granada, 1504 – Lisboa, 1588)
XXI. Abén Humeya (Válor, 1545 – Laujar de Andarax, 1569)
XXII. Mariana Pineda (Granada, 1804 – 1831)
XXIII. Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, 1898 – Granada, 1936)
XXIV. María de Pacheco (Granada, 1496 – Oporto, 1531)
XXV. Aixa (Siglo XV. Granada – Fez)
XXVI. Pedro Antonio de Alarcón (Guadix, 1833 – Madrid, 1891)
XXVII. Ángel Barrios (Granada, 1882 – Madrid, 1964)
XXVIII. Pedro Soto de Rojas (Granada, 1589–1658)
XXIX. Emilio Herrera Linares (Granada, 1879 – Ginebra, 1967)
XXX. Elena Martín Vivaldi (Granada, 1907 – 1998)
XXXI. Ruiz del Peral (Exfiliana, 1708 – Granada, 1773)
XXXII. La Perla de Granada (Granada. Siglo XII)
XXXIII. Hernán Pérez del Pulgar (Ciudad Real, 1451-Loja, 1531)
XXXIV. Judá ben ibn Tibón (Granada, 1120 – Marsella 1190)
XXXV. María ‘la Canastera (Granada, 1913 – 1966)
XXXVI. El Gran Capitán (Montilla, 1453 – Granada, 1515)
XXXVII. Juan Alfonso García (Santos de Maimona, 1935 – Granada, 2015)
XXXVIII. Diego Hurtado de Mendoza (Granada, 1503 – Madrid, 1575)
XXXIX. José de Mora (Baza, 1642 – Granada, 1724)
XL. Álvaro de Bazán (Granada, 1526 – Lisboa, 1588)
XLI: Francisco López Burgos (Granada, 1921–1996)
XLII: Mariluz Escribano Pueo (Granada, 1935 – 2019)
XLIII: El doctor Olóriz Aguilera (Granada,1855 – Madrid, 1912)






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